¿Cómo son?
Los nuevos contenedores son metálicos, de levante lateral y cuentan con un diseño que los vuelven más robustos y menos ruidosos para el entorno. A su vez, poseen menos elementos, lo que genera que su mantenimiento sea más simple (por ejemplo, no tienen pedalera).
También cuentan con un sistema de bloqueo de tapas para evitar el ingreso de personas y reducir la extracción de residuos, lo que disminuye el principal problema de limpieza e higiene alrededor de los contenedores.
Otra característica es que presentan dos aberturas rectangulares frontales para el ingreso de residuos únicamente del lado de la vereda.
Cada abertura tiene un tamaño aproximado de 50 x 30 centímetros, orientada a que los residuos depositados sean únicamente bolsas de desechos mezclados domiciliarios. De esta forma, se reduce el riesgo de retiro de los mismos luego de haber sido desechados.