En la denuncia se hace referencia detallada de cinco casos y se afirma que es práctica común hacia el sindicato y sus representantes derivadas de investigaciones a profesionales que por su vínculo laboral no garantizan ningún tipo de tratamiento justo de las situaciones. Al respecto, Situtec ha propuesto la conformación de equipos investigativos con participantes de Pit-Cnt, ANEP, Udelar, entre otros entes que aseguren un procesamiento justo de las investigaciones.
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Otra práctica común que dicen haber constatado es la no respuesta a planteos realizados por Situtec por medio de notas y correos con propuestas de relevancia para sus afiliados y dirigentes.
El triunfo de la forma sobre el contenido
La Universidad Tecnológica (UTEC) es como decían los nobles sobre Versalles “El triunfo de la forma sobre el contenido”.
De hecho, tenemos un problema de contenido, justamente; es una organización dentro de una institución pública. Una organización que no es la que establece la ley, y ahora nos queda más claro que nunca que sus autoridades nunca quisieron cumplir la ley 19.043, dijeron fuentes sindicales a Caras y Caretas.
La ley de UTEC dice claramente, por ejemplo, que su sede debe estar en el interior y está en Montevideo. La ley dice que docentes, estudiantes y trabajadores deben gobernarla, cuando en realidad un poco más de siete directores y 15 coordinadores gerencian espacios en los que ni docentes ni estudiantes participan realmente en aspectos tan vitales como ser la definición del plan estratégico, el presupuesto, el estatutos docente.
Son varios de estos gerentes que, con un sistema de selección de personal en el cual el 45% corresponde a la entrevista, hacen entrar en muchos casos al que quieren, lo que lastima el corazón de lo público, subrayaron las fuentes.
Violación de leyes laborales
El sindicato denuncia la violación de leyes laborales. Sostienen que el Consejo Directivo y sus asesores están jugados a cansar a la gente. Establecen normas que violan (por ejemplo sistema de evaluación de desempeño, el estatuto docente y no docente), acuerdan en bipartitas cosas que después no respetan, e ignoran normas como la 222/14, que rige los aspectos disciplinares en lo público, o la 15.804 de Negociación Colectiva. Lo importante es cansar a la gente que reclama. Si quieren seguir molestando, que vayan al Tribunal de lo Contencioso Administrativo, lo que significa esperar entre tres y cinco años. Lo importante es mostrar quién manda y propagar el temor a discrepar, lo cual es reforzado por despido en «plaza pública» de los que piensan diferente a los gerentes de la organización. Ya lo decía una máxima autoridad de la institución: «Entre un trabajador y uno de mis directores o coordinadores, no dudo un minuto en apoyar a los jefes que elegí», dijeron las fuentes a Caras y Caretas.
Recientemente el Consejo Directivo Central Provisorio (CDCp) despidió a una trabajadora con base en un supuesto informe del director de Educación del cual la trabajadora nunca tomó conocimiento. Por otro lado, el acuerdo en una bipartita de habilitar un tribunal de alzada a un trabajador al que se le negó ese derecho fue luego eludido porque al Consejo no le gustó el resultado del tribunal mencionado, por lo que resolvió una renovación por seis meses cuando debió ser por un año, aunque eso es ilegal, consignaron las fuentes.
Un poco de historia
El 28 de diciembre de 2012 el Senado y la Cámara de Representantes de Uruguay, reunidos en Asamblea General, decretaron la ley de creación de la UTEC con el apoyo de todos los partidos políticos.
La UTEC funciona como ente autónomo e integra el Sistema Nacional de Educación Pública y el Sistema Nacional de Educación Terciaria Pública. Los fines de UTEC son:
Contribuir al desarrollo sustentable del país.
Formar profesionales con un perfil creativo y emprendedor, con alto nivel ético y técnico.
Promover la innovación tecnológica y la agregación de valor y calidad a los procesos sociales y técnicos con los que se relacione.
Ofrecer la educación correspondiente a su nivel vinculándose a los diversos sectores de la economía
Orientar las propuestas de formación en consonancia con los desarrollos productivos, sociales y culturales de cada realidad productiva.
Contribuir al estudio de los problemas de interés general y propender a su comprensión pública.
La primera renuncia
El 28 de octubre de 2013, Antonia Grompone, profesora catedrática de Fisicoquímica en la Facultad de Química, renunció al Consejo Directivo de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), que integraba junto a Rodolfo Silveira y Pablo Chilibroste.
Diferencias salariales con la universidad pública, “personas que no tienen el perfil adecuado para los cargos que ocupan”, “discursos de barricada” y “nombramientos directos” fueron algunas de las razones por las que la ingeniera María Antonia Grompone renunciara al Consejo Directivo Central de la Universidad Tecnológica del Uruguay. “No acepto una visión de universidad pública bajo un modelo de empresa privada”, señaló en la carta dirigida al presidente José Mujica.
A pocos meses de su fundación, la consejera Grompone se quejó de “falta de transparencia” en contrataciones directas para cargos directivos.
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