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Columnas de opinión | fiscal | fiscal | Astesiano

Fossati

La fiscal del pulgar intrépido

Los problemas de la fiscal Fossati con sus exposiciones públicas comienzan antes de trabajar en el caso Astesiano.

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El que expone, se expone. Esta máxima parece no ser considerada con prudencia y respeto por la actual fiscal Gabriela Fossati, titular de una de las causas judiciales más importantes de la historia reciente uruguaya: el caso Astesiano.

Si la tarea de un/a fiscal debe ser medido por su trabajo acusatorio -según el nuevo Código de Proceso Penal-, en este caso a la fiscal se la debe considerar y analizar en función, también, de sus apariciones públicas. De esta manera, la fiscal comenzó a ser considerada no por su tarea indagatoria, sino por el conjunto de expresiones que intoxican su labor, fortalecen juicios y prejuicios y perturban finalmente su trabajo.

El desembarco en Fiscalía

El 28 de marzo de 2014 el presidente José Mujica envía al Parlamento la solicitud de venia para ser nombrada fiscal, con el apoyo del entonces fiscal general Jorge Díaz. En el largo legajo -nutrido por el conjunto de actividades profesionales y académicas de la doctora Fossati- se menciona que en dos oportunidades fue sancionada por la Fiscalía, en sus otros cargos en esa institución. La primera sanción es del año 2005, “con suspensión preventiva en el cargo y retención de medios sueldos correspondientes”. En el año 2007, se registra una suspensión de 60 días. En el memo entregado al Parlamento no se detallan las causas de esas suspensiones. Pese a ello, se estima que tenía el perfil para ser designada en el nuevo cargo que hasta hoy ostenta.

Los problemas de la fiscal Fossati con sus exposiciones públicas comienzan antes de trabajar en el caso Astesiano. Fossati -cuyo hermano representa al partido Nacional en el Instituto de Evaluación Educativa (Ineed)- parece tener una cierta incontinencia con el dedo pulgar y Twitter. Con fecha 16 de setiembre de este año, el diario El Observador hizo una interesante nota con los "me gusta" de la fiscal que tienen, claramente, contenidos políticos.

Un documento con esas expresiones llegó al fiscal general Juan Gómez y allí observó las simpatías de la fiscal con el partido Nacional. (Las puede tener, está en su derecho, pero ¿exponerlas públicamente?)

“En el día de hoy he sido informada que desde cuentas a ‘mi presunto nombre’, se hacen referencias políticas y se ponen ‘me gusta’ a comentarios políticos y o similares. No me pertenecen. Soy una profesional”, escribió en Twitter la doctora Fossati.

El documento que recopila los "me gusta" de la fiscal, al que accedió el diario El Observador, tiene 10 páginas. Entre ellos, se destaca un "me gusta" a una nota periodística que informaba sobre la decisión del presidente Luis Lacalle Pou de flexibilizar la política antitabaco para "competir más efectivamente con el contrabando", otro de la exesposa del presidente, Lorena Ponce de León y su proyecto Sembrando, y un tuit de 2020 de la vicepresidenta Beatriz Argimón en el que felicitaba a Cristina Morán por haber sido considerada ciudadana ilustre.

También le dio "me gusta" a un tuit del procesalista Santiago Pereira Campos, que, comentando una foto del presidente comiendo solo en un bar, afirmó: "Ojalá podamos siempre conservar estas pequeñas cosas".

Posteriormente borró esas expresiones.

"Soy magistrada desde el año 1993 y pertenezco a una generación que valora especialmente mantener equidistancia cuando se ejerce la función, por lo que desde esa fecha me cuido mucho de no realizar consideraciones políticas y no concurro a actos públicos de tal naturaleza. Considero un error que jueces y fiscales sean considerados por sus presuntas 'afinidades'", le dijo al portal.

Pero su performance en Twitter es un problema: cuestionó al ex fiscal Jorge Díaz y debatió con otro colega, el fiscal William Rosa, presidente de la Asociación de Fiscales.

Sin embargo, Twitter la condenó. Pero no solamente por esas expresiones.

Los chats de Astesiano

Cuando tomó el caso Astesiano, una de sus primeras apariciones públicas fue decir que solamente se podría recuperar el 2% de los chats borrados por el excustodio. Raro que una fiscal con tantos años en la actividad penal no supiera que se pueden recuperar. A las 48 horas la Policía informó que se pudo recuperar el 100% de los chats. ¿Por qué dijo que solamente se podría recuperar el 2%?

