Tanto Florencia Astori como Óscar Andrade han decidido responder a las calumnias como corresponde, recurriendo a la Justicia.
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Sergio Cestau, multicolor que aparte es rematador, tasador y se dedica a negocios rurales e inmobiliarios, deberá ahora responder por el delito de difamación e injurias. Florencia cuenta por Twitter que el demandado afirmó que el museo Gurvich estaba cerrado y que ella, que se desempeña en el área de comunicación de la institución, sigue cobrando un salario de 300.000 pesos.
La maestra, artista plástica y gestora cultural, lo desmintió y anunció el inicio de acciones legales. «Es necesario aclarar. El museo Gurvich se encuentra abierto y se ha renovado recientemente el convenio de apoyo por parte del MEC y del MEF. La gestión es privada y depende de la Fundación José Gurvich. Y mi sueldo es inferior a 15.000 pesos».
No es la primera vez que la joven recibe ataques rastreros como este; pero obviamente la intención no es disparar contra ella, sino contra su padre, Danilo Astori. Tampoco Cestau es el único que ataca a familiares de políticos cuando no encuentran un flanco débil en ellos. El 10 de noviembre fue formalizado por un delito de difamación especialmente agravado el hombre que escribió por Facebook contra Óscar Andrade y su familia durante la campaña electoral de 2019. Mediante un acuerdo abreviado, se le impusieron medidas sustitutivas a la prisión. El sujeto subió a la red social fotos de una hija de Óscar (menor de edad) disfrazada y portando un arma de juguete, agregando mensajes agraviantes.
En la misma semana, el senador frenteamplista tuvo que presentar una nueva denuncia para defender a su familia. Desde la cuenta “Fuerza Sayago Luis Lacalle Pou”, identificada con el logo de la 404, se difundió el siguiente texto: “Acomodo comunista. El senador Óscar Andrade acomodó a su pareja, Laura Reina, en la Junta Departamental de Montevideo. Mientras en Uruguay hay miles de desempleados, este miserable coloca a su novia con un sueldo de 70.000 pesos”. El mensaje estaba acompañado de una foto de la pareja.
La respuesta no se hizo esperar. “Laura entró por concurso a la junta en 2009. No nos conocíamos. Faltaban más de nueve años para que empezáramos a salir. En las últimas horas salió esta publicación miserable”, señaló el Boca por Twitter. “Busquen en 15 años de gobierno un solo familiar mío en cargos de confianza”.
Es importante poner un freno a los abusos. Todo derecho tiene un límite y libertad de expresión no implica libertad para calumniar. Muchos dirigentes frenteamplistas permitieron durante 15 años que se dijera cualquier barbaridad contra ellos o sus hijos. Se podrá decir que si la dejaron pasar es cosa de ellos; pero cuando eres una figura pública que representa a una colectividad política, tienes que entender que un ataque así no es por ti y solo para ti, sino para todos los que la integran. El caso de Florencia es distinto porque no es dirigente del Frente Amplio y su padre no podría obligarla a tomar medidas; pero nos alegra que lo hiciera.
También debemos cuidarnos nosotros. No necesitamos inventar nada para descalificar al gobierno; sus integrantes se están encargando de ello a diario con gran éxito.
No está bien burlarse de la incipiente alopecia del presidente, ni tampoco lo estuvo que alguna rata enferma celebrara por Facebook el tumor de Tabaré o que otras celebraran el asalto a dirigentes del Pit-Cnt. Lo más patético de esto último es que el odio a quienes luchan por mejorar la vida de los trabajadores proviene de personas que no parecen pertenecer a la clase alta; pero es que el lavado de cerebro ha sido impresionante. Aplaudir ese asalto por cualquier medio es incurrir en apología del delito, conducta tipificada por el artículo 148 de nuestro Código Penal: “(Apología de hechos calificados como delitos) El que hiciere, públicamente, la apología de hechos calificados como delitos, será castigado con tres a veinticuatro meses de prisión”.
