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Uruguay Crece Contigo: contra la infantilización de la pobreza

En 2004, según datos de Unicef, 12.000 niños menores de cinco años vivían por debajo de la línea de indigencia y uno de cada diez bebés de cinco años padecían de desnutrición crónica, cifra que aumentaba a 16,7% si se tenían en cuenta a los menores de cinco años.

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En otras palabras, se trata del hambre, parte de un proceso de infantilización de la pobreza, que llegó a niveles críticos tras la crisis de 2002, pero que se venía procesando desde más allá en el tiempo.

De esa situación desesperante partió el programa Uruguay Crece Contigo, que opera en la órbita del Mides. Pese a no haber podido erradicar un drama que es estructural, entre 2012 y 2015 subió de 28% a 45% el índice de seguridad alimentaria en niños. Pese a los esfuerzos realizados por el programa, la OPP reportó que a comienzos de 2016, 4% de los niños menores de cuatro años todavía vive en hogares con alta inseguridad alimentaria. No obstante, el programa de Acompañamiento Familiar (auxiliar del Mides), que duró tres años, mejoró 50% la diversidad de alimentos y la frecuencia en las que se consumen, 91%.

El programa permitió bajar el índice de anemia en una población de 3.680 menores de cuatro años, cifra que ahora se ubica en 11%.

A comienzos de 2016, un total de 18.659 beneficiarios directos y 28.430 indirectos habían sido atendidos por Uruguay Crece Contigo, incluyendo también trámites de documentación para embarazadas y el seguimiento del carné de vacunas.

El último informe de Unicef, de 2016, estimó que el indicador de pobreza infantil, que en 2006 era de 50%, había descendido a 18%. Sin embargo, sigue siendo más del doble de la pobreza en adultos, que en 2015 era de 7%.

La especial atención que Uruguay Crece Contigo dedica a las madres embarazadas y a los niños hasta los cuatro años se basa en que ese período es clave para el desarrollo físico, neuronal y emocional de los seres humanos. Los daños que se generan en esta etapa son irreversibles y los costos individuales, familiares y sociales de ese rezago se pagan con rezago, pero inexorablemente.

 

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