La prensa internacional ha comenzado a visualizar a Uruguay como uno de los países con menor afectación a la pandemia de Covid-19, sobre todo si se tiene en cuenta los estragos que está provocando el virus en el vecino Brasil.
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En el día de hoy, domingo 24 de mayo, el diario «El País» hace una recopilación de esas opiniones, adelantando desde el copete las presuntas respuestas: «Las hipótesis para el éxito temporal van desde la baja densidad poblacional hasta el acatamiento inmediato a las medidas».
Esta situación excepcional se da al tiempo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que el continente se ha convertido en un nuevo epicentro mundial del coronavirus. Sin embargo, Uruguay es uno de los 46 países del mundo y uno de los dos de Sudamérica, junto a Paraguay, que le “está ganando” al COVID-19. La tasa de reproducción del virus es la más baja del continente y la circulación del virus hoy es muy limitada. Todo eso sin decretar la cuarentena obligatoria.
Varios artículos de la prensa internacional trataron el tema, como por ejemplo, la periodista Sandra Cohen, quién desde el portal de O Globo titula “Uruguay, el oasis de la pandemia en América del Sur”. Por su parte, el editor del diario Clarín, Ricardo Roa, elogió la estrategia sanitaria uruguaya y preguntó al presidente argentino: “Alberto, ¿y si miramos a Uruguay?”. Desde Europa, un artículo en el portal de Deutsche Welle dice que Paraguay, Uruguay y Costa Rica están “a la vanguardia de la lucha contra COVID-19”.
La inclusión de Costa Rica entre los países que en el continente americano están teniendo éxito en la contención de la pandemia, cuestiona el argumento de la baja densidad poblacional. En Uruguay y Paraguay, efectivamente eso ocurre, ya que ambos tienen 19,97 y 17,83 habitantes por km2. Costa Rica, en cambio, tiene una densidad poblacional de 97,9 habitantes por km2, , cuatro veces más, por ejemplo, que Brasil, que tiene una densidad de 24,92 personas por km2. Sin embargo, la densidad poblacional no es un indicador infalible de las condiciones que favorecen el contagio, ya que este se ve facilitado por las grandes concentraciones urbanas, lo que no siempre se ve reflejado por la densidad poblacional global.
El ritmo de reproducciõn de la enfermedad (R0) de Uruguay (indicador de a cuántas personas contagia promedialmente cada infectado, viene siendo estimado en menos de 1 (tasa por la que se estima que la enfermedad está bajo control). En los últimos diez días (0,85). Para tener una idea comparativa, el R0 que tiene actualmente Brasil es de 6, lo que indica que la pandemia está fuera de control.
Otros factores para la baja difusión del Covid;19 en Uruguay tienen que ver la llegada tardía de la enfermedad, con la celeridad con que se tomaron medidas a partir del surgimiento de los primeros focos, con la capacidad de relevamiento de posibles contagios (testeos), con la articulación del Sistema Nacional Integrado de Salud y el buen funcionamiento de los servicios públicos a domicilio, además de la disposición de agua potable y el servicio de saneamiento. A ello debe sumarse el buen comportamiento de la población ante una emergencia sanitaria que no tuvo el carácter de una cuarentena compulsiva.
No se puede obviar el epílogo de la nota, en la cual el periodista dice textualmente: ‘La teoría más alocada, quizás, la puso sobre la mesa una periodista de Caras y Caretas en la conferencia del jueves: ¿el consumo de mate ayudó a crear una inmunidad? Radi le respondió que no hay ninguna investigación en curso sobre el mate. ‘Pero es una hipótesis muy alejada que no puedo descartar’, admitió con una leve sonrisa».
Más allá del dudoso gusto de calificar la pregunta de una colega de «alocada» y de la exaltación de la «leve sonrisa» del asesor académico, resulta interesante evaluar el discreto bullying que generó la pregunta (que fue más extensa y explicativa que lo que en la nota se reproduce) que se salió del libreto, tanto entre el Sanedrín de expositores, como entre algunos colegas complacientes. La mejor respuesta la dio en su muro el semiótico, escritor y docente universitario Fernando Andacht, quien refiriéndose al incidente escribió en su muro de Facebook el día 22 de mayo: «Me parece excelente la pregunta formulada por la periodista Isabel Prieto Fernández al respecto del posible efecto de haber compartido durante años el mate en Uruguay y el bajo impacto de la Covid-19. En mis clases de facultad, no me canso de explicar que formular una buena pregunta es el paso esencial para emprender una investigación. Llama mucho la atención que los miembros del comité llamado ‘científico’ se hayan permitido ignorar o ningunear tan interesante interrogante. Al decir de C.S. Peirce (1839-1914), sin «la irritación de la duda» no se puede partir hacia la investigación en cualquier ciencia»concluyó Andacht.