Ucrania rechazó el ultimátum ruso de entregar la ciudad de Mariúpol, que está siendo asediada. Un nuevo bombardeo dejó ocho muertos en un centro comercial de Kiev, la capital ucraniana, informó AFP.
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Casi 350.000 personas están atrapadas sin agua ni electricidad en la ciudad portuaria de Mariúpol, bombardeada por las tropas rusas desde hace casi un mes.
El mando militar del Kremlin había advertido a las autoridades de Mariúpol que tenían hasta «las 5 de la mañana (…) del 21 de marzo» para responder a ocho páginas de demandas. Según responsables ucranianos aceptarlas equivaldría a una capitulación.
La vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, rechazó el ultimátum ruso y dijo que Moscú debería, en cambio, permitir que los residentes atrapados puedan salir.
Los defensores de Mariúpol han «desempeñado un enorme papel en la destrucción de los planes del enemigo y en la mejora de nuestra defensa», dijo el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov. «Hoy Mariúpol está salvando a Kiev, Dnipro y Odesa. Todo el mundo debe entenderlo», aseguró.
Mariúpol es un objetivo clave en la guerra del presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania porque constituye un puente terrestre entre las fuerzas rusas en Crimea al suroeste y el territorio controlado por Rusia, al norte y al este.
Mientras tanto, Ucrania llamó a China a «desempeñar un papel importante» para poner fin al conflicto.