Los últimos tiempos han sido de un alza de precios en el comercio mundial de commodities, lo que ha tenido diversidad de explicación y situaciones e importa conocer tendencias, determinantes y perspectivas a futuro. Para el mundo lo que pasa con los commodities es un desafío todos los días, algunos por ser importadores de alimentos y otros exportadores, algunos por sus dependencias en términos energéticos y otros como productores. En este análisis queremos profundizar en las principales tendencias, sus explicaciones y fundamentos y cuáles son las perspectivas. A su vez, analizar la situación de Uruguay, que tienen un importante peso de los mismos en sus exportaciones y viene presentando niveles récord.
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Los mercados de commodities
Se entiende por un commodity un bien que es comercializando sin procesar a los efectos de ser utilizado como materia prima en la producción, es decir, se usa como insumo en la producción de otros bienes. De esta forma los commodities son un producto básico muy atractivo como objeto para ser comercializado y representa un porcentaje muy importante del comercio mundial y por el tipo de bienes que representan tiene comportamientos que son bien particulares.
Los tipos de commodities son los granos, la ganadería y sus derivados, las energías, los metales y minerales y otros que son los soft (cultivos que no son cereales, como ser el azúcar, el café, el algodón, el cacao). Los granos son dentro de los commodities los más antiguos, pero en la actualidad se negocian en un porcentaje muy importante en mercados de futuros, mercados financieros; entre los que podemos destacar están la soja, el trigo, el maíz, el arroz, la avena, la cebada, la colza, entre otros. Los precios dependen de los niveles de oferta y demanda, existen intervenciones y distorsiones fuertes a nivel de los mercados, producto de protecciones que se fundamentan en diversidad de justificaciones y son dependientes del clima, sufriendo en oportunidades restricciones en la oferta. En otro nivel están los commodities provenientes de la producción animal, donde están la carne, la leche, y sus derivados. Las energías son otra materia importante: petróleo, etanol, carbón, gas natural, todos los que tienen algunos países que son productores y exportadores netos, muchos países con necesidades y altamente dependientes de otros en su comercio y donde existen importantes restricciones, intervenciones y realidades de tipo monopólicas. Los metales son otros y los productos agrícolas no cereales también.
En la actualidad se diferencian dos grandes tipos de comercio de commodities. Por un lado, los de contado, cuando el pago se realiza en el momento de la entrega. Y por otro lado, el de contrato de futuros o también denominado bolsa de commodities, los que se han hecho cada vez más relevantes y que implican la existencia de contratos en los que se fijan de antemano cantidad y/o precio de una venta comprometida a futuro, muchas veces sin que la producción se haya realizado. Estos contratos son adquiridos por terceros o brokers y son revendidos. Los mercados de futuros se han vuelto de relevancia, algunos en particular siendo indicadores y predictores de tendencias en precio y comercio.
En la historia de la economía y el análisis del comercio se han desarrollado las más diversas teorías para la explicación del comercio de materias primas las que han tenido diversidad de resultados en sus análisis y aportes a entender el comercio, sus precios, entender sus tendencias y poder hacer algún tipo de análisis predictivo.
Situaciones excepcionales han generado importantes shocks en alimentos y en materias primas que han tenido efectos de impacto y han generado respuestas de parte de las políticas de los gobiernos. Pero existen algunas características que merece la pena resaltar porque son determinantes de su relevancia.
1-Los commodities son fundamentales, ya que son alimentos y energía jugando un rol fundamental en la alimentación mundial y en la producción.
2-Muchos de ellos tienen dependencia del clima, lo que condiciona la oferta y demanda de estos.
3-La relevancia de estos hace que se trate de mercados con altos niveles de volatilidad y que se hayan generado formas de negociación contractual que incorporan los futuros.
4-Muchos de los negocios y procesos de materias primas son negocios logísticos por el peso y relevancia que tienen estos costos para la producción y comercialización.
