El gigante asiático se ha convertido en el país con normas más estrictas y limitadas para el acceso de menores de edad al mundo de los videojuegos, después de que el 1º de septiembre entrara en vigencia la medida que limita a 3 horas semanales el tiempo máximo para jugar online.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
La norma además restringe el tiempo de juego a los días viernes, sábados y domingo, entre las 20 y 21 horas.
Esta medida significa un endurecimiento a la normativa ya existente para menores de edad, que desde 2019 acotó el tiempo máximo por día para jugar online a una hora y media.
La regla, que ha sido calificada como la más estricta del mundo actualmente, persigue el objetivo de “frenar la adicción entre los niños y proteger eficazmente la salud física y mental de los menores”, según ha declarado un funcionario chino de la Administración Nacional de Prensa y Publicaciones durante una conferencia de prensa.
El número de menores chinos con acceso a Internet ha aumentado en los últimos años, llegando a 183 millones en 2020.
De acuerdo a un informe sobre el uso de Internet entre los jóvenes chinos, publicado de manera conjunta por el Comité Central de la Liga Juvenil Comunista China y el Centro de Información de la Red de Internet en China, el 62,5% de los menores de edad del país asiático que acceden a Internet son fanáticos de los videojuegos.
Según indica Liu Jinming, profesor de la Facultad de Ciencia Sociales de la Universidad de Tsinghua, “la popularidad de los videojuegos entre los más jóvenes parece ser un factor de riesgo duradero para el desarrollo de los menores. Ellos exhiben un autocontrol deficiente y son mucho más propenso a perderse en mundos virtuales”.
La adicción a los juegos de Internet ha sido clasificada como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2018. Esta organización alerta que el abuso de los videojuegos puede “generar un deterioro significativo en las áreas interpersonales, familiares, sociales, educativas, ocupacionales u otras áreas importantes de funcionamiento social”.
La medida del gobierno chino ha sido bien recibida por los padres y madres del gigante asiático. El periódico People’s Daily de China ha recogido testimonios de progenitores que aplauden la iniciativa.
Un ejemplo es el caso de You Meiying, ama de casa y madre de dos hijos, quien comentó al periódico que su hijo “hacía rápido los deberes para poder disfrutar más tiempo de sus consolas de juegos. A veces, dejaba los problemas sin resolver peros esforzaba en sobresalir en los videojuegos”. Testimonios como éste se repiten.