Se dieron a conocer los datos que publica el BCU sobre actividad económica y los titulares que se destacaron fue que la economía creció en promedio un 4,9% en el 2022. Estamos terminando marzo de 2023, ya pasados tres meses del período al que refiere ese dato y además se dieron dos bajas consecutivas. El producto bajó respecto al segundo semestre del 2023 y al mismo trimestre del año anterior. De esta forma entramos en una recesión técnica, pero luego de un período de crecimiento que se deterioró en términos de distribución y con perspectivas bastante complejas.
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Nos interesa presentar cuatro aspectos. En primer lugar, presentar los datos viendo tendencias y composición por rubros. Segundo, abordar esta situación de que estamos ingresando en una recesión y las implicancias que tiene respecto del rezado estadístico y perspectivas. Vinculado a esto entender en que contexto y perspectivas a nivel nacional e internacional. Para finalmente, reflexionar sobre la preocupación de este dato de caída del PIB en la realidad y políticas económicas actuales.
Los últimos datos
Con un cierre de crecimiento en 4.9% para el 2022, las caídas sucesivas marcan que entramos en recesión. Al respecto el informe de Cuentas Nacionales determina que el Producto Interno Bruto registró una caída de 1,3% respecto de los niveles del tercer trimestre y una de 0,1% respecto del cuarto trimestre 2021.
A nivel de rubros se el rubro que tuvo principal caída en el segundo semestre del año pasado fue el agropecuario, luego de venir de un impulso fuerte de expansión llegando a récord exportable. Se destaca y debe preocupar la baja a nivel del agro, llegando a ser de 21% interanual en varios de los subrubros. En promedio durante el año 2022 el sector agropecuario fue el único que se contrajo en -2,9%.
La industria manufacturera también tuvo una baja de 4% interanual y del 6% el rubro energía, siendo que en el año casi no tuvieron variación. Los efectos de la sequía pudieron tener algún impacto en los últimos tiempos, pero no se materializan al cierre de la información con los niveles que se pueden estimar a hoy.
Comercio, Alojamiento y Suministro de Comidas y Bebidas crece 10.4% y Transporte, Almacenamiento y Servicios e información y comunicación un 9.7%. estos dos rubros vienen impulsados con el aumento del turismo y del transporte de pasajeros. Otro rubro que creció fue la Construcción, pero con efectos que se vienen moderando por la baja en obras de UMP. Se siguen juntando elementos que condicionan las proyecciones para adelante.
Recesión y algo más, ¿en qué contexto de perspectivas?
Con dos caídas consecutivas se define que la economía entra en recesión técnica y las perspectivas de crecimiento de 2% para el 2023 se ven comprometidas. Interesa revisar el contexto de estos datos.
Luego de una fuerte dinámica exportadora viene la una gran caída en un contexto de cambio de la realidad internacional pero tremendamente afectada por la falta de competitividad que tiene nuestro país por el desajuste cambiario producto actualmente de la política monetaria.
A su vez, la contracción del PIB se ha extendido entre sectores y los datos tuvieron un ajuste a la baja respecto a las proyecciones. Pero si nos ubicamos temporalmente las preocupaciones deberían ser mayores, porque estamos confirmando un ingreso en recesión con indicadores que cierran al 31 de diciembre del 2022 y en estos tres meses las condiciones en vez de mejorar se vienen complicando. El contexto internacional sigue con dificultades más sumando la realidad de los mercados financieros a partir de la crisis reciente que se desata con el cierre del SVB y su expansión.
Por otra parte, no solo podemos reafirmar la falta de una claridad estratégica de parte del gobierno, sino que hasta fundamentaron una ridícula baja impositiva a partir de un argumento de crecimiento que no solo no se cumplió, sino que desde el propio equipo económico ya se tendría que haber previsto y contra las recomendaciones del propio Comité Fiscal Asesor y comentarios respecto al desempeño económico. Es decir los datos cerrados fueron peores a las proyecciones pero además en un contexto que suma dificultades como ser la afectación de la competitividad por el tipo cambiario, la sequia y sus efectos sobre la producción, la baja en obras de UPM y las dificultades a nivel del Consumo que había venido en crecimiento en el 2022. La política económica o la ausencia de esta es responsable del mal desempeño y no podemos atribuir todo a la sequía y la crisis bancaria.
Se manejaba para el 2023 un crecimiento del 2% proyectado, pero parece que el contexto general es peor. De esta forma se concreta una caída del producto en un contexto que suma dificultades y sin anuncios de política económica que entiendan en forma objetiva y realista esta situación planteen alternativas. Con una prioridad de anuncios que tengan impacto político y con una gestión imposibilitada por sumar reformas que no son parte de los efectos sobre estos dos años y buscando la distracción del escándalo político que compromete a la presidencia y varias de las autoridades políticas la economía parece ser un segundo plano en el gobierno.
Siempre destacamos que una situación de suma complejidad ha sido la falta de mejora en términos de redistribución. Hubo crecimiento y no redistribución, con lo cual se afecta directamente el potencial desarrollo. Pero ahora también se ve comprometido la condición necesaria que es el crecimiento. Para peor de crecimiento con concentración del ingreso condición más que mala sumado a la perspectiva que asume este gobierno para atender los temas de pobreza, igualdad y redistribución que no solo se postergaron, sino que directamente se generaron medida para afectarlo.
¿Qué respuesta va a dar el gobierno y el equipo económico?
Desde las autoridades y las publicaciones oficiales y desde los defensores se podría twittear y publicar en redes festejando un 4,9% de crecimiento, pero en los hechos debe haber una revisión a hacerse cargo y centrar la atención en lo que verdaderamente debe preocupar que es atender los temas relevantes a los efectos de mantener la actividad y buscar no comprometer la actividad productiva. No solo nos falta una estrategia para temas claves que hacen al país y para una lógica de atender lo social, hoy estamos en una situación mucho peor con la actividad económica comprometida.
A su vez, habiendo perdido la oportunidad de mejorar los indicadores sociales que medidas en un contexto más difícil se tomarían para reparar las perdidas en términos de distribución. Por donde apostar a la competitividad, como atender el contexto adverso, como fomentar la inversión. Son las preguntas más urgentes que el gobierno y el equipo económico deben atender.