5-Existen países productores y exportadores netos, pero a su vez, hay un alto nivel de concentración. Como contracara, existen países totalmente dependientes de los mismos. A su vez, existen mercados con importantes comportamientos de corte oligopólico.
6-Los altos niveles de protección se dan en todo sentido, y en los últimos años en plena crisis del sistema multilateral del comercio establecido con la existencia de la OMC se ha reforzado. La covid-19 y las dificultades de abastecimiento que trajo, y en los últimos meses la guerra Rusia-Ucrania han reforzado las medidas de protección tanto en lo que hace a la salvaguarda de los sectores productivos como en razones de seguridad alimentaria con restricciones y cuotas a las exportaciones.
7-Si bien se lo identifica con bajo valor agregado, es una realidad que la innovación aplicada a los productos primarios y los agregados de valor en los más diversos sentidos son cada vez más importantes.
8-Otro elemento no menor son los mayores requisitos en términos de certificación y estándares de calidad que se vienen instalando a nivel del comercio mundial.
Si bien hacemos un esfuerzo por identificar algunas características generales, existen diferencias importantes entre cada tipo de producto, lo que merece análisis especiales.
Tendencias; precios con máximos históricos; riesgos de inflación y en seguridad alimentaria y energética
Desde 2019 se ha dado una serie de situaciones que ha afectado notablemente el comercio y el precio de las materias primas. La covid-19, con la situación de paralización y políticas orientadas a detener la actividad por situaciones sanitarias, la necesidad de generar desde los gobiernos políticas de incentivos a la demanda, generó una suba en el precio de commodities. Luego se dio la situación de crisis logística y de fletes con importantes subas en costos y escasez de fletes y cuando parecía que se empezaba a aflojar esta realidad, comienza la guerra Rusia- Ucrania, donde no solo se ve afectado el territorio donde se desarrolla el conflicto, sino que afecta al mundo entero por la relevancia que tienen en el suministro de alimentos, energía y fertilizantes.
La realidad de aumento de los costos de fletes y logísticos es una de las consecuencias de la pandemia que más llaman la atención y que viene afectando en este 2021 al comercio internacional y, a través de ello, a las economías nacionales incrementando los costos de producción y el mismo consumo.
Crisis logística y de fletes. La situación de pandemia provocó un parate en las actividades, con ello se dio la imposibilidad de transportar mercaderías y se vieron saturadas rutas y contenedores de almacenamiento. Esto llevó a un déficit de oferta de servicios donde mercaderías en origen o en tránsito hacia sus destinos debieron quedar almacenadas ocupando espacios. Los incrementos varían según rutas y tipos de servicios, y fuertes encarecimientos en algunos destinos no lo son en el sentido contrario. Pero rutas que se usaban como referencia de precio en menos de un año tuvieron incrementos que pudieron superar 300% y hasta 650%.
Las principales causas del incremento en estos costos son identificadas como:
-La realidad de pandemia y la paralización de actividades.
-La falta de disponibilidad de mano de obra
-La saturación de rutas y servicios.
-El mercado de navieras que se encuentra cada vez en menos manos.
-Las propias inversiones que hacen las navieras que presionan al alza los precios.
-Los rebrotes de pandemia que generan nuevamente el círculo de dificultades.
En la actualidad ya se ve que comienzan a ceder las presiones tan fuertes al alza, pero de todas formas las incertidumbres persisten y los costos de logística, producción y consumo siguen altos. En el caso de las materias primas, los mismos son determinantes.
El otro hecho determinante en las presiones de los precios de las materias primas fue el desenlace del conflicto Rusia-Ucrania, ya que los efectos en relación con el comercio de materias primas trascienden las fronteras por ser una zona fundamental en la producción de energía, fertilizantes y alimentos para el mundo entero.
La suba de los precios de los alimentos, insumos y combustibles ya venía siendo un problema desde hace meses, pero con la situación bélica se dispara. La guerra tiene efectos devastadores en los más diversos planos, pero en este caso fue significativa la afectación de las economías y el comercio genera problemas de subas de precios de materias primas y de insumos, así como efectos en el abastecimiento y suministro, arriesgando la seguridad alimentaria.
