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Política

Accidentes de trabajo

Otheguy: "El Uruguay no se merece tener un trabajador muerto cada 10 días"

El presidente del BSE, Marcos Otheguy, advirtió sobre el aumento de los accidentes laborales y planteó medidas para fortalecer la prevención.

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El Banco de Seguros del Estado (BSE) cumple un papel fundamental en la vida laboral del país. Desde 1992, cuando se desmonopolizó el sistema de seguros, la institución mantiene bajo su responsabilidad exclusiva el seguro de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Para su presidente, Marcos Otheguy, esta singularidad tiene un fundamento claro y lo compartió con Caras y Caretas. “El Uruguay no concibe estos seguros como un negocio, sino como una política social, y creo que es una de las políticas sociales más exitosas del país. El empresario es el que paga el seguro y el beneficio es para el trabajador”, expresó.

Debilitamiento de los controles en el gobierno anterior

El diagnóstico actual, sin embargo, enciende luces de alerta. Según Otheguy, los accidentes laborales han crecido en los últimos años y las causas son múltiples. Por un lado, se registra un “efecto rebote” tras la pandemia, que había paralizado la economía y el mundo del trabajo. Con la reactivación, aumentó la actividad y, con ella, los riesgos laborales. También influyó el incremento sostenido de la formalización, que incorpora más trabajadores al sistema de cobertura obligatoria. Pero el presidente del BSE señaló un tercer factor decisivo. “Lo que detecta el Ministerio de Trabajo es que hubo un afloje de los controles en el gobierno anterior”.

“Los accidentes de trabajo en Uruguay han aumentado. Creo que existen varios factores que pueden explicar este crecimiento. Algunos están vinculados al incremento de la actividad económica, un efecto rebote tras la pandemia. Durante ese período, las economías prácticamente se paralizaron y el mundo del trabajo se vio muy resentido. Con el fin de la emergencia sanitaria, se produjo una reactivación de la actividad, que en buena medida significó retomar lo que había quedado interrumpido durante todo ese tiempo. Otro factor es el aumento de la formalización laboral, una tendencia que en Uruguay se ha consolidado en los últimos años. Aunque avanza de manera lenta, lo hace de forma sostenida, baja la informalidad y, en consecuencia, más trabajadores ingresan al mercado formal. Esto implica que pasan a estar cubiertos por el seguro de accidentes laborales, siempre que su actividad presente algún tipo de riesgo. La normativa establece de manera obligatoria este seguro para todos los trabajadores que desempeñan tareas con riesgos asociados. Finalmente, lo que ocurrió —y fue detectado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social— es que en el período del gobierno anterior hubo un debilitamiento en los controles”, explicó.

Ante este panorama, la actual administración firmó un compromiso por la vida y la seguridad en el trabajo junto al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Otheguy detalló que el BSE asumió tres líneas de acción prioritarias. La primera es consolidar la excelencia en la atención hospitalaria. El Hospital del Banco de Seguros del Estado fue reacreditado internacionalmente por CARF en áreas como tratamiento del dolor, salud ocupacional e internación, lo que lo posiciona entre los mejores centros de rehabilitación del mundo. “No tenemos nada que envidiarle a los centros de países desarrollados”, subrayó.

La segunda línea de trabajo es la prevención. El BSE lanzó junto al MTSS, Presidencia y la OIT una campaña de bien público que pone el foco en reducir la siniestralidad laboral. “El Uruguay no se merece tener un trabajador muerto cada 10 días. Son cifras que debemos bajar, y la prevención es una de las prioridades de nuestra gestión”, remarcó Otheguy.

Embed - CAMPAÑA COMPROMISO NACIONAL POR LA VIDA

El tercer componente es la creación de un observatorio de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. El objetivo es integrar la información que hoy está dispersa en distintos organismos como ASSE, BPS y el propio MTSS. “Para que las políticas públicas sean eficientes, tienen que estar basadas en evidencia. Si no sabemos qué nos pasa, no podemos mejorar. El observatorio nos permitirá dar un salto cualitativo en el análisis y la prevención”, explicó.

Hoy el BSE atiende alrededor de 40.000 accidentes de trabajo al año. La meta de la institución y del gobierno es lograr una mejora sustantiva en materia de seguridad laboral al cierre de este período. “La vida de los trabajadores es un bien demasiado valioso para permitir que la desidia o la falta de control lo pongan en riesgo”, concluyó Otheguy.

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