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Editorial fiscal | Fossati |

LOS AUDIOS DE LA DOCTORA FOSSATI Y CARAS Y CARETAS

"El fiscal Juan Gómez tiene la pelota"

Los audios, aunque hayan sido dichos en cualquier circunstancia, revelan una opinión y un pensamiento de la fiscal Fossati que es casi una doctrina.

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El famoso audio fue una respuesta de la fiscal a una pregunta que hiciera por WhatsApp Carlos Peláez. No es un audio “filtrado” y el uso intencional de la palabra “filtrado” es un artilugio para insinuar que este audio fue obtenido de manera irregular. El audio no tiene misterio, es un mensaje de WhatsApp enviado por la Dra. Gabriela Fossati al periodista Carlos Peláez el 11 de noviembre de 2022, día más, día menos.

Nada de irregular, nada de reservado, nada de confidencial, nada de filtrado. Hubo algún comunicador que dijo que yo le había pedido el audio a Peláez con el propósito de revelar la fuente. Eso es una tontería dicha con mala intención. Nunca sucedió así.

Por Caras y Caretas han pasado un par de cientos de periodistas en más de 20 años. No habrá ninguno que diga que yo le pedí que revelara la fuente. Yo no solicité nada, ni la fiscal Fossati era ni es una “fuente”. El audio me llegó sorpresivamente por WhatsApp, un sábado de mañana cuando tomaba mate con mi hijo en su casa. Tan evidente era de que no se trataba de ningún secreto que lo escuché con mi esposa, mi hijo y mi nieto. Creo que Carlos lo puso en el grupo de WhatsApp de Legítima Defensa, es decir, que lo recibieron esa mañana, al menos Leandro, Soledad, Georgina y Popi Abelando. Si fuera un misterio no lo hubiera recibido tanta gente. Todo el mundo sabe que no hay secretos si lo saben más de dos. La fiscal era la protagonista central de una nota periodística y el audio es parte de una respuesta a una pregunta que, eventualmente, podía o no ser parte de la crónica de esa semana. Ella nunca pidió reserva y, por el contrario, termina diciendo que no se inmolará y reclama y aspira a “que quede claro”. Si estuviera revelando un secreto no agregaría “que quede claro”.

¿Que quede claro a quién, a Peláez? Es obvio que se está refiriendo a que lo sepan los lectores. Con el diario del lunes, tal vez era un mensaje al fiscal de Corte, a quien estaba reclamando que la trasladara. Lo único secreto es saber la intención de la fiscal al declarar esto a Peláez, porque la fiscal no tiene nada de ingenua. Preferimos en ese momento dejar a la fiscal continuar con la investigación, más precisamente para no distraerla, ni entorpecerla, procurando que avanzara cuanto pudiera o quisiera. Peláez y la fiscal tienen una relación de larga data de carácter estrictamente profesional. Se trató siempre de un vínculo correcto entre una fiscal muy experimentada y un viejo periodista, conocido por su capacidad y rectitud profesional. Carlos es un conocido y veterano periodista radicado en Maldonado, con destacados trabajos de investigación que le han valido 9 juicios por Ley de Prensa y en los que ha salido absuelto en su totalidad. Es además conocida su rigurosidad e independencia.

La fiscal también tiene una larga trayectoria con 30 años de ejercicio de la magistratura. Es muy controvertida entre sus colegas, ha mantenido una larga disputa con el fiscal de Corte Jorge Díaz, incluso ha hecho observaciones públicas y ha recibido sanciones por su actuación como magistrada. Es llamativa su participación en las redes sociales lo que le ha valido críticas diversas y tal vez algunos fans. Peláez me envió el audio porque soy el que dispone que se publique o no una noticia o una tapa, una crónica o una nota de opinión. También tengo la palabra final sobre cuándo es el momento oportuno para hacerlo y la responsabilidad ética y legal sobre lo publicado. Obviamente no soy infalible, pero cargo con esa responsabilidad y la asumo.

