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Política

Con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro

Empleo, Consejos de Salarios y Caja Militar

Antes de partir a Nueva York, donde participó y expuso en la Asamblea General de la ONU (que celebra el 100º aniversario de la OIT), el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, concedió un extenso reportaje a Caras y Caretas, sobre temas de actualidad, donde enfatizó que «problemas de empleo hay y estamos abocados a solucionarlos, pero nunca hubo tanta gente trabajando y en el BPS». Murro mantuvo importantes reuniones con el director general de OIT, Guy Ryder, con la secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow, y con la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinoza.

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Caras y Caretas Diario

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¿Hay una crisis en el tema empleo?                           

Si tomamos como punto de partida el retorno de la democracia, en marzo de 1985, y llegamos hasta hoy, y analizamos los siete gobiernos que hemos tenido desde entonces, cuatro colorados y blancos y tres del Frente Amplio, vemos que pese a algunos problemas que hoy tenemos, nunca hubo tanta gente trabajando en el Uruguay como ahora (1.600.000 personas), la cantidad de desocupados es la menor (150.000) y la cantidad de registrados en el Banco de Previsión Social (BPS) aumentó notablemente, como nunca en la historia del Uruguay. 550.000 puestos cotizantes más en 14 años, contra 239.000 en veinte años de gobiernos colorados y blancos.

Durante el primer gobierno de Julio María Sanguinetti los puestos cotizantes del BPS aumentaron en 152.515; en el gobierno de Lacalle Herrera aumentaron en 113.022; en el segundo de Sanguinetti aumentaron 15.908 y en el de Jorge Batlle disminuyeron 42.870, lo que hace una suma algebraica total de más de 238.575 puestos cotizantes.

En el primer gobierno de Tabaré Vázquez, los puestos cotizantes al BPS aumentaron en 363.335, en el de Mujica en 210.871 y en el segundo de Tabaré Vázquez cayeron en 22.929. La suma algebraica total es más de 551.277 puestos. Más del doble de lo anterior y logrado en menos años.

Sólo en el primer gobierno del FA se aumentó 50% más que en los cuatro gobiernos colorados y blancos.

Por otra parte, durante los tres gobiernos de Frente Amplio (2005-2018), los cotizantes al BPS crecieron el triple que lo que aumentó la población del país. Durante los cuatro gobiernos colorados y blancos (1985-2004), los cotizantes al BPS crecieron un 50% menos que el aumento de la población.

La tasa de desempleo fue 9,81% en el primer gobierno democrático (1985-1989); 8,8% en el segundo; 11,07% en el tercero; 15,15% en el cuarto (Jorge Batlle, que tuvo la Crisis de 2002); 9,74% en el quinto; 6,74% en el sexto y 8,09% en el actual hasta 2017.

Son los números, es la realidad.

Sin embargo la «sensación térmica» en relación al tema empleo es fría…

Estamos teniendo algunos problemas que nos preocupan, nos ocupan y nos duelen por cada uno de los 150.000 desocupados, y estamos tomando medidas todos los días.

Acá quiero destacar que este proceso tiene lugar en el marco de nuestras concepciones. Hay países vecinos que han rebajado salarios, jubilaciones y derechos laborales (Argentina y Brasil,  N. de R.) y tienen, sin embargo,  mayor desempleo, más inflación, más pobreza, mas indigencia y caída de la economía.

Entre las medidas que estamos tomando, hay generales y específicas. Por ejemplo, la nueva Ley de Fomento al Empleo, vigente desde enero pasado, a la cual han adherido decenas de empresas, y que tiene un fondo de US$ 20 millones para pagar salarios de los nuevos empleos que se generen en el sector privado, o las medidas que se han tomado para el sector rural, o las nuevas medidas dentro de la Ley de Inversiones que promueven el empleo; la ley de facilidades de pagos para atender deudas con el Banco de Previsión Social (BPS), entre otras.

Dentro de las específicas tenemos la ley para posibilitar la cosecha citrícola en Salto (US$ 3 millones); la mejora del dragado del canal Martín García y el río Uruguay, luego de décadas de abandono; la apertura del mercado de carnes a Japón (logro largamente trabajado por varios ministerios), la intensificación de las relaciones y acuerdos con China Popular, primer comprador de nuestras exportaciones de bienes, las adecuaciones al Seguro de Paro, que a partir del año 2009 permiten mayor flexibilidad para tener este derecho y al mismo tiempo seguir trabajando parcialmente, lo cual, además de beneficiar al trabajador, sostiene a la fuente de trabajo, o sea a la empresa.

