El Congreso de la AUF, en que se aprobó el contrato con la empresa Nike para que sea la nueva marca de la selección uruguaya, trajo consigo muchas críticas por parte de algunos dirigentes, siendo José Luis Palma la voz que más se hizo escuchar.
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El presidente de Liverpool, habló a la salida del Congreso con el programa Hora 25 de Radio Oriental, y apuntó a la decisión histórica de prohibirle el ingreso a la prensa. "Parece que hay temor a que la gente de fútbol esté enterada de primera mano del desastre en el que está hoy la Asociación Uruguaya de Fútbol desde el punto de vista de la gestión económico-financiera”, aseguró.
Palma fue muy crítico con los clubes que votaron a favor, asegurando que esos 56 votos que tiene hoy la AUF son "inamovibles". “Nadie tiene un argumento válido para convalidar el apoyo, simplemente levantan la mano. Mañana ponen en votación que el sol es negro o que la pelota es cuadrada y sale con 56 votos. Es imposible que sea tan inamovible el número de votos teniendo la contundencia de nuestros argumentos”.
Contó que al presidente de Defensor Sporting, Alberto Ward, "le llamaba poderosamente la atención que de los 56 votos que tuvo para todas las mociones a favor la Mesa Ejecutiva, ninguno fundamentó su voto”.
La AUF, ¿en bancarrota?
José Luis Palma apuntó hacia la falta de dinero dentro de la AUF. “Bajamos de 10 millones hace casi dos años a un patrimonio de cero, y eso que esconden algunas deudas, que las ponen como activos y no son tales, y no contabilizan deudas que ellos tienen”, y agregó que hay una deuda de 30 millones de dólares, por lo que la AUF "está quebrada".
En cuanto al contrato con Nike, dio a conocer que a los clubes no se les dio una copia porque era "confidencial" pero subrayó que “la realidad es que la confidencialidad no es absoluta porque en el mismo artículo donde se consagra el derecho del Comité Ejecutivo a no entregar información cuando consideran que es reservada se prevé que el congreso, por mayoría simple de los presentes, puede levantar ese secreto”.
Pese a que el reglamento estipula esto, el hecho de que Alonso tenga 56 votos con él, hace difícil que pueda ser aprobada la moción. Estos votos "le permiten gobernar con impunidad, con prepotencia, con autoritarismo y en el oscurantismo. Se le pide información y la devuelve al año”.