Hace 16 años, Lourdes Rapalín y Álvaro Padín emprendían un gran desafío: instalar el primer spa en medio de la ciudad. Según recuerda su directora, Lourdes Rapalín, en aquellos tiempos no existía mucha cultura de asistir a este tipo de centros y no era común relacionar la estética con la salud. Luego de años de trabajo y permanencia, se puede afirmar el éxito de este proyecto.
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«Han sido años intensos, maravillosos y a su vez muy difíciles. No se trata solo de evolucionar, sino de permanecer. Nosotros instalamos un spa en la ciudad, un spa urbano, un gran desafío, y como tal hemos tenido que trabajar mucho para obtener un resultado exitoso. Desarrollamos un sistema en el cual la persona puede vivir las mismas experiencias que en un hotel o un spa de destino, pero a minutos de su casa, de su trabajo, y obviamente esto requiere amoldarnos a los tiempos de la ciudad, a los horarios en días laborales, y la exigencia del cliente es muy distinta y tenemos que estar a la altura», contó la directora.
Rapalín explicó que hace 16 años la gente no conocía prácticamente este sistema, por lo cual debieron trabajar en informar a la gente sobre la importancia de cuidarse, no solo por motivos estéticos. «La estética es una consecuencia de la salud, que es lo verdaderamente importante», afirmó. A lo largo de los años ese concepto se fue afirmando y los clientes comenzaron a entender la importancia del cuidado personal más allá de lo estético. «Hoy nos encontramos con personas muy informadas. Muchos llegan y ya saben cuáles son las últimas tendencias en cuidado y estética y eso está muy bueno, pero para que nos elijan porque somos la mejor opción debemos estar capacitados, y así lo estamos».
Para la fundadora de Bethel Spa, la clave del éxito es la capacitación. «Nuestro gran diferencial es el factor humano y un personal en constante capacitación», sentenció.
Mujer, empresaria y política
Rapalín contó su experiencia como mujer empresaria y expresó que representa una gran experiencia y un desafío. «Como mujer, todo lo que hagas te cuesta el doble que a un hombre. Tienes que estar demostrando todo el tiempo la excelencia y la capacidad como profesional», explicó.
Por otro lado reconoció que para el rubro en el cual se desarrolló el ser mujer es muy positivo, ya que “nadie puede dar lo que no tiene”. La directora explicó que la mayoría del público es femenino y, como mujer, siempre va a entender mejor que nadie a sus clientas.
Asimismo, Rapalín habló de las responsabilidades que tiene como empresaria y de la importancia de empatizar con el resto de las personas para poder darles lo mejor. «Qué mejor que alguien que sabe lo que es lucharla día a día, vivir en primera persona lo que es la dificultad de poder emprender, de hacer malabares para pagar facturas, impuestos, levantarte todos los días con la responsabilidad de saber que al terminar ese día debes mantener cada uno de los puestos de trabajo. En mi caso, son 100 familias que dependen de Bethel. Cuando vivís la realidad que vive cualquier persona, siempre vas a entender mejor cada uno de los reclamos de la gente», explicó.
Además de fundadora y directora de Bethel Spa, Lourdes Rapalín es una de las pocas mujeres empresarias que participa activamente en la política. Con respecto a su incursión en este universo, comentó que la experiencia es similar a la de ser mujer empresaria. «Son universos muy parecidos. Como mujer, en cualquier profesión siempre se van a encontrar los mismos muros, los que hay que atravesar y abrir puertas para todas las mujeres que vienen atrás, así como alguien un día se encargó de abrir puertas para nosotras», expresó.
Nuevos horizontes
Bethel Spa, además de ofrecer un servicio de estética integral, desde hace 15 años imparte una amplia propuesta de capacitación que incluye diversos cursos como peluquería, cosmetología, aparatología, entre otros. Se transformó en la escuela de modelos con más trayectoria del país, y la que cuenta con la mayor cantidad de egresados.
«Este año estamos felices por la gran oferta en capacitación que tenemos en nuestro instituto, año a año el prepararnos nosotros mismos nos permite tener una muy buena propuesta de enseñanza. Es sumamente gratificante ver a los egresados de nuestro instituto con grandes herramientas técnicas y humanas para ingresar al campo laboral. Nosotros marcamos y resaltamos mucho el factor humano. Estamos atentos a la demanda que existe y en base a eso vamos armando nuestros cursos. Sentimos la necesidad de crear profesionales», aseguró.
Con respecto a los desafíos que tiene la empresa, Rapalín destacó la intención de continuar llevando la escuela de modelos a diferentes puntos del interior del país. Actualmente cuenta con centros en Florida, Flores, Maldonado, Lavalleja, Tacuarembó, Colonia, Rivera; también surgen de la demanda. «Año a año eran cada vez más las chicas que viajaban todas las semanas a nuestra escuela, nos convertimos en la de mayor cantidad de egresados del país, a eso le sumamos la experiencia de este año con el certamen Bethel Model Glam que fue internacional, participaron chicas de Argentina, Paraguay, Venezuela, Cuba, Brasil y muchas del interior de nuestro país. Es así que notamos que la demanda en el interior era aún mayor a la que percibíamos en nuestros salones de casa central, y decidimos concretar».
Además, adelantó que están trabajando en una App de Bethel y que tienen como objetivo concretarla este año. «Esto nos permitirá tener una comunicación aún más directa en tiempo real con cada uno de nuestros clientes. Nuestro objetivo es seguir trabajando duro para ofrecerles a nuestros clientes lo mejor, y permanecer «, concluyó la directora.