Trump ha recibido numerosas críticas por resistirse a llevar un cobertor facial para dar ejemplo a muchos de sus seguidores, que consideran que cuando se les obliga a llevarlo se está violando su libertad individual.
Según informes de prensa, el presidente dijo en marzo a sus asesores que llevar mascarilla podía “dar una imagen de debilidad”, y algunos analistas creen que su reticencia a ponérsela tiene que ver con una idea mal entendida de la masculinidad.
En términos absolutos, EEUU sigue siendo el país del mundo más afectado por la pandemia con más de más de 3,8 millones de casos y más de 140.800 fallecidos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Además, los casos se han multiplicado en las últimas semanas en los estados del sur y oeste de EEUU, donde algunos hospitales están al límite de su capacidad.
Trump se ha negado a delinear una estrategia nacional para hacer frente al virus y ha recibido numerosas críticas, que se reflejan en los resultados de las encuestas para las elecciones de noviembre, en las que el mandatario opta a la reelección y se enfrenta al virtual candidato demócrata Joe Biden.
Biden aparece unos nueve puntos por delante de Trump en intención de voto, de acuerdo con el promedio elaborado por la web Real Clear Politics.
Ante esa situación, Trump parece que quiere cambiar de estrategia y hoy mismo anunció que volverá a dar ruedas de prensa diarias para informar sobre la situación del coronavirus.
Al comienzo de la pandemia, el mandatario y otros miembros del Gobierno ofrecieron conferencias de prensa diarias para informar sobre el virus, pero esos eventos se interrumpieron hace tres meses cuando algunos estados comenzaron a reabrir sus economías.