El año del mono llega a Vietnam

Ante la cercanía del Nuevo Año Lunar 2016, dedicado al mono, este animal deviene atracción y a la vez motiva a conocerlo mejor como integrante del horóscopo vietnamita y también del chino. Curiosos, inteligentes, alegres e inventivos son entre otras las características de quienes nacieron bajo este signo, rey del nuevo calendario a partir del 8 de febrero y hasta el 27 de enero de 2017, al menos en esta parte del mundo, condición que se repetirá solo dentro de 12 años. Algunos admiran a este animal por ser muy activo como muestra de buena salud, otros le atribuyen su debilidad a la tendencia de ser errático e inconsistente, mientras, muchos se divierten y ríen de sus travesuras. Aunque el que más se conoce es el zodiaco chino, otros países asiáticos que han estado bajo la influencia cultural de China también lo utilizan pero con cambios en algunos animales, como por ejemplo, el cuarto de esos en el vietnamita es el gato y no el conejo. A cada año se le asigna un animal en un ciclo de 12 años y en el orden siguiente: rata (o el ratón), buey (o búfalo), tigre, gato (para el zodiaco vietnamita), dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. De esa manera, los años que incluyen al mono son: 1908, 1920, 1932, 1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004, 2016 y 2028. Cada animal se asocia a un elemento fijo de los cinco que según el pensamiento cosmológico oriental son la esencia del universo (Metal, Agua, Madera, Fuego y Tierra), entendidos también como diferentes tipos de energía. En el caso del mono es el primero, cuya combinación simboliza confiabilidad, utilidad y fortaleza. Pero a su vez se vincula a ese y a los otros en el referido orden, según un ciclo de seis décadas. Así, este año corresponde al mono de Fuego, coincidencia que no volverá a aparecer hasta 2076. Por eso, esta vez ese elemento modifica las característica del signo para hacerlo más enérgico, con dotes naturales para el liderazgo, una personalidad bien definida, seguro y decidido. También, en el aspecto negativo lo hace más obstinado, terco y desconfiado. (Tomado de Prensa Latina)