Juega o no juega, ¿Ser o nos ser? a ese nivel se plantea el caso Cavani. Se viene jugando a la mosqueta con la situación, pero vale, todo sirve en un campeonato donde los detalles puede hacer la diferencia. El entrenamiento de esta mañana en Uruguay fue seguido con mucha expectativa por muchos periodistas; es cierto en Cuartos de final todo se concentra en menos equipos, pero lo más esperado era la salida de Cavani a la cancha. El entrenamiento se demoró por la charla del jugador con Tabárez y el médico. Se hablaba que estaba con dolor, pero salió y trabajó diferenciado, trotó en el ancho de la cancha, pateó con las dos piernas y no dio muestras de dolor. Eso sucedió en los quince minutos que se permitió ver. Todo fue muy suave. Póngase usted en el lugar de Cavani. Ante la mínima posibilidad de jugar ¿No se tira para adentro de la cancha, teniendo en cuenta todo lo que se juega? Ahora póngase en el lugar de Tabárez, por muy importante que sea ¿Juega con un futbolista que no está más allá del 50 por ciento de sus posibilidades? ¿Lo lleva al banco y arriesga que si entra y se vuelve a lesionar, tiene un doble cambio y lo pierde para una eventual semifinal? ¿O lo lleva al banco y si hay que mandarlo a la cancha sin más remedio los pone en los diez minutos finales a todo o nada? Visto lo que ha hecho Tabárez en otras oportunidades y como viene la mano; tenemos claro que no puede jugar contra Francia. Pero es tan especial el caso, que para nosotros va al banco para jugarse por la última carta.
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