A estas medidas ya concretadas hay que agregarle que se inicia en las próximas semanas la construcción del Ferrocarril Central Paso de los Toros-Montevideo, y esperamos iniciar la construcción de la tercera planta de celulosa, UPM II, que implicaría la creación inmediata de 8.000 puestos de trabajo, de impacto directo en las zonas del país donde tenemos mayores necesidades, que son el centro y noreste del país.

Así como es cierto que en los últimos cuatro años perdimos 47.000 puestos de trabajo, en los primeros diez años del Frente Amplio creamos seis veces más, 300.000 empleos, siempre sin tener en cuenta los empleos directos e indirectos que comenzarán a generarse a la brevedad como consecuencia de  las obras de UPM II y del Ferrocarril Central, que configuran la mayor inversión económica en la historia del Uruguay.

La oposición señala todos los días el cierre de empresas, algunas de ellas emblemáticas…

Lo que no se publica con tanto destaque es cuando abren, porque también abren empresas que dan mucho trabajo. ¿Qué está pasando? Si miramos desde 1985, que es el retorno a la democracia, hasta hoy tenemos 20 años de gobiernos colorados y blancos y 14 años de gobierno del Frente Amplio. En los 20 años de gobiernos colorados y blancos había menos gente trabajando que ahora y había más gente desocupada que ahora. En los 20 años de gobiernos blancos y colorados había más gente desocupada y menos gente ocupada trabajando. Por ejemplo, la tasa de desempleo, que es 8%, que nos preocupa, nos duele y nos ocupa, es la tasa más baja de desempleo de estos 34 años de democracia. Estamos ocupados, preocupados y dolidos por cada uno de los 150.000 desocupados y por cada empresa que cierra o envía gente al seguro de paro. Ahora, veamos toda la historia, porque esto se está presentando con intenciones políticas sin recordar el pasado. Ahora cierran empresas y abren otras. ¿Cuál es la prueba? Vamos al BPS, si yo miro el registro de empresas de Industria y Comercio del BPS, y no creo que ninguna empresa esté pagando si no está en actividad, ¿qué sucede en los 19 departamentos del Uruguay en el principal sector de actividad que es Industria y Comercio? Si yo comparo la cantidad de empresas que había en el país en 2004, 2005 y 2006, cuando recién arrancamos el gobierno, y la cantidad de empresas que hay ahora, tenemos 55.000 empresas más y crecieron en todos los departamentos. Y no es cierto tampoco como ha dicho algún dirigente empresarial y político que crecieron las unipersonales. Crecieron las empresas de todos los tamaños. Ahora bien, tenemos problemas, sí, claro.

 

Vidalín, Murro, el MTSS y el Barcelona

Algunos muy calificados dirigentes políticos opositores, como el varias veces senador e intendente de Durazno,  Carmelo Cacho Vidalín (herrerismo puro y duro), han sido sumamente elogiosos con la gestión de Murro en el MTSS y la gestión de UPM II y el Ferrocarril Central. En la 4ª Sesión Plenaria del Congreso de Intendentes, del 17 de setiembre de 2015, Vidalín manifestó ante la visita del ministro Murro, tal como consta en actas, los siguientes conceptos: «Primero que nada públicamente quiero agradecerle a nuestro colega (el intendente de Florida, Carlos Pájaro Enciso) la hospitalidad de estos dos días de trabajo (…) y decir que públicamente no está de más reiterarlo, creo que el presidente Tabaré Vázquez armó un (Fútbol Club) Barcelona en el MTSS, un equipazo. Me siento realmente complacido de estar con ese gran equipo, por lo tanto los planteamientos del ministro, como decía el colega (intendente de San José, José Luis Falero), deben ser de recibo. Este Congreso debe sentarse a analizar y estudiar y dar una respuesta al MTSS ante esos planteamientos en tiempos de relaciones laborales que deben tender al verdadero trabajo decente».

Usted ha destacado el rol y funcionamiento de los Consejos de Salarios

Entre 2018 y 2019, funcionó la séptima ronda (recordando que la primera fue en 2005, restaurando la conquista obrera que habían casi eliminado los entonces presidentes Luis Alberto Lacalle Herrera, Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle durante casi 13 años), la más grande de la historia.

Son 230 Consejos de Salarios. Todos los de 2018 están resueltos, y en este momento están  22 en negociación de 2019. En los 208 ya resueltos, hay 94% de acuerdo entre empresarios y trabajadores. Eso se compone de dos tercios de acuerdos tripartitos y un tercio donde los empresarios y trabajadores acuerdan por encima de lo propuesto por el gobierno.

