En una recientes declaraciones al Espectador Deportes, Eugenio Figueredo, exdirigente de la Conmebol y de la AUF, confirmó que los presidentes de las federaciones de fútbol de nueve países, incluido Uruguay, recibían pagos significativos durante su gestión. Según Figueredo, estos montos, que alcanzaban los US$ 400 mil anuales, eran compensaciones por su trabajo y no constituían actos de corrupción.
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Figueredo explicó que los pagos estaban relacionados con las responsabilidades asumidas por los presidentes, como viajes extensos y la supervisión de partidos. "Los presidentes de la AUF, la AFA y Colombia, por ejemplo, recibían ingresos de hasta US$ 400 mil al año. Esto dependía de la importancia del trabajo realizado, como controlar un partido o viajar durante 35 días a otro país. Eso lo determinaba la empresa que tenía los derechos", afirmó.
El caso de Sebastián Bauzá
En particular, Figueredo se refirió al entonces presidente de la AUF, Sebastián Bauzá y exdirector de la Secretaria de Deportes del gobierno de Lacalle Pou, a quien aseguró haberle entregado personalmente US$ 400 mil en dos pagos de 200 mil cada uno. "Bauzá vino a buscar primero US$ 200 mil a mi casa y luego los otros US$ 200 mil. El único que no cobró fue el chileno Harold Mayne Nicholls", declaró.
Esta afirmación contrasta con las declaraciones de Bauzá en 2017, cuando el exdirigente uruguayo negó haber recibido dinero indebido y destacó que fue el único presidente de Sudamérica no investigado por el FBI en el marco del caso FIFAGate. Bauzá aseguró que nunca aceptó pagos que no le correspondían, algo que fue respaldado por la Justicia.
Viáticos vs. coimas
Figueredo también defendió los pagos que recibió durante su gestión, argumentando que se trataban de viáticos y no de coimas. Según su relato, estos montos eran compensaciones por los gastos incurridos durante sus viajes y responsabilidades como representante de la Conmebol.
"Las extras nuestras eran porque nos comíamos 35 días haciéndonos cargo de cosas que las empresas debían resolver. Yo no vivía en Montevideo; viajaba constantemente a diversos países, incluso en Europa. Eso era un viático, un viático importante. Ellos decían que era una coima, pero no lo era", explicó.
El exdirigente diferenció entre los viáticos y las coimas, argumentando que estas últimas están asociadas a actos de corrupción, como influir en votaciones o decisiones. "La coima no tiene pena porque te puede dar dinero para que me votes en una elección, pero eso no es una coima. Aunque, con los nuevos reglamentos, quizás ahora sí lo sea", agregó.
Declaraciones ante las autoridades
Figueredo aseguró que su versión de los hechos fue respaldada ante las autoridades. "Cuando el fiscal Gómez me dijo 'acá es toda la verdad porque si usted miente, este convenio se anula automáticamente', le dije que los presidentes de nueve países, incluido Uruguay, habían recibido dinero. A Bauzá se lo entregué yo", concluyó.