Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Columna destacada | quilla | presidente | Astesiano

Sin rumbo

La quilla, el barco...y el pulso del Presidente

Para el surf, equilibrio, para gobernar, mano firme en medio de la tormenta con quilla o sin ella. Parece que no es así.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

La quilla de nuestro barco hiende mejor las aguas embravecidas” es una de las frases más celebres del Dr. Luis Alberto de Herrera, bisabuelo de Lacalle Pou y en cuya memoria se bautizó su sector político. No era un marino, es una metáfora, porque en realidad la quilla de un barco no hiende las aguas. Pero se entiende. Es como decir que en tiempos de tormenta, el pulso del timonel no tiemble.

El gobierno pasó de su momento menos fácil a su peor momento. Astesiano, qué idea que salió mal. Y ya el verso del “mitómano” no corre más. El otro día apareció un audio del propio Lacalle Pou preguntando a dónde había viajado su esposa, de la que está separado. ¿Más de un mitómano en la patota?

Me acuerdo el primer día. Yo le creí. Su cara de desconcierto, enfatizando: “Se imaginarán que el primer sorprendido fui yo. ¡No sabía nada!”. Al día siguiente dijo no recordar si el desaparecido ministro Larrañaga le había advertido o no. Luego el director nacional de Inteligencia dijo que le había advertido de todo.

Desde aquel despertar de una pesadilla, la misma se ha vuelto una tragedia en formato teleteatro. Todos los días un audio… Un senador de su partido admitió que de ser de la oposición, pediría la renuncia de los ministros. Gandini ha reconocido la gravedad de los hechos. Los ministerios del Interior y de Relaciones Exteriores sabían. El pasaporte para Marset es un hecho grave, pero no el único.

Momento difícil, es de comprender. Pero el tema es que en esas horas se ve si hay firmeza en el pulso. Para el surf, equilibrio, para gobernar, mano firme en medio de la tormenta con quilla o sin ella.

Parece que no es así. Uno va notando un cambio hasta en el carácter del presidente. ¡Con qué impaciencia les habla a los periodistas! De tú (¿él se deja tutear por ellos?). Pero ahora le agregó la irascibilidad. “Vos que me conocés, ¿te creés que me chupo el dedo?”. Los periodistas están haciendo su trabajo.

Luis Alberto Alejandro Aparicio… Como lo monarcas, mucho nombre, pero a diferencia de ellos, pocas pulgas: “Los diarios que se hacen eco de los audios lo hacen con intencionalidad política”. O sea, si un periodista se entera de algo que perjudica al gobierno, no debe informarlo si no es de la oposición. ¡Viva la libertad de prensa!

Debemos reconocer que últimamente no le ha acompañado la suerte porque, al otro día de decir que eran solo dos diarios los que seguían la noticia y eran de oposición (¿?), salió información en El País. Yo he leído en La República, en la diaria, acá, en Caras y Caretas, en El Observador y en Búsqueda. Ahora en El País: ¿opositores todos? ¿De izquierda? Mmm, no van bien las cosas, creo.

Obviamente el presidente se refiere a la prensa local. Porque en el exterior es el tema que ha generado más noticias desde que asumió. Llegamos a la CNN en español, cadena que para que un país como el nuestro tenga cobertura debe haber, por lo menos, un terremoto. Terremoto que puede ser político.

La plataforma DirecTV tiene ahora un informativo, D News. Desde mi modesto punto de vista, muy sesgado a la derecha. Bueno, llegamos a D News, que tiene a su público al tanto de las andanzas de Astesiano, cuando era jefe de custodia de Lacalle y ahora, declarando como imputado.

Su irritabilidad le ha llevado, entre surf y surf, inauguración de tiendas en Gorlero y rotondas por doquier, a increpar a los profesionales de la información. “Esperá un poquito, ya vamos a los temas importantes porque allá hay uno que quiere seguir con lo mismo. Decime, así pasamos a hablar de lo que importa”.

Todo esto es grave en sí mismo. ¡Un presidente que se enoja con la prensa! Y que no reacciona con silencio, sino con verborragia. Otros síntomas de su enojo son la desprolijidad con que se presenta. No es usual en él. La barba rebelde, señas con la cara que en un partido de truco lo echarían por confundir.

Todo esto es malo en sí mismo. Pero quien así reacciona es el presidente de la República. El presidente de todos. Grave que se lleve mal y sin respeto con la prensa. Pero cuando se aleja de los periodistas, él sigue siendo presidente. De todos.

Grave lo que está haciendo. Pero grave lo que implica. El presidente esta muy afectado por el caso Astesiano en tiempos de crisis hídrica, de aislamiento internacional, caída del salario real, medidas que afectaran el margen de maniobra de futuros gobiernos, como el régimen jubilatorio al que llaman previsión social.

El presidente está mal. No es una buena noticia. Para nadie, ni para el gobierno. Es malo para la gente, que espera que en medio de la crisis el timón lo tenga alguien a quien no le tiemble el pulso.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO