Siembra de nubes: la propuesta de una empresa chilena para Uruguay

Según la propuesta "técnica, ampliamente utilizada en muchos países desde hace décadas y respaldada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), es la única que actúa como una fuente alternativa de agua dulce, que posteriormente se deriva hacia todo el sistema hídrico, a través del incremento de las precipitaciones atmosféricas".

El criterio científico y técnico sostienen es "hacer llegar el nucleante a los niveles de concentración de los mayores volúmenes de agua “sobreenfriada”, es decir agua que permanece en estado líquido, a pesar de estar a temperaturas negativas, como también de las zonas más inestables y activas dentro de la masa nubosa. El Yoduro de Plata, dada su conformación molecular muy similar a la del agua, actúa como agente de congelación por lo que al tomar contacto con las partículas de agua sobreenfriada, provoca el cambio de estado de esta a sólido (hielo), generando una pérdida de calor latente el cual se traspasa al medio (nube), aumentando su temperatura y con ello, su nivel o grado de inestabilidad. Esta última, la inestabilidad, es un factor fundamental del proceso de formación de las precipitaciones, en que mientras mayor sea el grado de inestabilidad de una masa nubosa, mayor es su capacidad de producir precipitación".

La siembra se produce de tres maneras:

- Aérea, con la utilización de aeronaves

- Terrestre. Mediante el uso de generadores terrestre.

- Mixta, utilizando las dos modalidades anteriores.

Tanto la modalidad aérea como la terrestre están plenamente probadas y, en base a la experiencia internacional, más que alternativas separadas, son complementarias, logrando incrementos que superan el 25% de incremento de las precipitaciones cuando se aplican en conjunto. Cada una por separada también son totalmente factibles de aplicar y poseen total eficacia, diferenciándolas principalmente el costo operacional.

Por separado sus incrementos son el torno al 15% por sobre las precipitaciones que habrían caído en forma natural. La modalidad aérea supera entre 3 a 5 veces el costo operacional por sobre el terrestre. De acuerdo con lo informado desde Uruguay, la modalidad aérea contempla el uso de una aeronave Pilatus PC-7U “Turbo Trainer”, de la Fuerza Aérea, el cual cumple todas las condiciones necesarias para realizar la Siembra de Nubes, siendo una de las principales un techo de vuelo de al menos 5.000 msnm, que el Pilatus cumple sin problema. La modalidad terrestre, de acuerdo con la superficie a cubrir (aprox. 5.000 km. cuadrados), requeriría una red conformada por 20 equipos".

Si bien el plan requiere de actualizaciones los costos estimados rondan las siguientes cifras:

Modalidad aérea: Se estima preliminarmente, ya que es necesario actualizar el valor actual de las bengalas: USD $ 180.000 mensual. No considera horas de vuelo ni personal aeronáutico.

Modalidad terrestre: Costo de operación: USD$ 90.000 mensual. Incluye todos los aspectos operativos, tales como personal, alojamiento, insumos (acetona, yoduro de plata, etc.), repuestos, pasajes, viáticos, etc..

Modalidad Mixta: Algunos ítems es posible aprovecharlos en ambas modalidades, por lo cual el costo es de USD $ 240.000 mensual. Con las mismas observaciones anteriores. Tanto para el sistema aéreo como el terrestre, hay que agregar un costo único inicial referido en el caso aéreo, a la habilitación de la aeronave con los respectivos racks de bengalas, con su correspondiente panel de operaciones, más la instalación. Con costo inicial estimado de USD$250.000.

Los antecedentes de esta tecnología según el informe , "es innovadora en Sudamérica, pero ya tiene muchos años de aplicación en otras partes del mundo: China tiene el 70% de su territorio cubierto por estos sistemas de siembra de nubes. Israel ha logrado una floreciente agricultura en un clima casi desértico. Estados Unidos lo viene aplicando como programas regulares desde hace más de 50 años. Japón lo usa principalmente para el llenado de embalses para la generación hidroeléctrica, lo mismo que Australia. Arabia Saudita está experimentando con drones con al parecer mucho éxito…y así son más de 100 países en el mundo que aplican esta tecnología y cada día se incorporan más. Chile cuenta con el programa en base a generadores terrestres más extenso que se haya ejecutado, con 22 años de aplicación, por lo que posee una suficiente data histórica para realizar evaluaciones muy confiables".

El informe menciona no traer consecuencias para el ambiente.

Voces expertas en temas ambientales sin embargo advierten que "en un país como Uruguay, producir lluvia artificial requiere ciertos costos que no serían rentables para nuestra economía, sobre todo teniendo en cuenta que están entre los 90 millones y 240 millones de dólares al mes. No debemos apresurarnos y bajar los brazos. Quizá las precipitaciones naturales se produzcan en Agosto y alcancen los milímetros para cargar esos embalses de agua dulce que alimentan el área metropolitana.

Para reflexionar un poquito en conjunto; ¿Qué pasaría con el ciclo hidrológico si nosotros aplicamos siembra de nubes para las precipitaciones?, No olvidemos que las alteraciones en el ambiente y a nuestro sistema atmosférico conllevan a grandes impactos que no podemos predecir aún pero si podemos investigar sobre qué ocurre en otros países que sí se aplica la lluvia y/o sacar nuestras propias hipótesis.

Desde Chile profesionales en meteorología estudiaron con cautela que las nubes con yoduro de plata pueden garantizar las reservas hídricas de Paso Severino en este caso, podríamos también decir y Aguas Dulces pero en contraposición al provocar precipitaciones (lluvias o pluviosidad) en estos lugares se estaría privando a otras zonas del país de precipitación o humedad natural al “exprimir” la nube antes de tiempo, ( no se cumpliría el ciclo hidrológico al que cité más arriba) lo que podría llegar a generar sequías o variaciones en el clima de regiones enteras si se abusa de este sistema".