La sola mención del Club Villa Española convoca al recuerdo de entrañables figuras de la mejor tradición de la cultura y la lucha popular; el “canario Luna”, el histórico y combativo sindicato de FUNSA, lo que representó ésta fabrica para ese barrio, el desarrollo de un tejido social solidario que se mantiene hasta hoy en el anfiteatro Canario Luna, el Galpón de Corrales y el Mercado Popular de Subsistencia.
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La intervención del MEC alentado por un grupo de socios se lleva puesta toda esa historia.
La denuncia presentada entre otros por ex directivos del club y a la cual el Ministerio de Educación y Cultura dio lugar interviniendo el club, tiene un objetivo mas preocupante (y sería de esperar que el Ministro Da Silveira no lleve a cabo) que es inhabilitar a los directivos del club cuestionados a presentarse en elecciones.
Si tomáramos por valedero las razones por las cuales se intervino el club (que ameritaría una intervención por incumplimientos de plazos estatutarios en convocatoria a asambleas y elecciones en la mayoría ya no de clubes deportivos sino de múltiples asociaciones) es de esperar que un plazo no muy lejano se convoque a elecciones cumpliendo con las disposiciones estatutarias.
En abril del 2021 un vocero en nombre de los denunciantes expresó a El País que la idea de la denuncia era que el club fuera intervenido y se inhabilitara a los directivos denunciados de pertenecer al club.
Y en el fútbol, los intereses que están en juego mas allá de los resultados deportivos, se disputa por Derecho y por Hecho.
En el último partido que jugó Villa algunos de los denunciantes aparecieron con una “barra” de veinte individuos para apretar a algunos de los actuales directivos y jugadores.
Camino de éste tipo ya se han recorrido con trágicos saldos; no hace mucho un resultado electoral ungido en las urnas en el Club Atlético Cerro, fue cambiado por una invasión de los integrantes de la lista opositora a la sede y a las piñas.
Cuando el Ministerio decidió intervenir no tomó en cuenta (¿ o si?) que despejaba la cancha para quienes pretender hacerse de la conducción del club a cualquier precio.
Historiando
El secretario general de Villa Española Omar Cazarré contó a Caras y Caretas que en el 2016 plantearon la creación de la Comisión de Cultura y la revitalización de la cantina con actividades culturales donde la directiva presidida por Fabián Umpiérrez (uno de los actuales denunciantes) no se involucró pero dejó hacer.
Esa directiva entre fines de 2017 y principios de 2018 se va, una directiva que como ha pasado otras veces no había cumplido con los plazos estatutarios de llamado a elecciones, convocando en cinco años que estuvo a una o dos elecciones y una asamblea decidió extender su mandato estatutario porque como pasa en muchos clubes, a la gente que está trabajando se le extiende el mandato para que no decaiga la actividad.
“En el 2018 nos hacemos cargo del club y la situación era mucho peor de lo que nos imaginábamos” expresa Cazarré, “había solo 20 socios al día, una deuda con jugadores y técnicos de 70 mil dólares, premios prometidos sin pagar y el dinero de la televisión que se paga en cuatro cuotas, las tres cuotas del año 18 ya habían sido adelantadas, se le habían dado al club pero como no existía el balance del año 2017 nunca se supo que pasó con ese dinero”.
Cazarré sigue contando que a pesar de que intentaron averiguar que pasó con ese cobro, lograron con dificultades que el club jugara el campeonato : “Estuvimos seis meses atrasados con los sueldos, las condiciones para entrenar eran angustiantes, pero el el equipo logró mantenerse en segunda”.
En el 2018 con mucho esfuerzo lograron empezar a achicar las deudas llevando adelante una economía de guerra, con sueldos mínimos porque Cazarré pone el acento que todos los integrantes de la directiva son trabajadores y no tienen sueldo para invertir en el club y trabajan honorariamente.
Al 2020 ya tenían los sueldos de funcionarios y jugadores al día hasta el momento actual, bajando las deudas con AUF sustancialmente y habiendo saldado el embargo de la empresa Tenfield que es del año 1999, que terminaron de pagar en junio del 2021.
De aquellos 20 socios con que encontraron el club, lograron aumentar el padrón a 500.
Desde la comisión de cultura con Santiago “Bigote” López al frente, el Club Social y Deportivo desarrolló actividades de cara al barrio sin descuidar lo deportivo pero poniendo énfasis en lo social, abrió una biblioteca, llevó adelante talleres, mantuvo las actividades de boxeo que en años anteriores fue una de las sedes del programa “Nocaut a las drogas”, por el presupuesto participativo logró el arreglo de la fachada de la sede y mejoras de las instalaciones para el entrenamiento, riego automático, espectáculos culturales en la Cantina Sócrates.
Durante la pandemia desde el club se elaboraron y produjeron miles de viandas desde su olla popular.
Siguió con una tradición solidaria que hizo que en los años que el club no jugaba al fútbol (2008-2013) la directiva del momento donó a la ANEP una parte del padrón previsto para su estadio para la construcción de una escuela.
“Que el letrista no se olvide”
La decisión tan cuestionada por parte del club y el plantel de Villa Española de reivindicar la situación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, naciendo como iniciativa del plantel, de algunos directivos y socios, saliendo en el 2018 a la cancha con la consigna “Todos Somos Familiares”,tiene fuerte raíz con la historia del barrio donde el club está emplazado.
León Duarte y Miguel Mato ambos trabajadores de FUNSA y Aida Sanz, desaparecida en Buenos Aires y vecina de Villa Española, son tres de los nombres en la lista de detenidos desaparecidos que enlazan la historia de la barriada con su club social y deportivo.
Solo quienes no han comprendido como la causa de Madres y Familiares se ha hecho carne en buena parte de la sociedad uruguaya puede cuestionar la actividad llevada adelante por éste club, que no tiene la exclusividad en sumarse a las reivindicaciones.
En un plano mas profundo, para quienes dicen que Villa Española politiza el deporte con éstas actividades, cabe aquello de que con esas personas “no nos separan diferencias políticas, sino humanas”.
Firmas contra la LUC
El ministro Da Silveira, el propio presidente Lacalle y algún ex integrante de la directiva de Central Español como el director de Medios Públicos Gerardo Sotelo, han usado como latiguillo para justificar la intervención, la firma realizada por algunos jugadores del Villa contra la Ley de Urgente Consideración.
En su relato no mencionan que fueron integrantes de ésta propia directiva que aconsejaron a algunos de los jugadores firmantes de no difundir imágenes donde comprometieran la institucionalidad del Club en la campaña del 27/3.
En todo caso para los integrantes dela directiva intervenida, a ésta altura del partido lo mas preocupante no es la intervención del MEC en tanto ésta convoque a elecciones sin inhabilitaciones de cualquier índole, sino el clima de violencia que se viene instalando y que por éstas horas llevó a la renuncia del Jugador Santiago "Bigote" González, de algunos directivos y socios por amenazas de muerte.
La Mutual de jugadores ante estos hechos esta proponiendo un paro en el fútbol.