El Supremo Tribunal Federal de Brasil anuló las condenas que pesaban contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), que podrá ser candidato en las elecciones presidenciales del año que viene.
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Después de casi cinco horas de deliberaciones, de los 11 jueces que componen el Supremo, ocho votaron a favor de anular las condenas y tres en contra.
El pasado mes de marzo, uno de los jueces del Supremo, Edson Fachin, anuló las condenas que se habían dictado contra Lula en la Justicia Federal de Curitiba (sureste) alegando que esa corte no tenía competencias para juzgar y condenar al expresidente.
La corte de Curitiba (con el exjuez Sérgio Moro al frente) debía centrarse en los desvíos ocurridos en la petrolera semiestatal Petrobras, y Fachin consideró que como los procesos sobre Lula no tenían relación directa con esas irregularidades deberían haberse juzgado en Brasilia.
Tras la anulación de las condenas, que Lula y su entorno celebraron como un éxito tras años de batalla judicial, la Fiscalía presentó un recurso para anular la decisión y mantener a Lula condenado.
Recurso anulado
El jueves el plenario del Supremo analizó ese recurso, empezando por Fachin, el relator del caso, que desestimó los argumentos de la Fiscalía y se reafirmó en su posición.
La mayoría de los jueces estuvieron de acuerdo, a excepción de Kássio Nunes Marques, nombrado recientemente por el presidente Jair Bolsonaro que, de momento, fue el único que votó a favor de que Lula siga condenado.
Con la mayoría en su favor, Lula recupera definitivamente sus derechos políticos y al día de hoy podrá ser candidato en las elecciones presidenciales de octubre del año que viene si así lo desea.
No obstante, los procesos no fueron anulados, tan sólo las condenas, por lo que las pruebas recopiladas durante la fase de instrucción podrían aprovecharse por los nuevos jueces que asuman los casos, que eventualmente podrían volver a condenar a Lula.