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Salud

Cigarrillos electrónicos

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Presidencia elaboró un decreto en marzo de 2021 que deja sin efecto la prohibición de comercialización, importación y publicidad de dispositivos electrónicos para fumar que queman tabaco seco.

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Más de 8 millones de personas fallecen cada año por causas relacionadas al consumo de tabaco. Más de un millón de estas muertes son a consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El decreto N° 534/2009, que protege el derecho al ambiente libre de humo de tabaco y su consumo, establece la prohibición de la «comercialización, importación, registro como marca o patente y publicidad, de cualquier dispositivo electrónico para fumar, conocidos como «‘cigarrillo electrónico», «e-cigarettes», «e-ciggy», «e-cigar», entre otros, incluidos aquellos que se ofrezcan como alternativa en el tratamiento del tabaquismo».

La justificación para esta medida fue «la inexistencia de datos científicos que muestren la eficacia y la seguridad del uso de cualquier dispositivo electrónico para fumar conocido como ‘cigarrillo electrónico’».

Este decreto fue parte de una serie de políticas públicas orientadas a disminuir el consumo de tabaco, concientizar a la población sobre los riesgos de fumar y proteger la salud de quienes no fuman.

El 3 de marzo de 2021 se emitió desde Presidencia el decreto N° 87/021 que deroga esa prohibición para los dispositivos que queman tabaco seco porque «existen datos científicos que indican que los mismos resultan en una menor exposición de los usuarios a las sustancias tóxicas asociadas al consumo tradicional de tabaco».

 

Reacciones

La Sociedad Uruguaya de Tabacología publicó un comunicado a los pocos días de que se diera a conocer la noticia sobre los cigarrillos electrónicos en el que aseguran que esta decisión «debilita la Política de Control de Tabaco, implica un grave retroceso en la protección de la salud de los uruguayos».

Además, denuncian que la decisión se tomó sin consultar al Programa Nacional de Control de Tabaco del Ministerio de Salud Pública ni a la Comisión Interinstitucional Asesora, que desde el año 2004 tiene el cometido de asesorar al Ministerio en lo concerniente a la Política de Control de Tabaco.

El decreto no fue elaborado desde el Ministerio de Salud Pública, sino desde Presidencia. Es decir, fue una decisión política.

La OMS, informan en el comunicado, establece que la evidencia actual no muestra que estos productos reducirán las enfermedades producidas por el consumo de tabaco. Muchas de las sustancias químicas generadas por los productos de tabaco calentado son similares a las generadas por los cigarrillos convencionales, pero además existen otras sustancias químicas que no están presentes en las emisiones de los cigarrillos convencionales y que también serían tóxicas, generando daño a las personas que lo consumen.

Para cerrar el comunicado, solicitan «que el gobierno y en especial el Ministerio de Salud Pública revea esta situación y tome sus decisiones en base a evidencia científica libre de conflictos de interés, para proteger la salud de todos los uruguayos».

Ya en 2019 distintas organizaciones vinculadas al área de la salud o al antitabaquismo se habían pronunciado por el crecimiento exponencial de consumo de cigarrillos electrónicos en el país. La Sociedad de Medicina Interna de Uruguay, ese año, informó a la población que no existe evidencia de que estos dispositivos sirvan para dejar de fumar cigarros; por el contrario, inician a personas jóvenes en el consumo de tabaco, que luego los lleva a consumir cigarros.

También mencionaron que «existen múltiples investigaciones que dan cuenta de compuestos citotóxicos y carcinógenos» de estos productos, «así como de sus efectos en la salud cardiovascular y respiratoria».

«Los profesionales de la salud y el público en general deben estar informados que muchas de las empresas que fabrican y comercializan estos dispositivos pertenecen a la industria tabacalera y los están publicitando con agresivas campañas promocionales en redes sociales y demás vías con identidad de marca en jóvenes y adolescentes, socavando el éxito que ha tenido la política sanitaria de control de tabaco en la salud pública», agregaron.

