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Continúa el conflicto

Suntma retuvo durante horas un barco congelador en el puerto de Montevideo

El Suntma exigió sustituir la tripulación designada por la empresa; el conflicto expone la puja por el control de las bolsas de trabajo en el sector.

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Caras y Caretas Diario

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El conflicto sindical en la pesca volvió a tensar los muelles del puerto de Montevideo. Este miércoles por la mañana, dirigentes del SUNTMA pesquero detuvieron la salida del barco congelador “Solís II”, de bandera uruguaya pero con capitales españoles, durante casi cuatro horas, en rechazo a la tripulación que la empresa Pescaderías Belnova había designado para la zafra.

Los sindicalistas reclamaron que los 37 tripulantes elegidos por la firma descendieran y fueran reemplazados por personal agremiado. La presión generó una pulseada inmediata: uno de los accionistas de la empresa ordenó la bajada de toda la dotación y anunció que el barco quedaría en tierra. Sin embargo, tras una negociación telefónica, el gremio logró que se incorporaran dos marineros más vinculados al sindicato. Finalmente, la embarcación zarpó a la hora 13 con 39 tripulantes a bordo.

La disputa no se limitó al Solís II. Ese mismo día partió también el Solís IV, el barco más moderno de la flota uruguaya, y el martes había zarpado hacia Buenos Aires el Río Solís III, de la empresa Ciupsa, para someterse a reparaciones en el astillero Tandanor, una inversión estimada en US$ 600.000 que, sumada a trabajos ya realizados en Uruguay, eleva a US$ 2,6 millones el gasto en mantenimiento de la compañía. Según fuentes del sector, una vez reparado, el buque permitirá la generación de unos 35 empleos directos a bordo, además de la actividad indirecta en logística y servicios.

Suntma sigue pujando

Aunque el sindicato levantó el conflicto el pasado lunes 18 de agosto, las empresas pesqueras mantienen la decisión de renovar sus plantillas. El núcleo de la disputa es el control sobre la bolsa de trabajo: hasta hace poco, el gremio funcionaba como intermediario exclusivo en la designación de tripulantes.

Los empresarios argumentan que esa dinámica derivaba en favoritismos y bloqueos de zafras si el sindicato no avalaba la salida de un barco. “El gremio oficiaba como una empresa de reclutamiento”, señaló un empresario a la Cámara de Industrias Pesqueras.

Con la implementación del programa “Uruguay Pesca”, las compañías comenzaron a reclutar personal a través de un sistema de inteligencia artificial que selecciona aspirantes según un ranking de desempeño. Los marineros luego son entrevistados en forma presencial por las empresas, lo que les permite elegir sin pasar por la mediación sindical.

La Cámara de Industrias Pesqueras ya suministró al menos 20 candidatos para cubrir nuevos embarques, y se espera que en los próximos días comiencen a operar cuatro parejas de barcos costeros, con al menos la mitad de sus tripulantes reclutados bajo este nuevo esquema.

El episodio del Solís II refleja que, pese a la tregua declarada, la tensión entre empresarios y gremio continúa latente.

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