En su audición semanal, Sturla defendió la colocación del monumento y rechazó tajantemente que haya un intento de “apropiarse” de un espacio por parte de la Iglesia Católica. Consideró que esta acusación es “un pasito atrás en la conciencia uruguaya”. Luego se refirió a otras manifestaciones religiosas y la instalación de monumentos como Yemanjá o la imagen de Confucio, con las que “nunca se suscitó un tema de laicidad si, laicidad no”. “No recuerdo cuando hace 20 años se puso Yemanjá, que salió por 26 votos en 28 (en la Junta Departamental de Montevideo), que se discutiera sobre la laicidad. En otros monumentos que si bien no son específicamente religiosos, sí tienen que ver con comunidades colectividades muy arraigadas en nuestra tierra como la comunidad armenia o judía, nadie habló de la laicidad. La Iglesia Católica propone poner un monumento a la virgen, y ahí parecería que surge enseguida la polémica: se habla de invadir el espacio público, de apropiación” dijo. Además, Sturla – que hoy viaja a Roma para reunirse con Francisco I – agregó que “es clarísimo que la laicidad tal como la viene madurando y entendiendo el Uruguay en su mayoría, es la pluralidad de expresiones en el ámbito público, la convivencia sana, tolerante, respetuosa, amigable que hay en la sociedad civil entre las distintas opciones políticas, religiosas y sociales”. El arzobispo destacó el apoyo recibido por los diputados Víctor Semproni (Frente Amplio), Valentina Rapela (Partido Colorado), Pablo Abdala (Partido Nacional) y Daniel Radío (Partido independiente), debido a que “apoyaron justamente basándose en la laicidad bien entendida”. Mientras tanto, el diputado colorado Ope Pasquet, entrevistado por El País, manifestó su oposición al proyecto. «No se trata de prohibir las manifestaciones públicas de la religiosidad como puede ser la procesión de Corpus Christi. No tengo ningún inconveniente. Pero no se puede sacar al Estado de la neutralidad y dar un espacio público a una confesión» aclaró. La imagen de la virgen El pasado 5 de febrero, la Intendencia de Montevideo (IM) envió el proyecto de decreto a la Junta Departamental para conseguir la autorización. La Unidad de Patrimonio consideró que el proyecto es viable dado que se integra «al contexto general del espacio público». En caso de aprobación, la estatua medirá como 3, 80 metros de alto, la altura más alta permitida por la IM. Será colocada en la rambla Armenia y Tomás Basañez, en un predio sobre el puerto de Buceo.
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