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Dudas y certezas del dengue en Uruguay

El dengue parece haber llegado al país para quedarse, al menos una temporada. Con la atención adecuada, la tasa de mortalidad se reduce a 1% de casos. Caras y Caretas habló con el virólogo de la Udelar Álvaro Fajardo para conocer los riesgos reales que implica este virus.

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Por Manuel González Ayestarán

El pasado sábado se confirmó en Uruguay el que sería el primer caso de dengue autóctono (contagiado dentro del propio país) registrado en el territorio en los últimos cien años. Una mujer de 31 años, residente en el montevideano barrio de Pocitos, dio positivo en las pruebas y pasó internada dos días con los síntomas propios de este virus. Según expuso el pasado lunes el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, la mujer ya se encontraba en su domicilio en buen estado de salud. La muestra fue enviada a un laboratorio de Puerto Rico (el más experimentado en esta cuestión) para ser confirmada.

El dengue es una enfermedad vírica trasmitida por mosquitos (principalmente por la especie Aedes aegypti) en las áreas situadas en los trópicos del planeta. Sus síntomas aparecen entre 4 y 14 días después de la picadura infectiva, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y son similares a los de una gripe: fiebre elevada acompañada de dolores de cabeza intensos, dolor tras los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, agrandamiento de ganglios linfáticos o sarpullidos.

No existe un tratamiento específico para esta afección, pero según la OMS, detectarla de forma oportuna y disponer de acceso a la asistencia médica adecuada reducen las tasas de mortalidad a 1%. En su manifestación grave, el dengue puede causar la muerte, ya que “cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica”.

Álvaro Fajardo, docente miembro del equipo del Laboratorio de Virología Molecular de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar), declaró, en diálogo con Caras y Caretas, que “no se puede evaluar la gravedad del problema hasta no tener resultados de lo que aparentemente son casos supuestos”; sin embargo, “todo haría esperar que hubiera una epidemia”. En este sentido, el ministro de Salud, Jorge Basso, declaró el pasado martes que es previsible que en las próximas semanas y meses el tema “se vuelva más complejo, porque los meses más complicados son marzo y abril».

Riesgos reales

El experto señaló a este medio que la entrada del dengue al país es algo que en absoluto toma por sorpresa a las autoridades sanitarias. “El MSP se viene preparando desde hace tiempo, porque es una enfermedad que se esperaba que entrara. Hasta el momento estábamos, de alguna manera, zafando de ella, pero era una cuestión de tiempo”, explicó. Concretamente, en el Laboratorio de Virología Molecular de la Facultad de Ciencias llevan desde 2007 preparándose “para una posible reemergencia de este virus en este país”.

Según la OMS existen cuatro tipos de dengue en el mundo (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4). “Cuando una persona se recupera de la infección, adquiere inmunidad de por vida contra ese serotipo en particular. Sin embargo, las infecciones posteriores causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer el dengue grave”, informa esta organización en su página web. Por su parte, Álvaro Fajardo dijo a Caras y Caretas que todo apunta a que el serotipo de dengue que ha entrado en Uruguay sea el DEN-1, y es altamente improbable que “en un país que en cien años no ha registrado casos de dengue autóctono se registraran al mismo tiempo diferentes serotipos del virus”.

El virólogo indicó que aun en el caso de confirmarse la epidemia, la situación inicial no presentaría gravedad para los pacientes, “porque va a ser la primera vez que las personas se expongan a una variante de dengue, pero si esto perdura y sigue habiendo epidemias sucesivas, deben esperar que haya casos cada vez más graves”. Aclaró, sin embargo, que “dentro de los virus trasmitidos por mosquitos es el más importante, en términos tanto de morbilidad como de mortalidad”.

No obstante, si bien la primera vez que se padece, el dengue no tiende a presentar problemas significativos para el paciente, los síntomas dependen del historial médico de éste.

Fajardo advirtió que el principal riesgo para un infectado es su propia tendencia al autodiagnóstico y a la automedicación. “Al automedicarse y no tener una hidratación adecuada, las probabilidades de que la enfermedad pase a su estadio mas grave van creciendo, y el paciente puede llegar incluso a tener un shock”. En este sentido, emplear aspirinas para combatir los dolores sintomáticos de este virus puede complicar la situación en caso de producirse hemorragias, debido al efecto anticoagulante del salicilato.

Combatiendo el dengue

Para el miembro del Laboratorio de Virología Molecular, “la única medida para intentar mitigar la propagación de esta enfermedad es atacar al vector, controlar al mosquito; si el mosquito está en bajas proporciones o si se logra erradicar, se erradica la enfermedad. La única medida que puede adoptar la población es usar insecticidas, repelentes y demás, pero todo se reduce a controlar los posibles recipientes que puedan ser criaderos de mosquitos alrededor de sus casas, para tratar de que el número de mosquitos baje. Si cada persona hace eso, sería la solución para el problema”, añadió.

Según informó la Intendencia de Montevideo, hasta el pasado martes fueron relevados por funcionarios del gobierno 357 domicilios. Hasta entonces sólo se encontró un caso sospechoso de dengue autóctono y una única vivienda con larvas del Aedes aegypti en su interior.

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