La indignación de la Coordinadora se acentuó tras la ausencia de Martinelli en el funeral del compañero caído, lo que interpretan como una "muestra de desinterés hacia los efectivos que día a día arriesgan sus vidas en cumplimiento del deber".
Según la misiva de los sindicatos policiales, "el silencio del gobierno en redes sociales, medios de comunicación y canales oficiales refleja una inaceptable falta de compromiso, sensibilidad y apoyo hacia la familia del oficial asesinado, así como a toda la Fuerza Pública".
"Un policía caído en cumplimiento del deber es un golpe enorme para el Estado todo, mucho más cuando un Policía es brutalmente asesinado", expresa el comunicado. La indignación con respecto a este homicidio podría incrementar las tensiones latentes entre el gobierno saliente y los funcionarios policiales, que reclaman un "real apoyo" ministerial para la labor diaria en el combate a la delincuencia.