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Columnas de opinión | mentiras | presidente | espionaje

Desde la torre

Entre espionajes y mentiras

Las mentiras del presidente han quedado al descubierto en varios puntos. En este artículo se lo demostraremos.

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Alguna mente perversa publicó en las redes sociales la foto del presidente hablando con un escolar con el siguiente diálogo:

Niño: -Dice mi papá que usted nos espía a todos.

Presidente: -No es tu papá.

No pude dejar de pensar en ese meme cuando me enteré de que hasta la mismísima exesposa de Luis Lacalle Pou había sido espiada por la mano derecha del máximo mandatario.

Según surge de los chats entre Alejandro Astesiano y Jorge Berriel, subdirector ejecutivo de la Policía Nacional, el jefe de seguridad de la Presidencia le encargó que averiguara a dónde viajaba Lorena Ponce de León. El 4 de julio a las 2.44 Astesiano le escribió al jerarca policial por WhatsApp: “Tenemos modo reservado averiguar Lorena Ponce de León. Viaja mañana a las 6 de la mañana. Dónde va. Reservado total”. A las 2.45.47, Berriel respondió: “Complicado; pero veremos”. Y continuó: “Solo sabemos que a las 5 tiene q estar aeropuerto”.

“Estamos avión. Vamos a ver el mensaje cuando aterrizamos Montevideo”, respondió Astesiano, que viajaba con Luis Lacalle Pou a Colombia para reunirse con Iván Duque.

Una hora después Berriel le pasó la información solicitada. La expareja del presidente viajaba en el vuelo LA2421 de Latam a las 6.52 con destino a Lima y con conexión a Miami. Lorena Ponce de León regresaría el 9 de julio desde San Pablo.

Paralelamente a su intercambio con Berriel, Astesiano se comunicaba con un custodio de la ex primera dama. “¿Dónde irá? ¿Alguna pista?”, preguntó Astesiano. “Capaz que Brasil otra vez, pero te juro que ni idea”, le respondió su colega y agregó: “A la orden y leal siempre”. “Yo soy leal a vos y obvio que al presidente”.

Todos estos mensajes se intercambiaban mientras Alejandro Astesiano se encontraba al lado del presidente. No tiene sentido pensar que este tema fuera de interés del jefe de seguridad presidencial; lo lógico es que fuera de interés de Luis Lacalle Pou. Obviamente, se recurrió a los servicios de seguridad para averiguar cosas de índole personal.

Si Lorena Ponce de León está siendo espiada, ¿qué podemos esperar nosotros, meros mortales?

El mismo CEO de Vertical Skies ha reconocido que su representante en Uruguay complotó con Astesiano para espiar a los senadores Mario Bergara y Charles Carrera para hallar algo con qué presionarlos para que retiraran la denuncia por el caso Katoen Natie. El periodista Gabriel Pereyra también denunció estar siendo espiado, según le informaron fuentes del Ministerio del Interior.

Por otra parte, el caso Astesiano/Marset ya hizo rodar las cabezas de la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, el subdirector nacional de Identificación Civil, Alberto Lacoste, y el subdirector de la Policía Nacional, Héctor Ferreira, mientras que el subdirector ejecutivo de la Policía Nacional, Jorge Berriel, se encuentra bailando en la cuerda floja y está siendo indagado por la fiscal Fossati. Y aún no aparece el número uno, mencionado reiteradamente por Astesiano.

La coalición acaba de hacer un balance de su gestión en 2022. Increíblemente, califican el año como positivo. Son los reyes del autobombo. Lo cierto es que 2022 fue el año en que Luis Lacalle Pou se coronó como el mayor mentiroso de todos los tiempos y Pablo Mieres como el más notable mercenario político de las últimas décadas.

Las mentiras del presidente han quedado al descubierto en varios puntos.

  • Que no subiría las tarifas.
  • Que no conocía las actividades delictivas de Astesiano.
  • Que Carolina Ache entregó el contenido de sus chats al subsecretario del Ministerio del Interior de manera voluntaria, cuando la realidad es que lo hizo debido a una condena judicial.
  • Que no había más remedio que entregar el pasaporte a Marset.
  • Que no tocaría la edad jubilatoria.
  • Que se haría cargo de todo y terminó no haciéndose cargo de nada.
  • Que podíamos confiar en él.
  • Que no se abrazaría con dictadores, aunque terminó regalando una yegua al tirano de Qatar.
  • Que no tendría a funcionarios a ambos lados del mostrador.
  • Que no beneficiaría a una empresa por haber aportado dinero para su campaña electoral.
  • Etcétera, etcétera, etcétera.

Y mientras tanto, por aquí y por allá continúan cayendo miembros de la coalición.