Esto demuestra la fortaleza del concepto Consejo de Salarios, que también son buenos para las empresas, dado que hay 55.000 más, y da un mentís rotundo a las declaraciones de algunos dirigentes empresariales y políticos en contra de la negociación colectiva y de la actuación del gobierno.

Algunos de esos dirigentes han planteado modificaciones a los Consejos de Salarios. ¿Cuál es su respuesta a los mismos?

Hay algunos dirigentes políticos que dicen: Consejos de Salarios sí, pero por empresa. Bueno, seamos claros: eso no es Consejos de Salarios. Cuando se dice Consejos de Salarios sí, pero por zona del país, eso no es Consejos de Salarios.
Los Consejos de Salarios, que son una creación del año 1943, tienen justamente como objetivo el tema de la defensa de los más débiles, de los más alejados, de los trabajadores menos protegidos, los menos sindicalizados, del millón y medio de personas que trabajan en este país.

Cuando se dice Consejos de Salarios sí, pero por empresa, eso no es Consejo de Salarios, que tiene lugar cuando se reúne un sector de actividad.

Eso es lo que dice la ley de 1943, del Partido Colorado, y es lo que dicen nuestras normas, leyes y decretos, que reimplantamos en el año 2005.

O sea, ¿en Uruguay se puede negociar por empresa? Sí, se puede. No hay ningún problema en negociar por empresa.¿Se quiere negociar por sector de actividad, por rama, por ejemplo, los metalúrgicos, la construcción, los textiles, los rurales y no quieren venir al Ministerio de Trabajo? Lo pueden hacer.

No tienen ni que ir a registrar el convenio y lo pueden hacer.

Ahora, ¿qué es lo que prefieren hacer las cámaras empresariales, las empresas y los sindicatos? Prefieren ir al Ministerio, y tener «las garantías del contrato». Ese es el primer dato que algunos dirigentes políticos y empresariales pretenden ignorar.

Los dirigentes políticos dicen que hay que eliminar rigideces…

Pero entonces, ¿por qué hay tantos Consejos de Salarios, nada menos que 230 funcionando en 2018 y 2019? Porque ellos, empresarios y trabajadores, quisieron. Porque si quisieran hacer convenios por fuera del Ministerio, podrían hacerlo. Hay algunos poquitos que lo hacen, y los llevan a registrar en el Ministerio. Algunos poquitos que lo hacen y ni van a registrarlo en el Ministerio, porque la ley permite eso.

La negociación por empresa se puede hacer. ¿Qué hacen los Consejos de Salarios? Establecen los porcentajes mínimos de aumento salarial y establecen el salario mínimo por cada categoría. Son el escudo de los débiles. Son la defensa de los trabajadores más alejados, más débiles, menos sindicalizados de todo el país.

Segundo, cuando se dice por zona, generalmente se piensa, y lo han dicho algunos precandidatos, que no es lo mismo el interior que Montevideo.

Entre el Enjoy Conrad que está en Maldonado, en Punta del Este, en el interior, y un hotelito o pensión de acá, de la Ciudad Vieja, ¿cómo hacemos la diferencia?
Yo trabajé 15 años en una fábrica de Madera, Samic Río de la Plata. En esa época, en la década del 80 o 90, era la fábrica más grande del Uruguay. Estaba en el barrio Bella Italia, en Aparicio Saravia y Florencia. Ahora las fábricas madereras más importantes, más grandes y exportadoras están en el Interior del país, y tienen cientos de trabajadores y la más alta tecnología.

Entonces, ¿cómo aplico los Consejos de Salarios a esas empresas que están en Tacuarembó o en Rivera, o al aserradero que sigue existiendo en el barrio Borro?
¿Qué están diciendo algunos dirigentes políticos? Están diciendo: Consejos de Salarios sí, pero… y en ese «pero» está el cangrejo abajo de la piedra. Porque en definitiva, por la vía de los hechos, van a ir reduciendo o anulando la negociación colectiva, como ya lo hicieron entre 1992 y 2005.

Utilizan el argumento de que hay que modificar la rigidez del instrumento porque se protege y cuida al que está trabajando y no al que está desempleado, y lo que hace es desalentar la captación de más empleo.

Respondo: primero, nosotros en estos años hemos promovido la descentralización y la democratización de las decisiones. Había años en que el ministro decidía si una empresa o un sector de actividad iba a tal o cual Consejo de Salarios.

Ahora lo resolvemos tripartitamente con los empresarios, los trabajadores y el gobierno. Por tanto son ellos mismos, los representantes de trabajadores, empresarios y gobierno, los que resuelven a qué Consejo de Salarios va esta empresa o sector de actividad.

