Muchas veces ocurren fenómenos y hechos que no son puntuales y aislados y que responde a procesos de alta complejidad que se dan a nivel de nuestras economías y sociedad. En oportunidades se dan hechos que trascienden y levantan la alerta, pero muchas veces casi sin darnos cuenta presenciamos cómo el crecimiento de cadenas de supermercados express, restaurantes, farmacias entre otras ofertas que se van instalando, generando presencia de marketing, campañas de precios bajos y descuentos con los cuales los comercios menores no pueden competir, ni tampoco tienen capacidad de negociar proveedores. Pero también se dan en las industrias, en servicios, en los servicios de salud, a nivel de la agroindustria. Es lo visible del fenómeno del Private equity o capitales globales.
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Estas son las formas más fácil de verlos porque de un día para otro vemos carteles, mucho marketing y cómo poco a poco el comercio de barrio y las empresas nacionales no pueden seguir compitiendo y cierran. Algunos con suerte los adquieren, pero las consecuencias son para Pymes, trabajadores, y en otros niveles.
El private equity o capitales globales es un fenómeno económico que ya tiene presencia global y que cada vez más relevante en la toma de decisiones que afectan a las multinacionales y, a través de ellas, a Estados, empresas y trabajadores por todo el mundo. Los capitales globales crecen y ante la falta de regulación y siendo muchas veces amigos del poder generan efectos realmente devastadores en empresas locales, sistema financiero, trabajadores, entre otros.
Se trata de grandes firmas de capital que hacen negocios financieros invirtiendo en diversidad de industrias con una búsqueda no de crecimiento de la inversión en tanto actividad económica y negocios, sino de generar resultados rápidos no concentró en el negocio en sí mismo sino en generar recursos. Aprovechan la posibilidad de la competencia desleal, las fallas de regulación y la simpatía y vínculos con gobernantes de turno. Existen importantes estudios de investigación del fenómeno, uno de los analistas a destacar es Brendan Ballou y el caso de EEUU que es extensible a latinoamérica por ejemplo. B Ballou fue fiscal federal que se desempeñó como Asesor Especial para Private Equity en la División Antimonopolio del Departamento de Justicia y ha sido uno de los referentes que mejor ha entendido el fenómeno. No son nuevos, antecedentes sobran pero cada vez son más agresivos y menos claros en su funcionamiento.
El Private Equity es un modelo de negocio que se viene reproduciendo a través de cual una firma de capital privado compra adquiere una empresa o industria nacional o local en base a un nivel de financiamiento importante. Una vez que se da el pasaje de propiedad le hace un cambio de imagen, de propuesta llevando a una general donde el centro de objetivo de resultado es el propio fondo y no el negocio en sí mismo.
El objetivo es el lucro aprovechando las condiciones o generando las mismas en su provecho. Una vez instaladas, no importan los clientes, los proveedores, los precios, solo el resultado para el fondo y todos los contratos y mecanismos están en este sentido.
De esta forma cuando vemos grandes capitales que se instalan y adquieren empresas se debe estar atento, porque van a generar una posición dominante, van a tener objetivos diferentes y los riesgos para todos son muchos además de la simple competencia por tener facilidades. Procesos del estilo o similares se están dando recientemente en la industria frigorífica por ejemplo lo que ha sido conocido por la alerta y reclamo de empresas de productores ganaderos, por las gremiales rurales del rubro y por otras industriales de escala nacional que ven con alerta un negocio que va a llevar a una realidad diferente en cuanto al sector. Sin embargo, llama la atención la poca respuesta que se ha dado de parte del Gobierno que a la vez ha tenido un claro signo de aflojar las normas vinculadas a la regulación de la competencia afectando al consumidor y a la empresa nacional y yendo en contra de las normas deseables y sobre las que hay consenso por lo menos manifiesto.
En una economía como la uruguaya donde el rubro es clave y es parte relevante de la matriz agroexportadora se debería ver conatención este proceso.