1. Tienen una inteligencia comparable a la de un niño de dos años. Los perros son capaces de comprender hasta unas 250 palabras o gestos. Esto explicaría que entendieran a menudo lo que les decimos. Por eso, además, niños y perros se llevan tan bien.
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2. Sus bigotes ayudan a ver en la oscuridad. Gracias a los bigotes pueden detectar cambios en las corrientes de aire. Esto les da información sobre el tamaño, la forma y la velocidad de los objetos cercanos. De esta forma, son capaces de percibir el peligro.
3. Oyen cuatro veces más que los humanos. Es uno de los sentidos que tienen más desarrollados. Esta capacidad está relacionada con las frecuencias y las respuestas de su cerebro. Pueden oír sonidos tan bajos que nosotros los humanos somos incapaces de detectar.
4. Su sentido del olfato es de 1000 a 10 millones de veces mejor que el nuestro. Los perros pueden llegar a tener entre 125 y 300 millones de glándulas olfativas frente a las 5 y 10 millones que tenemos las personas. Al igual que la parte del cerebro que controla este sentido: es 40 veces más grande en los canes.
5. Perros y gatos beben de la misma manera. Seguro que alguna vez te has percatado de este pequeño detalle. Ambos animales doblan la punta de la lengua para elevar el agua en vertical hasta la boca. No lo intentes, nosotros no somos capaces de hacerlo.
6. Algunos no ladran. Esto va a depender mucho de cada raza. Por ejemplo, un husky siempre va a aullar. Otro caso curioso es el del Basenji. Este tipo de perro, muy empleado en la caza, no ladra. Aunque sí emite un sonido bastante curioso que recuerda al de un canto tirolés.