Fernando Pereira y tres dirigentes más acababan de salir de un centro educativo en el barrio Lavalleja y se encontraban en el auto cuando fueron asaltados por tres sujetos con armas de fuego. A Pereira le gatillaron el arma contra la cabeza varias veces. No pocos derechistas lamentaron que las balas no salieran.
Sin perjuicio de todo lo dicho, defendemos el sentido del humor, incluido el humor negro. Sabemos que ese género bordea el límite de lo tolerable; pero si tiene profundidad, si demuestra inteligencia en su elaboración, lo defendemos.
A modo de ejemplo, recuerdo a los inigualables Les Luthiers, afirmando: “No todos los negros son maltratados en Estados Unidos; algunos negros son maltratados en otros países”.
Hay casos en que quedan dudas sobre si se cruza este límite o no. Por ejemplo, el 15 de octubre de este año, Julio Luis Sanguinetti escribió en Twitter: “Hoy me robaron 300 metros de cable trifásico en mi chacra de Canelón Chico. ¿Para qué invertir en riego y en producción? Te hacen bajar los brazos”.
Alguien no resistió la tentación de comentar que quienes le robaron no podrán ser formalizados hasta el año 2120.
Si tenemos que explicar el significado, pierde la gracia; pero ningún juez condenaría al autor cuyo nombre no recuerdo. El que cortó grueso, grueso, fue el abogado Gustavo Salle Lorier: “El modelo narcoforestal tiene en su esencia factores criminógenos. ¿Adivine quién generó este modelo estructural económico y de inserción comercial internacional? Su papá. Saludos”.
Ta, pero es Salle.
A Federico Fasano le han hecho más de 30 denuncias; pero no le pudieron ganar ningún caso; señal que cuando acusaba públicamente, tenía fundamentos. Óscar de los Santos (exintendente de Maldonado) fue denunciado por Enrique Antía tras haber hablado de corrupción de la administración blanca. El Flaco, para demostrar que no había mentido, pidió a la Justicia que se levantara el secreto de las cuentas bancarias del denunciante y sus allegados, ante lo cual Antía retiró la demanda.
A mí me han buscado la vuelta desde que publiqué El pozo de Pandora y Las reglas de la mafia (Libros de Oro 2003), pero no la han encontrado porque cuando denuncio algo, me guardo varios datos en reserva, por si las moscas, para respaldar lo que escribo o digo.
Pienso que sería bueno que todos leyéramos el Código Penal y el Civil; porque no son pocas las personas que tiran veneno en las redes sin ser conscientes de que están incurriendo en una conducta delictiva. Puede que Raúl Sendic haya cometido desprolijidades y errores; pero a juzgar por los ataques que recibe en Facebook, robó tanto dinero que nadie entiende por qué sigue en Uruguay, en lugar de estar disfrutándolo en Las Bahamas. Unos dicen 600, otros 800 y otros aseguran que se afanó 1.000 millones de dólares.
Facebook es el medio de comunicación más importante del planeta; tan fabuloso como peligroso. Hay varios casos de bullying por medio de esta red que han terminado en suicidios de adolescentes.
Todos los días, en esta misma revista y en todas las páginas web de medios de comunicación, hay comentarios de lectores que incurren en los delitos de calumnias, difamación e injurias. Es muy fácil detectar el IP de la computadora desde la cual se envían, por lo que llama la atención la manera en que se “regalan”.
Espero que todos los afectados, cualquiera sea su partido político, hagan lo que deban hacer para proteger su honor o el de su familia.
No hay que esperar leyes nuevas para regular el uso de las redes sociales; con las existentes, es suficiente.
Por mi parte, que he acusado a este gobierno por hechos de corrupción, promesas electorales incumplidas, mentiras, canalladas, episodios de intolerancia y violencia política, abusos, conjunción entre el interés público y el privado, desprolijidades, incoherencias e inmoralidades de todo tipo, he aportado datos concretos por cada una de esas palabras y, hasta ahora, nadie los ha podido refutar.
Si alguien me demandara, iré con gusto a demostrar que digo la verdad.
Donde guste y cuando quiera.