En doce años, entre 2010 y 2022, la cantidad de personas promedio en los hogares pasó de 3,9 a 3,4 por ciento, y se suma el aumento de hogares unipersonales y parejas sin hijos. Esto muestra un avance en términos de la llamada segunda transición demográfica. De todas formas se detectan heterogeneidades que mantienen los altos niveles de desigualdad, vulnerabilidades y dificultades para el crecimiento y la inversión.
Según el informe de la Cepal la tasa de crecimiento se vio comprometida en 2023.
Esto se debe a que las economías de la región desaceleraron su tasa de crecimiento promedio del Producto Interno Bruto, estimada en 2,2%, inferior al 4% del año 2022.
Esta heterogeneidad se ve entre países y entre regiones del continente.
Por ejemplo, América del Sur creció 1,5% este último año, mientras que en 2022 había sido de 3,8%.
Centroamérica y México fue de 3,5% frente a 4,1% en 2022. Y el Caribe creció 3,4% en 2023 frente a 6,4%.
Otra información de mucha relevancia son las estadísticas ambientales que reafirman la vulnerabilidad de la región frente al Cambio Climático.
Estas vulnerabilidades se manifiestan por un significativo número e impacto de fenómenos climáticos como son inundaciones, tormentas, sequías, movimientos de tierra.
Algunos datos a destacar: el período 2016-2023, ocurrieron 90 eventos peligrosos y desastres, que provocaron más de 52,8 millones de personas directamente afectadas y 5.600 personas fallecidas.
Pero también el daño económico es enorme con pérdidas económicas que solamente relacionados con desastres ascendió a 123 mil millones de dólares. Las pérdidas en términos ambientales son terribles con bajas enormes en superficies de bosques, de esta forma se ve claramente como la región sigue comprometiendo su principal activo que son los recursos naturales.