Superado los sinsabores políticos y jurídicos y con el respaldo de la familia y sus compañeros de la 711, Sendic retoma la actividad política manteniendo un bajo perfil mediático. Empezó a convocar y recorrer agrupaciones de su grupo político, dio alguna entrevista y participó en la delegación de su sector en el Congreso del Frente Amplio. Enumera algunos errores cometidos durante los gobiernos del Frente Amplio que entiende provocaron su derrota electoral, jerarquiza la iniciativa de los movimientos sociales y la movilización sindical, y advierte sobre la importancia de detener el avance el modelo regresivo que el actual gobierno lidera con su coalición multicolor.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Compromiso frenteamplista
¿Cuáles fueron los factores que explican la contundente presencia de la 711 en las elecciones internas del 2014 ?
Un factor creo que fue el trabajo que habíamos hecho en Ancap, despliegue de inversiones, el trabajo en Bella Unión para la recuperación de la caña de azúcar, el impulso a la producción de biocombustibles, la gestión petrolera. Con otros compañeros habíamos creado una especie de institución de estudios estratégicos que se llamó “Uruguay 2030”, trabajando mucho en temas de prospectiva para poder proyectar el país hacia adelante con una visión estratégica que escapaba de la visión de corto plazo y el hecho de que la 711aglutinó una cantidad de gente joven. El resultado a nosotros mismos nos sorprendió, las encuestas nos daban que íbamos a tener un 13% de apoyo y terminó siendo un 24%. Así se constituyó en un espacio nuevo que se buscaba por muchos frenteamplistas con una serie de aportes interesantes.
Ahí la tarea fue unir un nombre con un número porque en el Frente hay sectores tradicionales claramente identificados por sus listas como la 1001, la 609, la 90, y nosotros teníamos el inconveniente de tener una persona conocida, pero no el número de lista, pero lo logramos.
Inmediatamente de conocerse el resultado me llamaron Pepe y Tabaré para que integrara la fórmula.
Con Tabaré enseguida tuvimos una muy buena química y salimos a recorrer el país en la campaña Pueblo a Pueblo, yendo a todo el interior, en cada rincón y en total fueron cuatro campañas Pueblo a Pueblo. Ese elemento lamentablemente se perdió y en la última campaña frenteamplista no se hizo esa llegada al interior profundo que prestó el voto, y no se le volvió ir a pedir de nuevo la confianza.
La 711 tuvo casi un 60% de los votos en el interior del país y en parte se puede explicar porque cuando yo estuve en el 26 de Marzo había trabajado mucho en el interior, respaldando las movilizaciones que venían desde Bella Unión pidiendo la reactivación de la caña de azúcar, los papeleros de Juan Lacaze, vinculado desde muy joven al interior.
Este posicionamiento de la 711 desató todos los demonios en la interna del Frente que es una interna muy competitiva.
Partiendo de la base de cómo se construyó la fórmula Tabaré-Sendic, por un lado el líder natural de la izquierda y el dirigente del sector más votado, ¿la fórmula 2019 debió ser Martínez-Cosse?
Pienso que sí; lo natural debió haber sido eso y hubiera sido una buena complementación. En aquel tiempo nosotros nos enfrentamos a la primera postulación como candidato de Lacalle Pou, un candidato joven y nuestra fórmula integraba la veteranía de Tabaré con una figura nueva desde el punto de vista generacional.
¿Qué implicó la muerte de Tabaré para la izquierda?
Primera vez que me preguntan; a Tabaré lo conozco desde que asumió la intendencia. Tabaré fue un hombre muy de izquierda, que en un contacto estrecho y personal con él se lo veía como un hombre que odiaba la injusticia y que tomó muchas resoluciones bien de izquierda que fue evidente en su primer gobierno nacional.
En su segundo gobierno la izquierda había perdido la iniciativa política y Tabaré ya no tenía la misma fuerza. Fue un referente indiscutible y tanto él como Pepe hicieron un aporte fundamental a la construcción dela izquierda en Uruguay. Su muerte es una gran pérdida.
En el arco ideológico del Frente Amplio, ¿la 711 cómo se define?
Nosotros hicimos un documento que lo presentamos en el Frente amplio y yo lo presenté en el segundo gobierno de Tabaré; advertíamos el agotamiento del modelo económico a principios del año 2017. Nosotros representamos una izquierda racional que apunta a generar propuestas; la última fue sobre la situación de los cincuentones y el traspaso de los fondos a las AFAP. Escuchamos la propuesta de los cincuentones en un Consejo de Ministros, hicimos una propuesta en el Parlamento y luego de alguna ida y venida de Astori, Tabaré la impulsó.