El edil suplente de Armando Castaingdebat, Matías Irureta, fue formalizado por la Justicia por haber robado 7,5 millones de pesos a la Intendencia de Flores. Pese a ello, y hasta donde sabemos, continúa en el cargo. Sus maniobras no fueron detectadas por el director de Hacienda, Raúl Estrade, sino por el Banco República.

A principios de noviembre nos enteramos de que William Barboza, coordinador de Salud en la Intendencia de Cerro Largo en representación de Cabildo Abierto, fue condenado a dos años de prisión por contrabando a gran escala. Su líder, Guido Manini Ríos, luego de varios informes que lo consideraban colono, logró que un especialista le sacara las castañas del fuego ante el Instituto Nacional de Colonización. Claro; por 10.000 dólares yo también redactaría con gusto un informe negando su condición de colono.

Hay una frase lapidaria que explica esto: "El sistema quiere que pienses que lo que es "legal" es lo "correcto". Pero recuerda... La esclavitud fue legal. El holocausto fue legal. “La legalidad es una cuestión de poder, no de justicia”.

La legalidad, como muchas otras cosas, se compra.

También el ministro del Interior, Alberto Heber, se ha recibido con honores en el arte de la mentira. Para justificar la contratación de Alejandro Astesiano, pese a su historial delictivo, dedicó todo su esfuerzo a investigar a los integrantes de la guardia presidencial de José Mujica y reveló que uno fue condenado por homicidio, otro por asistencia al narcotráfico y uno más por otro delito. Lo cierto fue que el condenado por femicidio cometió el crimen posteriormente a haber sido custodio del presidente, concretamente, en 2017. Otro fue imputado cuando tenía 18 años porque lo encontraron con algunos porros para su consumo personal y fue condenado sin prisión en 2002; y en cuanto al jefe del servicio de seguridad presidencial, ya no tenía antecedentes porque había sido preso político durante la dictadura y fue amnistiado por ley. Heber dijo solo lo que convenía a sus fines, sin entrar en detalles.

Mas la mayor mentira de Heber ha tenido relación con el maquillaje y manipulación de las cifras de homicidios. Buscando bajar las cifras de este crimen, se subieron escandalosamente las de “muertes dudosas”. Cada dos muertes, una es catalogada como dudosa. Al margen de eso, la Fiscalía maneja cifras mayores a las del Ministerio del Interior, a la vez que altos jerarcas policiales han sido denunciados por cambiar la tipificación de los delitos y desestimular denuncias para que al gobierno le dé positivo el recuento.

Paralelamente, el ministro del Interior ha pasado de justificar los homicidios argumentando que se dan entre personas con antecedentes a señalar que se producen entre personas con anotaciones policiales. Basta con que alguna vez te hayan llevado en averiguación a una comisaría para que te consideren un delincuente, y si apareces muerto, es porque andabas en malos pasos.

Tanto Heber como Bustillo mintieron a los legisladores al decir que no sabían quién era Sebastián Marset, razón por la cual le dieron el pasaporte a fines de 2021. Montañas de pruebas, documentos y testimonios los dejaron en evidencia. También mintió Rodrigo Ferrés al negar el cargo de Astesiano, pese a que él se presentaba como el jefe del servicio de seguridad presidencial, así lo indicaban las tarjetas impresas por Presidencia de la República y un documento firmado por el mismo prosecretario de Presidencia. Astesiano sancionó al segundo de la guardia presidencial por 15 días. Si podía sancionar al número dos, es porque él era el número uno; y si no lo era y actuaba de tal manera, en forma notoria, el presidente y el prosecretario tendrían que explicar por qué lo dejaban ejercer un poder que no le correspondía.

En cuanto a Heber, nadie sabe qué esperar de él. Un día califica su gestión de exitosa y manda al Frente Amplio a callarse la boca, y luego le invita a integrar una comisión para elaborar un plan de seguridad. ¿No era que él tenía un plan?

En octubre de 2020, el jefe de Policía de Montevideo, Herode Ruiz, se reunió con el exdirector de Convivencia del Ministerio del Interior Gustavo Leal para intercambiar información. Al presidente no le cayó nada bien que el jerarca consultara a Leal buscando aprovechar su experiencia, así que Herode Ruiz debió renunciar a su cargo. Ahora que el designado por el Frente Amplio para integrar este espacio es el mismo Gustavo Leal, ¿le pedirán disculpas a Herode Ruiz por hacer aquello que dio lugar a su renuncia?

Criticar es fácil; ha dicho Heber. Justamente él; que no hizo otra cosa que criticar a Eduardo Bonomi.

El alcohol no es buen consejero cuando se ejerce un alto cargo de gobierno.

Y bueno; es lo que hay...

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