Después de años sin distinción en la sociedad, la fecha se hizo notable después que el presidente Jair Bolsonaro anunció su propósito de conmemorar el golpe en los cuarteles, hecho que hizo emerger la polémica y hasta la justicia tuvo que pronunciarse al respecto.
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Bajo gritos de Dictadura nunca más, frase que se escuchó en todas la manifestaciones, un acto se realizó en Brasilia, donde la diputada federal Erika Kokay, del Partido de los Trabajadores (PT), criticó la falta de respeto del gobierno contra las víctimas de un régimen que causó más de 400 muertes y desaparecidos.
Una marcha por memoria, verdad y justicia recorrió calles de esta capital, donde también se percibieron manifestaciones artísticas para recordar el horror de las torturas que marcaron el periodo dictatorial.
El PT organizó en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, un acto en la Feira do Largo da Ordem.
En Minas Gerais, manifestaciones ocurrieron en Belo Horizonte y Uberlândia.
En Porto Alegre (RS), militantes políticos se reunieron en el Parque de la Redención. El acto unitario tuvo como mote la defensa de la dictadura y la repulsa a gobiernos autoritarios como el instaurado en 1964. En la ocasión se inauguró una escultura en memoria a los muertos y desaparecidos gauchos y de todo Brasil.
En São Paulo, se manifestaron en la Plaza de la Paz, en el Parque del Ibirapuera. Con velas, flores y fotos de las víctimas de la violencia estatal, los manifestantes hicieron una caminata silenciosa hacia el Monumento por los Muertos y Desaparecidos Políticos.
En Río de Janeiro, las protestas reunieron cerca de 4.000 personas en Cinelândia, región central de la capital, según el sitio Brasil de Fato.
El golpe militar del 31 de marzo de 1964 depuso al presidente João Goulart, legítimamente elegido por el voto popular, y estableció una dictadura.
Según analistas, el terrorismo de Estado ejecutado por ese régimen, tuvo el mando del alto escalón de las Fuerzas Armadas y fue financiado directamente por empresarios y entidades, que se beneficiaron con el gobierno golpista y actualmente están en la élite económica del país y en la estructura del Ejecutivo.