En principio nadie podía saber cuál de los 20 jóvenes pilotos seleccionados para la preparación del primer vuelo cósmico abriría para la humanidad el camino hacia las estrellas. A medida que se perfilaban los detalles de este vuelo, se formó un grupo élite de seis personas que empezaron el entrenamiento con un programa diferente. Uno de los compañeros de entrenamiento de Gagarin fue Guerman Titov, quien iba a ser más tarde el segundo hombre que voló al espacio. Todo el grupo se preparaba para los futuros vuelos espaciales, pero había que elegir a un solo piloto para el primer vuelo espacial en la historia de la humanidad.
Tras someterse a una serie de experimentos y pruebas para determinar su resistencia física y psicológica durante el vuelo, el miércoles 12 de abril de 1961 Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio ultraterrestre. Minutos antes de entrar en la nave, Gagarin dijo: “Queridos amigos, conocidos y desconocidos, mis queridos compatriotas y toda la gente del mundo. En los próximos minutos una poderosa nave espacial me llevará a los distantes espacios del universo. ¿Qué puedo decirles durante estos últimos minutos antes de empezar? Toda mi vida me parece ahora un único y hermoso momento. Todo lo que he hecho y he vivido ha sido hecho y vivido para este momento”.
El nombre escogido para la nave espacial fue Vostok 1. El nombre en clave de Gagarin durante el vuelo fue Kedr (se traduce del ruso al español como Cedro). Los nombres en clave de los operadores de tierra fueron Zaryá (Aurora) y Vesná (Primavera). La duración total del vuelo fue de 108 minutos: nueve para entrar en la órbita y luego sobrevolar la Tierra. Durante el vuelo, Gagarin se limitó a hablar por radio y comer algo, con el objetivo de saber si un ser humano podía comportarse de manera “normal” en la gravedad cero.
La frase que Gagarin tenía que decir antes del lanzamiento era “Tripulación, despegue”. Sin embargo el cosmonauta se saltó el protocolo y pronunció el famoso “Poyéjali” (¡Vamos!). Es lo que solía decir su instructor de vuelo de aviones, Mark Gallai, que realmente no entendía por qué había que referirse a la tripulación si solo había una persona a bordo. Pasados tres minutos, el primer cosmonauta de la historia dijo: “Veo la Tierra… ¡Qué belleza!”.
La nave Vostok-1 en la que iba Gagarin se controlaba automáticamente, ya que nadie podía predecir cómo se comportaría una persona en condiciones tan extremas. En caso de que fuera necesario, Yuri recibió un sobre con un código para activar el control manual, pero para obtenerlo había que resolver un problema aritmético sencillo que sería difícil para una persona en estado de pánico.
Después de su vuelo espacial, Gagarin fue nombrado Héroe de la Unión Soviética y condecorado con la Orden de Lenin. Él gozaba de fama internacional y como “embajador de la paz” Gagarin viajó por todo el mundo, incluyendo los países de la América Latina y el Caribe, donde siempre fue recibido con mucho cariño y admiración. Se reunió con reyes, presidentes, políticos, científicos, artistas, músicos y la gente común y corriente.
El nombre de Yuri Gagarin lo lleva la ciudad cerca de la cual él nació, un cráter en la cara oscura de la Luna y un asteroide, así como un buque ruso de investigación, el centro del entrenamiento de cosmonautas en la Ciudad de las Estrellas (cerca de Moscú) y un sinfín de calles, plazas y escuelas en toda Rusia y otros países del mundo. También en muchas ciudades hay monumentos al primer cosmonauta. Montevideo cuenta con dos bustos de Yuri Gagarin: uno ubicado en el espacio libre entre Avenida Italia y Avenida Estanislao López que lleva su nombre y otro en las instalaciones del Planetario Municipal. Gagarin fue interpretado por varios actores en diferentes películas y largometrajes. También él es protagonista de muchas pinturas, poemas y canciones.
Después de su vuelo, Yuri Gagarin nunca volvió al espacio y siguió con sus actividades como piloto de pruebas. El 27 de marzo de 1968 falleció como consecuencia del trágico accidente durante un vuelo de entrenamiento. La urna con las cenizas de Gagarin está enterrada en el muro del Kremlin –el corazón de la capital rusa–. En la memoria de todos los entusiastas de la investigación del espacio cósmico, de todos los que buscan acercarse a lo desconocido, de mucha y mucha gente por todo nuestro planeta, Yuri Gagarin sigue siendo una leyenda.
Con motivo del 90 aniversario de Yuri Gagarin, la Embajada de Rusia en Uruguay organiza una serie de eventos en que invitamos a participar a todas las personas interesadas. Entre ellos: videoconferencia con el cosmonauta ruso Serguéi Riazanski que se realizará en el Planetario de Montevideo (el 13 marzo a las 17:00, dirección: Av. Rivera 3275); muestra en el Cine Universitario del documental de la cadena RT “A las puertas del espacio” (el 12 de abril a las 19:30, dirección: Canelones 1280, Montevideo); proyección en el Planetario de Montevideo de la película “Historia espacial de Rusia” producida por la Asociación de Planetarios de Rusia (funciones a partir del 22 de marzo hasta junio de 2024).