La invasión rusa de Ucrania ha sido un gran golpe para los mercados de materias primas en el mundo entero. La guerra ha provocado importantes interrupciones en la producción y el comercio de productos básicos para los que Rusia y Ucrania son exportadores claves. Los precios han aumentado considerablemente para todas las materias primas energéticas y en alimentos, incluidos el trigo y oleaginosas.
Rusia es un actor clave en el comercio mundial de materias primas y de insumos y también el conjunto Ucrania-Rusia, lo que hace que el conflicto tenga efectos que trascienden estos territorios.
Las consecuencias más inmediatas que se están viendo a partir de la guerra son: (i) aumento del hambre y colapso de sistema alimentario mundial, principal advertencia realizada por las Naciones Unidas; (ii) el precio de las materias primas, del trigo y los fertilizantes se ha disparado desde que estalló la guerra; (iii) se interrumpen exportaciones de uno de los más grandes, que es Rusia, a la vez que el conjunto Rusia-Ucrania no se queda atrás; y (iv) la situación afecta en forma diferencial a quienes dependen de los alimentos de estos orígenes, quienes dependen de los insumos para la producción y la presión sobre los precios y el abastecimiento de alimentos. Merece la pena analizar este contexto a los efectos de generar estrategias y poder definir acciones a nivel país y de los sectores más afectados.
El contexto comercial, costos y las definiciones de un próximo ejercicio comercial y zafra hacen necesario un análisis detallado de esta realidad y posibles tendencias, con especial atención en los aumentos de costos de insumos en especial fertilizantes y combustible.
El conflicto agudiza las preocupaciones sobre la seguridad energética y alimentaria, la escasez de alimentos, la suba de precios, las dificultades en el suministro de energías y mayores precios; es una realidad que genera importantes niveles de inflación, fenómeno instalado a nivel generalizado luego de la pandemia. Las respuestas con éxito variado a nivel de políticas públicas generan nuevos niveles de distorsiones en los mercados internacionales. La realidad es que las poblaciones más pobres son las más afectadas.
Rusia es el primer exportador de gas y petróleo del mundo y el tercero en carbón. El 28% del trigo mundial proviene de Rusia y Ucrania. Los países representan el 53% del comercio de aceite de girasol y semillas, y el 27% del comercio de trigo. En el área de los combustibles, los precios mundiales de la energía se están disparando con la perspectiva de reducciones en las compras de petróleo, gas y carbón de la Federación Rusa. El país es el segundo mayor exportador de petróleo del mundo y vende unos 5 millones de barriles de petróleo diarios. A su vez, Rusia es el mayor exportador de fertilizantes nitrogenados, seguido por Canadá. Algunos países son particularmente dependientes de productos agroalimentarios provenientes Rusia y Ucrania.
Asimismo, Rusia es el mayor exportador de fertilizantes nitrogenados del mundo y también es un importante exportador de potasio y fósforo. Todas estas son cosas que la agricultura industrial requiere para poder obtener los rendimientos que actualmente se dan. Con el aumento del precio de todos estos fertilizantes, no solo los agricultores de Rusia y Ucrania están sufriendo el impacto. Los efectos son mucho mayores. Rusia es el principal exportador de fertilizantes del mundo representando el 15,6% de las exportaciones, totales seguido en el ranking por Canadá. Es uno de los principales proveedores de América Latina, lo que genera una importante preocupación a nivel general siendo el continente un gran productor y exportador de materias primas dependiendo de los fertilizantes para la misma. La preocupación está en las dificultades de abastecimiento, los precios en alza desmedidos y la dificultad para stockear y planificar compras a futuro. Los nutrientes son fundamentales ya que los cultivos son la base de nuestro sistema alimentario, ya sea para alimentarnos a nosotros o a los animales, y sin un suministro seguro en términos de volumen y calidad, se ve afectada la alimentación de la población, sea directamente por la agricultura o los forrajes para la pecuaria. Los cultivos dependen de un buen suministro de nutrientes para brindar altos rendimientos y calidad. El costo de producir fertilizantes nitrogenados está directamente relacionado con el costo del combustible. Los insumos de fertilizantes para los sistemas agrícolas representan uno de los costos variables individuales más grandes de producir un cultivo. Al invertir en fertilizantes, un agricultor debe equilibrar el rendimiento de esta inversión a través del precio que recibe en la cosecha. Agregar más fertilizante, para una pequeña mejora en el rendimiento, podría no pagarse solo en la cosecha. El cálculo depende del tipo de cultivo, el sistema, la escala y el manejo que se realice. Pero no hay discusión de que el uso adecuado de nutrientes son claves del rendimiento, en la producción y disponibilidad de alimentos.
