Parodi insistió que su enfoque parte de una visión democrática de la sociedad en el entendido de que muchas personas liberadas del sistema penitenciario están, en la práctica, "por fuera de la democracia". Explicó que esto ocurre porque esta poblacion no tiene los mismos derechos y obligaciones que el resto de la sociedad. "Los que llegan a la Dinali son porque tienen muy poca cosa afuera. El que tiene mínimamente algo afectivo, afectuoso, relacional, en general no llega", sostuvo.
El problema de la vivienda
Es sabido que muchas de las personas que salen de prisión, que no tienen un hogar o tienen sus vinculos familiares deteriorados, terminan viviendo en situación de calle, por lo cual la solución habitacional se convierte en otra de las dificultades que enfrenta esta población a la hora de reinsertarse en la sociedad. ¿Cómo encara la Dinali esta problemática? Ante este planteo, Parodi respondió que el enfoque es trabajar para que estas personas "se organicen para pelear por la vivienda", ya que se trata de "un problema estructural sin resolver desde hace décadas". "Si yo te planteo que lo voy a resolver, estaría compitiendo con Dios y es con alguien que yo no quiero competir", agregó.
Si bien el director de la Dinali aseguró que existe un acuerdo de descentralizacion y territorialidad con el Ministerio de Desarrollo (Mides) y que trabajaran en esa dirección, a nivel personal considera que debe plantearse una estrategia que supere la lógica asistencialista del Estado."El Estado es dador de derechos, y creo que hay que terminar con eso porque ¿qué pasa cuando uno da cosas? También inhabilita la posibilidad de que el otro pelee".
Si bien existen alternativas como las viviendas protegidas y pensiones ofrecidas por el Mides, Parodi considera que estos programas deben mejorar y adaptarse a las realidades de los liberados. "Tenemos que pensar, si pensamos en serio en la gente, ¿cuáles son sus costumbres, sus hábitos? Para proponer otras cosas. Pero la idea de que si yo doy laburo y la vivienda se va a resolver [ el problema de la situación de calle] es una utopía total. El ser humano es mucho más complejo", advirtió.
Confrontación ideológica
Para Parodi la delincuencia genera su propio relato y visión del mundo por lo cual se requiere una confrontación ideológica y cultural para alcanzar procesos de cambio en estas personas. "Si yo no voy a una confrontación ideológica y cultural, esto no funciona. Es decir, la delincuencia genera relato, genera concepto, genera formas de ver el mundo (...) La educación es convencer, yo creo que tan simple como eso, o por lo menos confrontar. Y como lo único que nos iguala es la discusión, discutamos todo. Pero discutir en términos democráticos. Ni te someto ni te humillo, que son dos principios de la Dinali".
Por otro lado, destacó que la educación y el apoyo a los liberados deben entenderse como procesos donde la institución brinda herramientas, pero el individuo decide cómo utilizarlas. "En la educación uno tiene que hacer todo lo que tiene que hacer y el otro hará lo que puede, ese es el principio básico de la propuesta. Uno tiene que dejar todo en la cancha y el otro hará lo que puede con eso, que fue lo que nos pasó a todos en todos los lugares que nosotros vivimos", sentenció.
Dentro de esta mirada sobre la reinserción, Parodi incluyó elementos pocas veces mencionados en las políticas públicas: deseo y placer. De acuerdo a su enfoque, generar espacios donde los liberados puedan experimentar disfrute y bienestar es clave para construir un proyecto de vida sostenible fuera del delito.
Ante la pregunta de cómo puede hacer la Dinali para generar políticas que busquen desarrollar los deseos, expresó: "Vamos a intentarlo. No sé si todos los deseos de la gente, pero por lo menos una gran parte. Yo creo que el placer está negado, y el placer es un motor nuestro. Entonces, legalicemos el placer, démosle un lugar", sugirió aclarando que podrán existir límites institucionales que no permitan abarcar ciertos deseos, pero otros podrán concretarse.
Embed - Pasaron Cosas miércoles 26 de mar 2025. La nueva gestión en la DINALI