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Mundo Bolsonaro | Donald Trump |

Cada día más hundido

Encuentran evidencia de que Bolsonaro se alió con Trump en la trama contra el Poder Judicial

Entre las pruebas recabadas por la PF se encuentra una solicitud de Bolsonaro al abogado de Trump para que le ayudara a redactar una nota de agradecimiento tras el anuncio del arancel del 50% a los productos brasileños.

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La mañana del 20 de agosto amaneció con un ruido que aún resuena en los pasillos de Brasilia. La Policía Federal divulgó un informe que abre una grieta profunda en la ya convulsionada escena política brasileña: Jair Bolsonaro no solo habría conspirado contra las instituciones locales, sino que lo habría hecho bajo el ala de Donald Trump.

El documento, revelado por el portal Metrópoles, exhibe un entramado de mensajes entre el expresidente brasileño y el abogado Martin de Luca, representante de las plataformas Rumble y Trump Media & Technology. No se trata de simples intercambios protocolares. Las conversaciones, que incluyen audios y llamados, sugieren que Bolsonaro buscaba apoyo extranjero para doblegar al Supremo Tribunal Federal (STF) y detener las investigaciones sobre el fallido intento de golpe de 2022.

Los pedidos de Bolsonaro al abogado de Trump

Entre las pruebas más llamativas, aparece un pedido casi insólito: Bolsonaro rogó al abogado vinculado a Trump ayuda para redactar un comunicado de agradecimiento al magnate republicano luego de que Washington impusiera un arancel del 50% a los productos brasileños. Quería, según consta en el informe, que el texto incluyera elogios al entonces presidente estadounidense y una frase que parece condensar toda su estrategia política: “la libertad está muy por encima de las cuestiones económicas”.

Pero el diálogo no quedó en gestos retóricos. Los mensajes también muestran un frente común contra el juez Alexandre de Moraes, convertido desde hace años en la némesis de Bolsonaro. Links, artículos y críticas al magistrado circularon entre el exmandatario y De Luca, con la promesa de contacto directo “cuando quisiera”. Incluso hubo una llamada de más de ocho minutos el pasado 15 de julio, evidencia suficiente para que la Policía Federal señalara un intento coordinado de presión sobre el poder judicial brasileño.

Informe de la Policía Federal

En su informe, la PF no escatima en contundencia: “Bolsonaro actuó, durante un período relevante, de forma subordinada a las reivindicaciones de un grupo extranjero, con el fin de implementar acciones de coerción contra miembros del Supremo Tribunal Federal”, sostiene el documento.

La jornada no terminó ahí. Ese mismo día, la Policía Federal formalizó una nueva acusación contra Jair Bolsonaro y su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro (PL-SP), por presunta coacción en el proceso que investiga el intento de golpe y la abolición del Estado de derecho. La hipótesis es clara: padre e hijo buscaron respaldo en Washington para promover represalias contra las autoridades brasileñas y entorpecer los juicios que hoy pesan sobre el expresidente.

Con esta nueva embestida judicial, Bolsonaro queda cada vez más cercado. Ya no solo enfrenta la etiqueta de líder de una organización criminal que intentó romper la democracia brasileña en 2022; ahora carga con la sospecha de haber actuado como un engranaje subordinado en una trama internacional.

El telón de fondo es tan inquietante como revelador: un expresidente brasileño que, lejos de defender la soberanía nacional, buscaba aliados en el extranjero para socavar a sus propios jueces. La historia, que mezcla conspiración, poder y dependencia, sigue escribiéndose en el Supremo Tribunal Federal.

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