La Intendencia de Montevideo, por su parte, instó al Poder Ejecutivo a rever su decisión porque «la academia y la OMS coinciden en que estos dispositivos son intrínsecamente tóxicos y contienen sustancias cancerígenas. En nuestro país organizaciones sociales y científicas han condenado esta decisión que afecta la salud de los uruguayos y uruguayas y que además habría sido aprobada sin consultar al Programa Nacional de Control de Tabaco del MSP ni a la Comisión Interinstitucional Asesora de dicha Secretaría de Estado, debilitando una política pública exitosa y eficiente».

 

Tabacaleras

Como mencionó la Sociedad de Medicina Interna de Uruguay, los productos electrónicos para consumir tabaco son comercializados principalmente por las tabacaleras con presencia multinacional.

En la página de Philip Morris, tabacalera de gran incidencia en el mercado mundial, bajo el título «Productos innovadores para fumadores adultos», se presentan esta clase de dispositivos electrónicos.

Tienen cigarrillos electrónicos líquidos (que siguen prohibidos en Uruguay) y cigarrillos electrónicos de tabaco seco, los que ahora se pueden vender en el país. Dentro de esta segunda categoría está la tecnología de calentamiento por un sistema eléctrico y la de calentamiento por mecanismo de carbón.

Estos productos son catalogados por Philip Morris como innovaciones de la ciencia. La empresa asegura, también, que estos dispositivos son menos nocivos que los cigarros comunes. Pero no hay evidencia inequívoca que demuestre esto. De hecho, la OMS asegura que son peligrosos, y que no hay evidencia sobre cuánto daño pueden hacer.

 

Datos

Cuando no hay información certera es fácil crear relatos y que se tomen como verdades. En este momento y a nivel mundial coexisten posturas contradictorias sobre los cigarrillos electrónicos.

El mercado puja por instalar la idea de que son inocuos y las organizaciones abocadas a la salud quieren dejar claro que la poca evidencia que existe muestra que son nocivos.

La Organización Panamericana de la  Salud publicó en 2020 un documento titulado, lisa y llanamente: «Los cigarrillos electrónicos son perjudiciales para la salud». Entre los peligros de estos dispositivos mencionaron que «cada vez hay más pruebas de que los cigarrillos electrónicos podrían estar asociados con lesiones pulmonares».

Como la salud corre detrás del mercado, la OPS dijo que «frente al consumo de sistemas electrónicos de suministro de nicotina (ENDS, por sus siglas en inglés), que ha venido en auge en los últimos tiempos, la evidencia revela que estos productos son perjudiciales para la salud y no son seguros. Sin embargo, aún se requiere información adicional, especialmente los efectos a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos o de exponerse a ellos, dado que no han estado en el mercado el tiempo suficiente».

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos (donde los cigarrillos electrónicos se volvieron sumamente populares y han causado muertes de jóvenes) activaron una investigación de emergencia sobre el cigarrillo electrónico y la lesión pulmonar asociada a vapeo (EVALI). Según la información obtenida, el 82% de los pacientes utilizó algún producto que contenía THC y el 57%, consumió productos que contenían nicotina.

 

Sucesión de hechos

En febrero de 2021, cuando el gobierno anunció que había comprado vacunas contra el coronavirus, el presidente Luis Lacalle Pou agradeció especialmente al abogado Nicolás Herrera por su ayuda en las negociaciones. Aunque no se sabe qué papel cumplió Herrera, fue importante.

Herrera, que tuvo un cargo ejecutivo durante la presidencia de Luis Alberto Lacalle Herrera, es un abogado asociado a la empresa Guyer & Regules. Él representó a la tabacalera Philip Morris cuando esta decidió demandar al Estado uruguayo por las políticas antitabaco, arguyendo que afectaba sus ventas. También es representante de Abal Hermanos, la empresa subsidiaria de Philip Morris en Uruguay.

El decreto que permite la comercialización de cigarrillos electrónicos de tabaco seco se emitió apenas unos días después del agradecimiento de Lacalle Pou a Herrera por su ayuda al gobierno.

 

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