La búsqueda de la joven sanducera Giuliana Lara y de su hijo Mateo Miños tuvo el final más trágico y menos esperado. Ambos aparecieron muertos en un descampado situado al sur de la ciudad de Paysandú. Presentaban heridas de arma blanca.
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Giuliana de 27 años y Mateo de ocho habían desaparecido en la noche del lunes. A partir de ese día se registraron movilizaciones de los vecinos y comenzó una búsqueda que culminó con el hallazgo. Los cuerpos fueron hallados en las inmediaciones de la playa La Mayea y en medio de la maleza, cercana al arroyo Sacra.
Hasta el momento el principal sospechoso es el hermano de la joven quién está detenido. Este estuvo detenido el jueves pero quedó en libertad al no hallar la fiscal elementos de prueba. Ahora se sabe que utilizaba la moto de su hermana y que en su vivienda se encontraron pertenencias de su hermana y su sobrino manchados de sangre. El hombre niega toda responsabilidad.
Fue el padre de la joven quién hizo la denuncia de la desaparición el martes. El principal sospechoso siempre fue el hermano de Giuliana, quien convivía con ella. Incluso y fue visto a bordo de la moto de ella, horas después de su desaparición.
Este hombre fue localizado en el vecino departamento de Salto donde se le notificó que debía presentarse a declarar en Paysandú, lo que no hizo. El el jueves fue detenido y conducido a declarar.
Según informó Telemundo el hermano y tío de las victimas fueron detenidos. De acuerdo al informe las imágenes de las cámaras de vigilancia lo sitúan donde se encontraron los cuerpos.
Señala el informe que Giuliana y su hermano tenían una muy mala relación pese a que vivían en la misma casa, heredada de su madre.
El caso está a cargo de la fiscal Cecilia Irigoyen.