Luego, hace pocos días, dijo que a pedido del presidente se habían descartado los mensajes entre Astesiano y Lacalle Pou para preservar su privacidad. Mmmm… Tras el escandalete desatado por esas expresiones, Presidencia informó que se los había entregado todos a la fiscal y ésta salió a aclarar que en verdad se había producido un malentendido -problemas de “comunicación” con los investigadores-, pero que ya estaban a la orden todos los chats.

A través de Twitter había dicho que Presidencia de la República era el organismo que más estaba colaborando con la investigación y que no había indicios de involucramiento del presidente en cuestiones oscuras desde los chats de Astesiano. Luego de eso, dijo que Fiscalía General le retaceaba apoyo. El fiscal Gómez salió a respaldar el trabajo. Luego la fiscal Fossati dejo trascender que había pedido el cambio a otra fiscalía. El fiscal Gómez negó que existiera un pedido de Fossati.

Principios éticos

Existe una carta de principios éticos que guía -no mandata- a los fiscales iberoamericanos. La misma fue aprobada en la XXVI Asamblea General Ordinaria de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (Aiamp), celebrada los días 5 y 6 de setiembre de 2018 en Ciudad de México. En un grupo de trabajo liderado precisamente por Uruguay, se definió un Código de Ética Iberoamericano que orientara el actuar de los ministerios públicos iberoamericanos como institución pública que debe cumplir sus atribuciones respondiendo con autoridad, transparencia y eficacia a la satisfacción del interés público y del bien común de la sociedad que representa.

En este código se habla de las exposiciones públicas de los fiscales y el uso responsable de las redes sociales.

“El rol relevante atribuido a los ministerios públicos en la lucha contra la criminalidad organizada, la corrupción y otros fenómenos criminales transnacionales exige Fiscalías empoderadas y transparentes, con una conducta íntegra, libre, independiente y responsable de sus fiscales”, dice la carta. “La actuación fiscal se ejercerá con prudencia”, añade y aconseja: “El/la fiscal actuará con precaución, reserva y discreción respecto a las cuestiones en las que deba pronunciarse”. Debe cumplir con el “deber de [brindar] información dentro de los límites legales para salvaguardar la confianza pública en la integridad del sistema de justicia”.

“El/la fiscal deberá tomar conciencia responsable de que su desempeño y conducta, tanto en el ámbito público como en lo privado, es objeto de permanente escrutinio público. Por tanto, no deberá dar motivo a sospecha o duda alguna respecto de su integridad, capacidad mental o imparcialidad. La persona que cumpla esa relevante función, en tal sentido, deberá aceptar restricciones personales en su conducta que puedan ser consideradas una carga para la población en general, como el cuidado de su exposición pública”, agrega el código de ética.

Con relación a las redes sociales, el código dice: “En su participación en las redes sociales, soportes digitales online y contacto con medios de comunicación social, escritos, radiales y televisivos, deberá pautar el ejercicio del derecho a la libertad de expresión de manera ponderada y compatible con sus funciones, y abstenerse de conductas que pongan en riesgo los principios que debe defender y que pudieran afectar negativamente la dignidad de su función, su capacidad para ejercerla o la confianza de la comunidad en el sistema de justicia […] En el uso de las redes sociales, en sus perfiles personales e institucionales, la actuación fiscal se ejercerá conforme con la prudencia y el respeto a las normas y principios propios de su investidura y rol institucional. El/la fiscal deberá recordar que la comunicación online, por su naturaleza, constituye un riesgo mayor que aconseja particular prudencia en su utilización […] por sus características de inmediatez, informalidad, facilidad de difusión y eventual descontextualización de contenidos, y un uso incorrecto puede poner en juego el decoro, imagen e imparcialidad del o de la fiscal e influir negativamente en la confianza hacia el Ministerio Público dentro del sistema institucional de justicia.”

Aquí le dejo, estimada fiscal, el código de ética de los fiscales iberoamericanos. No es obligatorio ni vinculante, pero… quizás sea menester que lo lea. https://www.gub.uy/fiscalia-general-nacion/comunicacion/noticias/carta-principios-eticos-aiamp

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