En los niveles actuales, para seguir siendo rentables, los agricultores deberán estar muy atentos a los costos de producción y, potencialmente, utilizar menos fertilizantes. Usar menos fertilizantes puede ser un riesgo en rendimientos, calidad y en el sistema alimentario. De alguna forma la crisis pone en evidencia y obliga a abordar estrategias alternativas de producción transitando hacia cultivos y producción animal con menos carga de productos químicos que puedan ser sustituidos por productos de origen biológico. Pero esto no es tan fácil y automático, si bien es una tendencia creciente y que ha sido también un requisito de mercado.
El tema del aumento del costo de fertilizantes es una preocupación en lo que refiere a los costos de producción lo que refuerza los efectos sobre la inflación y dependiendo de cómo se estructure cada una de las cadenas de suministro de productos determinará la distribución de esas mayores ganancias asociadas a los mayores precios. En el caso de los fertilizantes que ya en 2021 venían con una suba muy importante se le sumo las presiones 2022. En una primera instancia parecería razonable afirmar que muchos agricultores compran fertilizantes por adelantado, es posible que algunos hayan escapado a este aumento y, por lo tanto, es poco probable que tenga un impacto inmediato en el suministro de alimentos y los precios. Pero dependiendo de las zafras, muchos se vieron obligados a comprar en los picos más altos de precios. Pero aunque se reinició la producción de fertilizantes, los precios mundiales de los combustibles no se han recuperado y continúan subiendo. Pero en los hechos esto depende de las zafras y las necesidades temporales de insumos. A su vez, veníamos de un 2021 con una suba estrépitosa en los fertilizantes que había en las semanas previas al inicio del conflicto comenzado primeras señales de baja. De esta forma los planes de compra venían con dificultades. Lo que se ha visto es que la presión al alza ha sido muy rápida. El fuerte aumento más reciente en los precios del combustible está impactando directamente en los precios de los fertilizantes.
De la capacidad de trasladar a precio la suba de costos dependerá los efectos. Muchos productores que son tomadores de precios tienen importantes dificultades para asumir esta suba de costos.
Los precios de los alimentos y la energía, los niveles altos de inflación, son un tema de preocupación global. Hay coincidencia en el hecho de que la seguridad alimentaria global está en riesgo y que los más pobres son los más afectados. Los niveles de precios tan altos de materias primas afectan directa e indirectamente los presupuestos de los hogares; hasta afectan las ayudas. Situación que necesita de una respuesta global se ha visto reforzada en forma nociva con medidas de corte nacionalista que terminan afectando más. Situaciones totalmente fuera de lo que eran las tendencias como el covid-19 o la guerra han funcionado como agravantes y han redoblado las tendencias proteccionistas y los aspectos más complejos de los mercados de materias primas y energía. Sin dudas merece el análisis de productos puntuales y llevar en detalle a pensar qué pasa con Uruguay como productor y exportador de alimentos para el mundo, en su necesidad de profundizar la diversificación de matriz energética y proteger activos fundamentales en la construcción de soberanía y seguridad alimentaria y energética.
Textos: María Noel Sanguinetti