El asesinato del líder social colombiano Policarpo Guzmán, ocurrido este jueves, representa el homicidio número 39 contra estos dirigentes en los cuatro primeros meses de 2019.
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El pasado 9 de abril se realizó en Bogotá una movilización para reclamar justicia para los casi 600 líderes sociales asesinados desde 2016 (serían unos 588 fallecidos aproximadamente).
Casi en cualquier punto del mapa de Colombia ocurrieron episodios de violencia en los que perdió la vida un líder social. Es así como en Santa Marta silenciaron a una víctima de desplazamiento que recién había recuperado sus tierras, mientras que en Cauca debilitaron la lucha contra los sembrados de coca.
A su vez, en el Valle sacaron del camino a un defensor que hacía los esfuerzos anticorrupción, y en el Catatumbo callaron a un líder político, según informan medios locales.
Desde el 28 de marzo, decenas de colombianos que residen en Europa marcharon a la sede de la Corte Penal Internacional en La Haya para exigir que se investiguen las ejecuciones extrajudiciales (llamadas también falsos positivos) y el asesinato de líderes sociales en Colombia, y manifestar su preocupación por que el asesinato de líderes sociales quede en impunidad, al considerar que “las investigaciones no avanzan”.
Entre las organizaciones que participan de la marcha están Colombia Humana (Londres), el colectivo Asdrúbal Jiménez (Ají), Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos y el Grupo Europa de familiares de detenidos y desaparecidos en Colombia.