¿Por qué se dio a conocer luego? Porque algunas manifestaciones públicas de la fiscal excluían de la investigación a la cúpula del gobierno y a los responsables políticos afirmando que no había indicios de ilícitos. Porque dispuso mantener en reserva por sesenta días los interrogatorios del presidente de la República y algún otro jerarca y porque nos enteramos que había inicialmente excluido del peritaje del celular de Astesiano los chats que intercambiaba con el presidente. Porque se anunció que la investigación del caso de Alejandro Astesiano iba hacia una finalización con un juicio abreviado. Todo esto y alguna cosita más parecieron confirmar, a juicio de la dirección de Caras y Caretas, que las palabras finales del audio, de que ella no estaba dispuesta a inmolarse, se confirmaban en el curso en que se desarrollaban los acontecimientos. Por esos días publiqué un editorial sobre la cobardía de la fiscal y la hipocresía de la justicia en el que transcribí las partes fundamentales del audio y anuncié que lo tenía en mi poder. De eso hace más de un mes.

Los audios dicen (no es textual):

* Que en los chats de Astesiano están nombrados todos los jerarcas policiales y los de los ministerios involucrados en la investigación.

* Que todos se protegen entre ellos y son todos amigos.

* Que ella se tiene que apoyar en ellos y, en vez de auxiliarla, se protegen y le ponen piedras en el camino.

* Que los que deberían estar interesados en esclarecer los “errores” que hay en sus organismos, solo quieren taparlos.

* Que la Fiscalía de Corte no le da los recursos que necesita.

* Que el fiscal de Corte le prometió un traslado a una fiscalía de Delitos Económicos y no lo hizo.

* Que el fiscal Juan Gómez no tiene palabra y la quiere clavar con un fracaso.

* Que este asunto ha revelado problemas institucionales y que constituyen un escándalo.

* Que desde los diversos organismos, incluyendo la Fiscalía y la Presidencia de la República, se filtran los chats que constituyen los insumos de la investigación.

* Que de la propia Fiscalía de Corte se filtró información a Montevideo Portal.

* Que nadie quiere justicia y, los que la piden, es porque les conviene.

*Que ella no se va a inmolar y que eso debe quedar claro.

Una vez difundidos los audios, la fiscal confirmó su veracidad. Aceptó que eran verdaderos, dijo que sus palabras habían sido dichas en confianza y que algunas de las afirmaciones que hizo habían cambiado desde el momento en que fueron dichas.

¿Qué ha cambiado desde noviembre al día de hoy en relación a lo que dice la fiscal?

Nada cambió sobre los contenidos de los audios, sobre los personajes que estaban mencionados en los mismos, sobre las filtraciones que se mantienen aún hoy sin que se sepan de dónde provienen, ni sobre la falta de credibilidad de la palabra del fiscal de Corte, ni sobre el escándalo institucional ni sobre la voluntad de los jerarcas de tapar los probables ilícitos. Tampoco sobre la complejidad de la investigación, la falta de colaboración de los involucrados y el deseo de algunos protagonistas de clavarla con el fracaso. Supongo que también seguirá pensando que a nadie le interesa la justicia y que ella no tiene necesidad de inmolarse.

No sé qué quiso decir la fiscal cuando señaló que desde noviembre a aquí algunas cosas habían cambiado. Supongo que se referirá a los recursos con que la apoyó la Fiscalía de Corte y la insostenible afirmación que ella hizo de que los audios se filtraban desde la misma fiscalía, lo que fuera investigado según el fiscal Juan Gómez, habiéndose demostrado que no era verdad. Los audios, aunque hayan sido dichos en cualquier circunstancia, revelan una opinión y un pensamiento de la fiscal Fossati que es casi una doctrina. La fiscal opinaba y quería que “quedara claro” que el caso Astesiano desnudaba, al menos, un núcleo de corrupción a nivel de la jerarquía policial y probablemente en la cúpula política en donde todos se protegen y pretenden tapar los ilícitos, de manera que la investigación descubriría un escándalo institucional, sería fatalmente muy compleja y terminaría irremediablemente en un fracaso. Palabras más o palabras menos, desnudaba el Uruguay corrupto al máximo nivel institucional. Si el fiscal investiga hasta el hueso se inmola y si se inmolara es porque el hueso está donde está el poder. Eso es una doctrina. Más claro, echarle agua.

