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Aratirí: de inversión histórica a fiasco en La Haya

La minera india desembarcó en Uruguay en 2012 y preveía una inversión e US$ 3.000 millones.

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El proyecto Aratirí, la explotación de mineral de hierro en la zona de Valentines, comenzó en 2012 con la llegada de la empresa minera de origen indio Zamin Ferrous. El proyecto suponía una inversión de US$ 3.000 millones, la más grande de la historia del país.

Se estimaba que el proyecto a cielo abierto se realizaría en la zona de la Cuchilla Grande, en los departamentos de Treinta y Tres, Durazno y Florida, cerca de Valentines. La idea consistía en extraer unas 18 millones de toneladas anuales durante 30 años.

El 3 de julio de ese año Presidencia de la República y Zamin Ferrous señalaban que “unirán esfuerzos en el desarrollo del primer puerto de aguas profundas del Cono Sur, a construirse en la costa oceánica uruguaya.

No obstante, tras una serie de marchas y contramarchas, de oposiciones desde algunos partidos políticos y protestas de grupos ecologistas, el proyecto no cuajó. La caída del precio mundial del hierro estuvo en la base el retiro en la minera.

Sorpresivamente el 3 de julio, Aratirí formalizó una demanda por daños y perjuicios contra Uruguay por US$ 3.536 millones en la Comisión de Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional.

La finalización del juicio estaba prevista para mediados de diciembre en París. Sin embargo se extendió mucho más allá de esa fecha. El presidente Tabaré Vázquez dijo en la ocasión que estaba seguro que Uruguay ganaría el juicio: “Estamos convencidos que así como antes ganamos litigios internacionales, volveremos a triunfar porque el país hace años que viene trabajando y blindándose para enfrentar esta instancia”.

Aratirí, por su parte, consideró que el gobierno uruguayo fijó nuevos topes al negocio minero que afectaron de forma retroactiva a su proyecto cambiando las reglas del juego y, por tanto, haciéndole perder todo lo invertido durante la fase de prospección y de exploración del terreno.

Para la ONG Uruguay Libre de Megaminería “todo indica que la demanda de Aratirí es otro acto de piratería especulativa, similar al proyecto minero que pretendió imponer en Uruguay”.

A juicio de la organización la multinacional pretendía ejercer presión al gobierno para que este le abone un pago por las actividades exploratorias realizadas a cambio de renunciar a un litigio que conllevará elevados costos para el Estado. “Aratirí mintió desde el inicio presentándose como una empresa familiar de la India, cuando la sede estaba en la Isla de Jersey, paraíso fiscal de la Corona Británica. Seguramente, ahora fijará domicilio en Londres para acogerse al Tratado invocado”.

Finalmente tras marchas y contramarchas que llevaron a que el juicio se extendiera hasta estas fechas, el tribunal de La Haya desestimó la demanda de Aratirí.

 

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