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La diplomacia oriental según Ernesto Talvi

En el siguiente artículo transcribimos de modo textual las palabras del Canciller Ernesto Talvi en la Presentación de lo que denominó la Nueva Diplomacia Económica y Comercial de Cancillería

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En el marco de la presentación de lo que dio en llamarse la Nueva Diplomacia Económica y Comercial de Cancillería, realizada en el Palacio Santos en el día de hoy, 30 de junio, el canciller Ernesto Talvi fijó como el primero de sus propósitos «Abrirle mercados a nuestros productos y a nuestros servicios, atraer inversiones de alto impacto al país, atraer talento con un objetivo y un solo objetivo: generar empleos de calidad para nuestra gente, para que nuestros jóvenes sueñen con la posibilidad de construir un proyecto de vida en la tierra que los vio nacer.

Respecto a la forma con que se logran estos objetivos, preconizó el «trabajo a nivel multilateral, regional y bilateral, en una suerte de cadena de producción con dos unidades productivas: las mismas serían»la diplomacia de negociación, implementación, administración, actualización y modernización de acuerdos comerciales; la diplomacia de promoción y concreción de negocios; la diplomacia económica y comercial, que debe ser vista como un ecosistema con partes interconectadas que se complementan a la perfección» y luego, la diplomacia de negociación, a la que dedicó un capítulo aparte».

Para Talvi, «la diplomacia de negociación a nivel multilateral es la que ocurre en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC). La OMC es el mayor acuerdo comercial a nivel mundial y bajo sus normas ocurre el 70% del comercio del Uruguay. Como cuerpo vivo estas normas y reglas de la OMC están permanentemente actualizándose,profundizándose y expandiéndose a nuevas disciplinas que van surgiendo, como por ejemplo la economía digital y el comercio electrónico».

Continuó expresando que «la diplomacia de negociación a nivel regional tiene una enorme importancia para nosotros porque abarca todas las negociaciones que Uruguay realiza junto a sus socios del Mercosur. Hacia adentro para facilitar el comercio regional y la creación de cadenas de valor y hacia afuera para abrir nuevos mercados y oportunidades para nuestros países».

Caracterizando la coyuntura en la que se procesa esa proyección «hacia afuera», el canciller enfatizó que «en las negociaciones regionales vivimos un momento histórico. Hemos seguido trabajado muy intensamente en estos meses a pesar de la pandemia para poder concluir durante la Presidencia pro Témpore de Uruguay en el Mercosur los acuerdos comerciales que el Mercosur habrá de firmar con la Unión Europea y con la EFTA (países europeos que no son parte de la UE)». Reiteró que se trata de un «momento histórico porque están en curso negociaciones con Canadá, con Singapur y Corea y porque está en puerta la posibilidad de abrir negociaciones con Vietnam y con Indonesia. Nunca antes hemos negociado tantos tratados con regiones y países tan importantes y diversos de manera simultánea.
Refiriéndose a «la diplomacia económica comercial», manifestó que la misma «no solo tiene que modernizarse, necesita más recursos humanos altamente especializados para estar a la altura de los desafíos que se le plantean. La inversión bien valdrá la pena».

En lo referente a «la diplomacia de negociación a nivel bilateral», Ernesto Talvi dijo que «el abanico de negociación es amplio: desde acuerdos comerciales comprehensivos como el que tenemos con México, acuerdos
parciales como el TIFA con Estados Unidos, hasta acuerdos de promoción y protección de inversiones, acuerdos de facilitación aduanera, acuerdos de doble tributación, todo aquello, desde lo grande a lo pequeño, que de una manera u otra contribuya a incrementar la penetración de nuestros productos y la llegada de inversiones».
Añadió que «la diplomacia de negociación exige, además, una coordinación interinstitucional con
otros ministerios y organismos del Estado, como el MEF, el MIEM, el MGAP, que aportan sus técnicos al proceso de negociación».
En el capítulo que tituló como «Uruguay XXI: diplomacia de promoción», definió a la misma de la siguiente manera: «La nueva diplomacia de negociación que operará a todo nivel, habrá de complementarse por una diplomacia de promoción que estará orientada a concretar negocios de alto
impacto para el país: orientada a colocar nuestros productos priorizando estratégicamente aquellos que son parte de nuestra cadena agropecuaria y agroexportadora tradicional y aquellos de altísimo potencial de crecimiento como: software, industria audiovisual y servicios globales».

«Será una diplomacia de promoción orientada a atraer inversiones en industrias estratégicas que permitirán la sofisticación productiva, la generación de empleos de alta calidad y un desarrollo geográfico armónico para el país que a la vez sea cuidadoso con el medio ambiente. Y será una diplomacia de promoción orientada a atraer talento, migración calificada y atrabajar estrechamente con nuestra diáspora para conectarnos con inteligencia uruguaya que vive en el exterior para potenciarla como motor de desarrollo para nuestro país».

En el cierre de la presentación el canciller Ernesto Talvi advirtió que «para que todo esto funcione se requiere gente competente y comprometida. Este es el equipo que ha estado trabajando para llevar adelante esta gran tarea: la embajadora Victoria Francolino y la consejera Gabriela González, directora y subdirectora de la Dirección General Asuntos Económicos Internacionales de la Cancillería y todo su equipo; la Embajadora Valeria Csukasi y el Consejero Gerardo Ruíz, directora y subdirector de la Dirección General de Asuntos de Integración y Mercosur y todo su equipo».
A ellos se suman «Jaime Miller e Inés Bonicelli, director ejecutivo y vicedirectora ejecutiva de la agencia
de promoción Uruguay XXI y todo su equipo».
De manera exultante Ernesto Talvi expresó en el final de su discurso: «hemos puesto en marcha una diplomacia económica y comercial 5.0. Depositamos en ella grandes esperanzas, depositamos en este equipo grandes esperanzas. Los resultados no van a tardar en verse».
«Muchas gracias».

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