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En esta instancia, se realizó una puesta a punto sobre la situación alimentaria en los diferentes territorios y se concluyó que, a pesar de la reactivación de la economía que anuncia el gobierno, el hambre sigue presente en los barrios, por lo que las ollas continúan siendo necesarias.
En diálogo con Caras y Caretas, Cecilia Sarasola, integrante de la Red de Ollas al Sur, explicó que una de las resoluciones que se tomó en este encuentro fue la de realizar una movilización en setiempre "para reclamarle al Estado que se haga cargo de la situación".
"El encuentro fue un espacio muy productivo porque se dan pocas instancias de encuentro presencial entre las personas de las ollas de todo el país. En esta oportunidad, participaron alrededor de 400 personas e intercambiamos sobre las diferentes experiencias, números, insumos y las necesidades que se están presentando en los distintos territorios".
Sarasola señaló que el último informe de Solidaridad UY -organización sin fines de lucro que integra la Coordinadora Popular y Solidaria-fue "contundente" en el sentido que confirmó una realidad que quienes sostienen las iniciativas populares ya percibían: "que la cosa sigue exactamente igual, tanto las ollas populares como la cantidad de porciones demandadas registran un crecimiento sostenido".
La vocera, que participa activamente en una olla ubicada en Ciudad Vieja, aseguró que esta realidad se observa día a día. "Este domingo, con el fin de mes, las porciones entregadas se duplicaron. Usualmente se entregan 400 porciones y ayer fueron 800".
Con respecto al objetivo de la movilización, Sarasola aclaró que "no se trata de pedir más recursos, sino de que el Estado se haga cargo realmente de la situación, ya que cada vez hay más hambre".
Por otro lado, aseguró que los recursos que se destinan a las diferentes iniciativas populares, a través de la ONG Uruguay Adelante, "no cubren las necesidades, y lo saben". "Si bien existe un reclamo también en ese sentido, la realidad es que las ollas populares no deberían existir. Iniciamos esta tarea de forma momentánea y hace tres años funcionamos como si fueramos una política pública, y no lo somos".