Eso lo hicimos nosotros. Ya existen hoy Consejos de Salarios que atienden realidades diferentes, por ejemplo, en el interior del país: transporte de personas, colectivos, taxis, radios del interior, imprentas, televisoras, hotelería, supermercados y autoservicios. Menciono en particular a los supermercados y autoservicios que fue uno de los ejemplos que puso Luis Alberto Lacalle Pou. Entonces esto ya existe.

Usted ha mencionado varias veces el «perismo». ¿Se refiere solamente a Lacalle Pou?

No, no. El perismo es de Lacalle y de otros. Dicen “sí, pero”, y en el pero está el cangrejo abajo de la piedra. Existen posibilidades de «descuelgues» de empresas de los Consejos de Salarios. Las empresas pueden hacer eso. Posibilidades de crear, por ejemplo, un nuevo subgrupo de los Consejos de Salarios acorde a una nueva realidad también se puede. Antes, ¿quién lo decidía? Lo decidía el gobierno. Ahora lo decide tripartitamente el Consejo de Salarios.

Seguramente haya que perfeccionar alguna cosa, pero creo que algunos de los que están opinando no conocen lo que está sucediendo en los Consejos de Salarios.

Algunos dirigentes políticos proponen eliminar o rebajar sustancialmente el IASS. ¿Qué opinión le merece la propuesta?

Esos mismos dirigentes políticos, cuando fueron gobierno, aplicaron durante años el entonces Impuesto a las Retribuciones Personales (IRP) a la totalidad o mayoría de los trabajadores y jubilados. Hoy algunos le quieren hacer creer a la gente que todo el mundo paga impuesto al salario y a las jubilaciones.

El IRPF lo paga un tercio de los trabajadores y dos tercios no pagan y el IASS lo paga menos de un cuarto de los jubilados, mientras dos terceras partes no pagan.

A esto hay que agregar que a diferencia de lo que sucedía en la mayoría de los años de los gobiernos colorados y blancos entre 1985 y 2005, en nuestros 14 años de gobiernos del FA, por primera vez en la historia, los salarios, jubilaciones y pensiones han aumentado los 14 años consecutivos y han aumentado un 55% real, o sea, por encima de los precios, de la inflación.

¿Qué opinión tiene en relación a la reforma de la Caja Militar?

Entre las muchas cosas que se discutieron estos meses se habló mucho de la reforma de la Caja Militar, que, adelanto, en próximos días sale el decreto reglamentario, decreto reglamentario que también conversamos con los militares para elaborarlo y sale ahora de una ley que se aprobó hace cinco meses.

Yo me reuní con el general Manini unas 10 veces, con los comandantes de las tres armas y con los responsables de la Caja Militar. No faltó conversar con nadie. Y si no hubo acuerdo fue porque, cada vez que acordábamos algo, pedían algo más.

Hay documentos que ellos entregaron al presidente de la República donde aceptaron cosas que después criticaron. Se hizo la reforma de la Caja Militar que fue posible, porque los Partidos Colorado y Nacional se hicieron a un lado y entonces cada ciudadano uruguayo tiene que seguir pagando US$ 600 millones por año, que es el déficit de la Caja Militar.

A nosotros nos faltó un voto y sólo se pudo hacer la reforma que se hizo.

Se dijo cualquier disparate: que iba a haber una desbandada.

Yo tengo acá los datos de 2016, 2017 y 2018 de la Caja Militar, cotizantes a la Caja Militar a diciembre de 2016, diciembre de 2017 y diciembre de 2018. Diciembre de 2016: 27.010 militares activos, cotizantes. Diciembre de 2017: 26.840. Diciembre 2018: 26.968. Los ingresos y retiros de personal fueron normales. No hubo desbande.

Retirados militares cotizantes: diciembre de 2016, 35.374, diciembre de 2017, 35.906, diciembre de 2018, 36.502. Ahí hay un leve aumento, pero tampoco se va nadie. No fue cierto lo que dijeron representantes de los retirados militares, dirigentes políticos y de las fuerzas armadas, que decían que se estaban yendo.

Usted ha tenido entredichos con el excomandante Guido Manini Ríos. ¿A qué se debieron?

En primer lugar él fue el primero, siendo comandante en jefe del Ejército, o sea, estando imposibilitado por la Constitución de la República de realizar ninguna declaración de tipo político, quien me acusó como secretario de Estado de mentir en relación a la reforma de la Caja Militar y yo demostré lo contrario.

