Suntma sigue pujando
Aunque el sindicato levantó el conflicto el pasado lunes 18 de agosto, las empresas pesqueras mantienen la decisión de renovar sus plantillas. El núcleo de la disputa es el control sobre la bolsa de trabajo: hasta hace poco, el gremio funcionaba como intermediario exclusivo en la designación de tripulantes.
Los empresarios argumentan que esa dinámica derivaba en favoritismos y bloqueos de zafras si el sindicato no avalaba la salida de un barco. “El gremio oficiaba como una empresa de reclutamiento”, señaló un empresario a la Cámara de Industrias Pesqueras.
Con la implementación del programa “Uruguay Pesca”, las compañías comenzaron a reclutar personal a través de un sistema de inteligencia artificial que selecciona aspirantes según un ranking de desempeño. Los marineros luego son entrevistados en forma presencial por las empresas, lo que les permite elegir sin pasar por la mediación sindical.
La Cámara de Industrias Pesqueras ya suministró al menos 20 candidatos para cubrir nuevos embarques, y se espera que en los próximos días comiencen a operar cuatro parejas de barcos costeros, con al menos la mitad de sus tripulantes reclutados bajo este nuevo esquema.
El episodio del Solís II refleja que, pese a la tregua declarada, la tensión entre empresarios y gremio continúa latente.