La organización religiosa Christian Aid Ministries confirmó que 17 empleados suyos, incluidos 16 estadounidenses y un canadiense, fueron secuestrados el sábado en Haití. “Pedimos una oración urgente para el grupo de trabajadores de Christian Aid Ministries que fueron secuestrados durante su viaje de visita a un orfanato el sábado 16 de octubre, (…) el grupo de 16 ciudadanos de EEUU y un ciudadano de Canadá incluye a cinco hombres, siete mujeres y cinco menores», dice el comunicado.
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Horas antes la portavoz de la policía de Haití, Marie Michelle Verrier, afirmó que las autoridades del país caribeño siguen sin poder confirmar de manera oficial las informaciones de la prensa sobre el secuestro de los misioneros estadounidenses.
A la vez Verrier informó que las fuerzas policiales están investigando y lamentó que en muchas ocasiones los familiares y cercanos a las víctimas traten directamente con los secuestradores para liberar a los rehenes.
A pesar de sus declaraciones la vocera confirmó que una persecución protagonizada por una patrulla de la Brigada de Lucha contra el Tráfico de Drogas contra un automóvil supuestamente implicado en el secuestro.
El grupo religioso Christian Aid Ministries estuvo envuelto en un escándalo en 2019, luego que uno de sus misioneros, Jeriah Mast, confesara que abusó sexualmente de niños mientras trabajaba en Haití, y sus supervisores tenían conocimiento.
En la carretera
El rapto ocurrió en la carretera de Ganthier, cuando individuos fuertemente armados bloquearon las rutas de Carrefour Boen y de La Tremblay 17, y aprehendieron a los ocupantes de varios vehículos en una zona bajo la influencia de la banda 400 Mawozo, una de las más peligrosas de Haití y que opera a 11 kilómetros de la capital.
Esta pandilla fue responsable en abril último del secuestro de otro grupo de religiosos en el territorio entre los que se encontraba un sacerdote y una monja de origen francés.
Haití vive una escalada violenta a manos de las bandas que pujan por el control de vastos territorios de Puerto Príncipe, ante la inacción de las autoridades que tras el magnicidio pidieron en varias ocasiones el envío de tropas estadounidenses.
Desde enero a setiembre se registraron cerca de 630 secuestros, entre ellos de 29 extranjeros, pero las últimas semanas los casos se recrudecieron, a pesar de que las bandas prometieron una tregua.
(Vía Sputnik)
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