Hoy nuestro principal aporte es esa visión de izquierda racional al Frente Amplio; muchos sectores tienen como límite la construcción de lo posible y yo creo que tenemos que ser capaces de construir los sueños, la capacidad de rebelarse frente al sistema e ir mas allá de lo posible, porque lo posible sigue estando dentro del sistema y el sistema está poniendo en peligro la supervivencia del planta y la especie humana. Tenemos que ir hacia un nuevo diseño de sociedad.
¿El Frente Amplio no estuvo a la altura de parapetarse ante lo que fue un embate generalizado de la derecha?
Sin dudas. El Frente tiene una gran virtud que se convierte en un problema; es una alianza de una diversidad de sectores que a su vez tienen una diversidad de visiones sobre el alcance que debe tener el proyecto político. Su virtud es que esa diversidad engloba a una parte importante de la sociedad, pero al mismo tiempo dificulta la construcción de un relato común, por ejemplo sobre lo que habíamos hecho. Algunos dicen que nos quedamos cortos en algunas propuestas, pero por ejemplo en Ancap hicimos todas las inversiones que decía el programa del Frente y lo único que nos quedó en el debe fue la planta de portland de Paysandú y hablan de excesos de gastos y eso muestra la dificultad para construir un relato que no se puede transmitir, no se puede defender.
Pasó en Ancap, pero pasó en muchas otras cosas y no pudimos salir a convencer a la gente, perdiendo la iniciativa política en el tercer período de gobierno.
Los tres gobiernos
¿Cómo caracterizarías los tes gobiernos del Frente Amplio?
El primero fue la aplicación de una batería de propuestas que no le dio respiro a la derecha; reforma del sistema previsional, reforma tributaria, reforma del sistema de salud con un sistema nacional integrado, de la seguridad en el país, de la educación, el Plan Ceibal, reforma y descentralización de la Universidad, reforma de las relaciones laborales, inversiones en las empresas públicas, transformación de la matriz energética, direccionamiento de la inversión privada para el desarrollo del interior, creación del Ministerio de Desarrollo Social.
El segundo período, con Pepe, con el crecimiento de la base económica del país permitió abocarse a nuestra sensibilidad con los derechos del trabajador rural, las trabajadoras domésticas, el matrimonio igualitario y todo lo que se conoció como la agenda de derechos.
En el tercer gobierno todo ese impulso transformador se empieza a apagar. No fuimos capaces de que los ricos hicieran el aporte que tenían que hacer en ese proceso durante los tres gobiernos con una reforma profunda del sistema tributario a pesar de los importantes cambios, pero los ricos siguieron acumulando mucha riqueza como siguen haciendo hoy.
Las políticas sociales las bancaron los sectores medios de la sociedad, los trabajadores, los profesionales, los universitarios. Un análisis a tiempo nos hubiera permitido construir una nueva agenda de cambios que profundizara el modelo. No lo pudimos hacer y perdimos la iniciativa politica y la derecha generó una base social con parte del descontento en sectores de la ciudad y el campo que terminó arrebatándonos la continuidad en el gobierno.
Debimos dar un debate interno a tiempo. Cuando el proceso de inversión pública se enlenteció, se nos venía encima el período electoral, no pudimos revisar el sistema tributario, algo que todo el mundo está haciendo.
La tierra
Vos venís de un “abolengo” que tiene que ver con los temas de propiedad de la tierra.
Si uno mira el proceso de extranjerización de la propiedad de la tierra, su mayor período de concentración fue bajo nuestros gobiernos. A pesar del esfuerzo de fortalecer el Instituto de Colonización instalando colonias y comprando tierras, el tema sigue pendiente y deberá estar en la agenda del nuevo gobierno, al igual que el tema del agua y de los recursos naturales.
En nuestra experiencia en Bella Unión instalamos colonias con trabajadores de la caña de azúcar y pequeños productores y en Paysandú mediante ALUR aseguramos que la producción de los pequeños productores tuviera la seguridad de su compra por parte de la industria convirtiéndose en una suerte de seguro para ellos y les permite mantenerse viviendo en el campo.
Hay que lograr la estabilidad de los pequeños productores y los trabajadores rurales para preservar el entramado social del medio rural.