¿La sentencia del juicio abreviado cerrará la causa? Creo que los uruguayos nos damos cuenta de que hay mucha corrupción en el gobierno y muy poca transparencia. El pasaporte otorgado a Sebastián Marset es un horror que revela conexiones en el gobierno con el narcotráfico que no se arreglan con sacar a la subsecretaria Carolina Ache del Ministerio, ocultando que el ministro Francisco Bustillo le mintió al Parlamento. La sentencia del juicio abreviado de Astesiano no puede ocultar que el presidente Luis Lacalle Pou lo nombró y lo mantuvo en su cargo aun sabiendo sus antecedentes delictivos, como lo reveló ante el Senado el propio director de Inteligencia Estratégica, Álvaro Garcé. La sentencia del juicio abreviado revela cómo Astesiano tenía acceso a los sistemas de vigilancia de la Policía, desmintiendo al ministro del Interior, Luis Alberto Heber, que afirmara en el Senado que eso no era posible. La misma sentencia dice que Astesiano compartía la información obtenida ilegalmente con el entorno presidencial y con el propio presidente sin que ninguno de ellos lo denunciara. Me han dicho que la sentencia del juicio abreviado es “única” y muy original. Cierra la causa penal probablemente más impactante de la historia moderna del Uruguay en solo cuatro meses y con un curioso texto de tres o cuatro páginas que oculta más de lo que dice, sentencia en donde los hechos casi son omitidos. Esta sentencia abre una interrogante sobre los hechos que incluye y los que excluye. Ha llamado la atención y ha causado debates, incluyendo a magistrados y abogados, que el juez y el abogado defensor de Astesiano hayan firmado ese acuerdo que deja tantas zonas oscuras. Me parece, por lo que me dicen, que el derecho ha sido muy estirado para que la sentencia sea válida e inapelable.

¿Podría abrirse el caso nuevamente?

Técnicamente no sé si se podrá seguir investigando en esa causa. Me imagino que debe haber varios libritos. Hay que sorprenderse si alguien investiga para arriba, pero no nos sorprendamos de que alguien inicie o continúe una investigación y llegue a un delito de Astesiano que no esté comprendido en los hechos tipificados. Recordemos que Astesiano ha sido elegido como cartón ligador como lo fuera Daniel Cambón en el gobierno de Luis Lacalle Herrera, el padre del actual presidente.

No me gustaría estar en los zapatos del abogado que firmó cinco años para su cliente y ahora eventualmente le pidan dos años más por un delito nuevo que otro fiscal estime que no está incluido en el acuerdo abreviado. Habrá que ver qué pasa después que finalicen los días en que la fiscal Fossati está certificada y qué actitud adopta el fiscal de Corte, Juan Gómez, ante el pedido de la fiscal de ser retirada de la fiscalía o del caso.

Ahora el doctor Juan Gómez tiene la pelota en su campo. Me pregunto si Juan Gómez también comparte la idea de que hay una muralla ficta que impide la sanción penal en la cúpula política y en el fondo habría preferido que a la fiscal no se le hubiera ido la lengua en su respuesta a Carlos Peláez o que a Caras y Caretas no se le hubiera ocurrido divulgar el audio y que semejante doctrina se guardara en una zona de intimidad a nivel de la hipocresía del Poder Judicial que confirma lo que todos los uruguayos sospechan de que hay una suerte de impunidad en que la responsabilidad penal no llega hasta allá arriba. Para no engañarnos, me temo que será difícil que continúe. En estos días parece percibirse en la opinión pública cierta demanda social de transparencia, aunque nos quieren hacer creer que lo más conmovedor son los amores de “Luis con Loli”.

También quiero suponer, al menos lo intuyo, que aún hay fiscales que quieren hacer justicia. No sé si las palabras de Fossati destinadas a relativizar sus apreciaciones sobre la Fiscalía de Corte diciendo que “algunas cosas han cambiado” lograrán que el fiscal de Corte salve su chacra y deje las cosas allí donde están ahora.

Pero si el fiscal Gómez termina de abrochar el moño, a todos nos quedará la idea de que esto se cerró para tapar la corrupción que hay por arriba de Astesiano y los ilícitos que no pudieron haberse cometido sin el conocimiento del presidente de la República. Tal vez la fiscal solo dijo lo que otros muchos piensan y actuó acorde a lo que ella también piensa. Si fuera así, eso que me pareció una cobardía, era prudencia y realismo puro y duro. Sería para ponerse a llorar.

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