El equipo del MTSS trabajó mucho en esta reforma, me reuní muchas veces con Manini y otros jerarcas militares, y reitero que esta reforma es la más gradual de todas las Cajas que se han reformado en el Uruguay, pese a tener un déficit de US$ 600 millones que paga toda la población atendiendo a 36.000 beneficiarios.

Murro y Manini Ríos


Dice el ministro: «En primer lugar, nosotros tenemos la satisfacción de que quien más ha hecho en Uruguay en estos 34 años de democracia, por los derechos humanos y la investigación de lo sucedido en la dictadura, ha sido el gobierno del Frente Amplio. Acá no estamos en la época donde el general Hugo Medina guardó los expedientes en la caja fuerte. No estamos en la época en que se aprobó la ley de impunidad. Acá estamos en un gobierno que con mucho empuje, con algunos errores, trata de hacer todo lo más que puede.

Yo, por ejemplo, participo casi todos los años el 14 de marzo en el día de los presos políticos, los liberados, como tal que soy. Y allí dije, por ejemplo, que tenemos que seguir haciendo y falta por hacer, pero los gobiernos del Frente Amplio han hecho mucho más que lo muy poco que han hecho los gobiernos blancos y colorados en estos 34 años. Y creo que esto que está pasando de estos cambios de tanta gente, de tanta importancia en el Ministerio de Defensa y en las Fuerzas Armadas, se están haciendo democráticamente y eso nos debe enaltecer a los uruguayos.

Hay una cosa que mucho me agrada y es que Guido Manini Ríos no haya sido incorporado al Partido Colorado ni al Partido Nacional, lo destaco como un síntoma de democracia. Porque si hay alguien hoy que es responsable directo de haber ocultado cosas es el excomandante en jefe, general Manini Ríos».

 

Murro a la ONU, por la OIT

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, participa en reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU por el 100º aniversario de la OIT, de la que Uruguay es estado miembro desde 1919. El secretario de Estado, en representación del presidente de la República, participó en la reunión de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas en conmemoración del centenario del establecimiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que tuvo lugar en la mañana del miércoles 10 de abril en Nueva York (EEUU).

La reunión contó, entre otras autoridades, con la presencia de la presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa Garcés, del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, y del director general de la OIT, Guy Ryder. En la ocasión, además de exponer en la sesión plenaria, el secretario de Estado integró el panel “Abordar los compromisos inconclusos para lograr un trabajo decente para todos”, en el que se trató, entre otros temas, las nuevas fuerzas que están transformando el mundo del trabajo, los desafíos existentes, la formalización y la necesidad de generar a nivel mundial 344 millones de puestos de trabajo para 2030, además de la mejora en las condiciones de trabajo y formalización de millones de trabajadores en todo el mundo.

Asimismo, el jerarca participó en otro panel posterior denominado “Dando forma al futuro del trabajo”, que abarcó los desafíos que representan el impulso de las nuevas tecnologías, los movimientos demográficos y el cambio climático, requiriendo de un contrato social que aumente el crecimiento económico inclusivo y sostenible, proporcionando a los trabajadores una parte justa del desarrollo económico.

Fundada en 1919, la OIT es una de las agencias especializadas más antiguas de las Naciones Unidas que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores a fin de establecer las normas internacionales del trabajo y promover el trabajo decente. Desde la jornada laboral de ocho horas, hasta la protección de la maternidad y la erradicación del trabajo forzoso y el trabajo infantil, la OIT ha configurado las normas internacionales del trabajo que impactan la vida cotidiana de las personas. Uruguay ha sido estado miembro de la OIT desde 1919. El país ha ratificado 109 convenios, de los cuales 81 están en vigor. Tiene ratificados los 8 convenios fundamentales.

En el año 2007 el gobierno de Uruguay, a través del MTSS, acordó una Agenda del Programa de Trabajo Decente. La misma se inscribe en el marco de la política de desarrollo económico, social e institucional del gobierno del Uruguay, la cual concuerda sustantivamente con los objetivos de la OIT en cuanto a la promoción del Trabajo Decente.

Posteriormente, el 16 de diciembre de 2015, el director general de la OIT, Guy Ryder, junto a los representantes de la Cámara Nacional de Comercio, la Cámara de Industria del Uruguay, el Pit-Cnt, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la Vicepresidencia de la República de Uruguay firmaron el Acuerdo Marco para la puesta en marcha del Programa de Trabajo Decente en Uruguay para el período 2015-2020.

El Programa de Trabajo Decente pone especial énfasis en el fortalecimiento de la institucionalidad gubernamental, las políticas de empleo, las políticas de seguridad social, la protección de los derechos fundamentales en el trabajo y el diálogo social.

 

 

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