El tema de los biocombustibles está en el adn de los Sendic.
Sí, recuerdo escritos del Viejo Sendic tomando el modelo brasilero de la producción de alcohol a partir de la caña de azúcar, de la remolacha azucarera y yo soy un convencido de eso, sobre todo de la caña de azúcar, que une dos elementos estratégicos: el azúcar como fuente principal de energía humana y la producción de alcohol que es un buen sustituto para la importación de petróleo y además de todos los derivados.
Yo creo que el mundo va hacia una nueva crisis energética mirando el consumo energético en China, por ejemplo, y es un error garrafal de este gobierno ir hacia la reducción y desaparición de las mezclas con biocombustibles. Son proyectos que no se pueden mirar tomando el precio del petróleo del momento sino que deben mirarse en una mirada estratégica como sociedad con soberanía y autodeterminación.
Según Raúl Batlle, UTE es el gran competidor de Ancap en la medida que el mundo va hacia el uso de la energía eléctrica desplazando los combustibles.
Se puede avanzar en la diversificación de la matriz energética -que ya lo hicimos- con los molinos de viento, paneles solares, la biomasa, pero siempre requieren de un respaldo térmico en base a petróleo, porque esa energía es muy variable incluso a lo largo del día. Para avanzar en los molinos de viento, por ejemplo, UTE tuvo que fortalecer la Central Batlle e instalar la planta de Punta del Tigre. Ojalá tenga razón Batlle y contemos en mayor medida con la energía eléctrica, pero necesitamos ese respaldo a lo largo del día y de la estacionalidad por que cambia la intensidad de los vientos, de la luz solar, etc. Un mérito del Frente fue lograr que hoy exportemos energía.
Vamos a tener que mantener la infraestructura del petróleo, aunque no la usemos, que sería el mejor escenario.
Gonzalo Civila
¿La 711 se está rearmando para las internas?
Sí, tenemos agrupaciones en todo el país y la presencia de Felipe Carballo como diputado. Alguna vez pensé en dejar la política, pero hay una cantidad de gente que fue y es muy leal y me convenció de volver para intentar que la 711 siga haciendo su aporte de una visión de país.
Yo no tengo aspiraciones personales porque ya ocupé todos los lugares institucionales que pude ocupar y mi aporte será colaborar a reconstruir la 711. Pienso que el Frente debería saltearse toda una generación para su dirigencia porque tiene mucha gente joven golpeando la puerta para hacer su aporte; ya tuvimos la generación con las figuras de Pepe, de Astori, de Tabaré, que hicieron una enorme contribución, pero el Frente no fue capaz de salir de esa modalidad.
El Frente tiene muchos dirigentes, pero poco liderazgo; yo creo que la izquierda está como a principio de este siglo, en un proceso de acumulación donde debe construir liderazgos en un nuevo escenario y desafiante. Estoy poniendo atención en las movilizaciones del campo a la ciudad, movimientos en defensa de la igualdad de género, de los derechos humanos, mucha gente joven en el movimiento sindical y con mayor participación en esos espacios que en la estructura de la izquierda y en particular del Frente Amplio. Empiezan a resurgir nuevas luchas que va a ver que dar y pasa en todo el continente, por ejemplo la lucha de los mapuches en Chile incluso con una mujer indígena presidiendo la constituyente, el triunfo del maestro Castillo en Perú indica que hay un nuevo escenario donde no está todo dicho.
Decidimos respaldar a Civila, pero pienso que tenemos muy buenos tres candidatos, aunque en su momento pensaba que Fernando debería quedarse en el Pit-Cnt por lo que fue su papel en la recolección de las firmas contra los 135 artículos de la LUC.
Gonzalo es de estas nuevas generaciones que están golpeando la puerta, tiene posiciones de izquierda bien definidas, dio una batalla interna dentro del Partido Socialista y obtuvo la mayoría, tiene una visión de futuro interesante mencionando una agenda poscapitalista que puede ser la nueva agenda y desarrollar alianzas para un espacio de izquierda que incida en el camino que tome el próximo gobierno.
Lo de Gonzalo es una propuesta desafiante porque arranca de las minorías y nunca les hemos hecho asco a los desafíos.
¿Hay una apuesta a la creación de un espacio?
Sí, claro, si logramos una campaña coordinada y un acuerdo sobre una nueva agenda, pero el primer objetivo es es que Gonzalo sea presidente del Frente, y de lo contrario trabajaremos por esos objetivos.