El respeto que se merece

Lo paradójico del caso es que mientras el cabildante se llenaba la boca de elogios a la LUC porque «defiende a la sociedad y reduce la inseguridad», llenando las cárceles de delincuentes, dos mujeres denunciaron haber sido violadas por tres efectivos de la Guardia Republicana el martes por la noche, en la zona de Paso Molino.

El episodio aún no ha merecido condena judicial, pero me temo que, de comprobarse, estaríamos ante un verdadero quiebre del discurso oficial.

Es difícil que nos hagan creer que cuando tres policías te suben a un patrullero es un beneficio de la LUC.
Al día siguiente, cuando la prensa publicaba títulos en los que el ministro Luis Alberto Heber decía que “ahora las mujeres pueden salir con cartera”, a plena luz del día, en la zona de Punta Carretas, la viuda del expresidente de Argentina Fernando De la Rúa fue víctima de un robo en las calles de Punta Carretas.

La noticia ocupó rápidamente espacios en los informativos porteños, sorprendidos de que en la «Suiza de América» de su querido y muy elogiado presidente Luis Lacalle Pou, también existan los motochorros.

La verdad es que ni el propio Manini compró el discurso del Ministerio del Interior de que los delitos siguen bajando gracias a la hábil conducción del Partido Nacional, porque en pleno debate criticó que «el índice de asesinatos en Uruguay colocaba al país solo por debajo de Venezuela, Colombia y Brasil».

Pero, claro, según el análisis multicolor, esto sigue siendo por culpa del Frente Amplio «por defender a los ladrones», aunque ellos ya llevan dos años en el gobierno y no logran frenar la inseguridad.

Solo por respeto al fallecimiento del exministro del Interior frenteamplista, no volvieron a recordar el grito de guerra de «renunciá, Bonomi» con que los trolls a sueldo llenaban las redes sociales durante el gobierno del FA, para obligar a los uruguayos a «vivir con miedo».

Lo cierto es que Manini pretendió convencernos durante el debate, de que solo votando el No y defendiendo la Ley de Urgente Consideración se «acabó el recreo» para los delincuentes, pese a que llevamos un año con LUC y los ladrones se pasean en moto al mediodía por la vereda del Shopping de Punta Carretas.

El otro latiguillo usado hasta el cansancio por el libreto oficialista, y que el excomandante tuvo que repetir linealmente, fue que este gobierno le da a la Policía «el respeto que se merece». Solo porque incluyeron en la LUC un artículo diciendo que el que mira feo a los policías, va preso por desacato, figura que ya existe y está en plena vigencia.

Lo que no dicen, ni dirán en ningún debate, es que a la Policía se la defiende pagándole un sueldo justo, dándole chalecos antibalas de calidad, realizando una reestructura acorde a las nuevas realidades y dotándola del armamento y los vehículos indispensables para contrarrestar los avances del narcotráfico.

Pero, claro, de eso no se habla, porque sería echar por tierra toda una construcción discursiva liviana y efectista que consideran que muy buenos resultados les dio en las últimas elecciones.

Por suerte, el propio Sindicato Policial salió a poner las cosas en su lugar, y nobleza obliga, dijo que es bueno reconocer lo que Bonomi hizo bien durante su gestión, destacando en primer lugar el salario justo para los policías, el pago de la nocturnidad y el moderno equipamiento para toda la fuerza.

Igual, este reconocimiento post mortem no servirá de nada y en cada nuevo debate seguiremos escuchando las mismas «ingeniosas» frases inventadas por la agencia de publicidad que asesora al oficialismo para culpar al FA porque en Uruguay siguen existiendo los ladrones.