Las compañías pertenecientes al Movimiento B buscan generar un impacto positivo en todas las partes involucradas, desde los colaboradores, las comunidades y los clientes hasta el resto del mundo.
Por su parte, Isabelle Chaquiriand, CEO de ATMA, agregó que “en ATMA tenemos claro que tenemos la responsabilidad, como líderes, de buscar siempre las mejores soluciones de ecodiseño para mejorar la circularidad de nuestros productos. Esta innovación nos permitirá reutilizar una gran cantidad de material, el equivalente a 150 camiones cargados de casilleros de cerveza, para fabricar envases universales para distintas botellas de cerveza”.
Aportando valor a la economía circular, estos casilleros también serán totalmente reciclables, lo que significa que su proceso de reutilización será infinito y que, si sufren algún tipo de rotura, podrán volver a transformarse.
Estos casilleros se crearon a partir del molde de los casilleros de Patricia, que requirieron cambios para mejorar su apilamiento y llegar a ser un producto que cumple con las exigencias de impacto y resistencia. El proceso, que incluyó ensayos en el LATU y pruebas en FNC como el llenado de línea y el transporte de los casilleros, requirió además de una validación regional e insumió varios meses de trabajo.
Además, se consiguió gracias al uso de material reciclado alcanzar una propuesta con precios competitivos en relación con proveedores del exterior y de esta forma permite sostener el abastecimiento local tanto por calidad como por precio.
El proyecto requirió una inversión del orden de USD 400.000, destinados a la incorporación de nueva maquinaria de producción por parte de ATMA. A su vez, se crearon seis puestos de trabajo para cumplir con los plazos establecidos.
En 2021 ambas compañías, que trabajan juntas desde hace más de 40 años, crearon un casillero de cerveza con materiales reciclados, con capacidad para 24 botellas de 340 mililitros.
Cumpliendo con todos los estándares de calidad requeridos, se trató de un casillero único para AB Inbev en la región, convirtiéndose en el primer casillero de cerveza elaborado con 100% de material reciclado. Gracias a este proyecto, FNC y ATMA recibieron una mención especial en los premios Uruguay Circular, celebrados el mismo año.
Por otro lado, como parte de su estrategia de impacto medioambiental, FNC lleva adelante un programa específico de gestión y valorización por el que logra que más del 95% de los subproductos derivados de sus procesos productivos sean valorizados.
Asimismo, a través de su estrategia de circularidad logró en 2023 que el 62% del volumen comercializado de cerveza sea en envases retornables fabricados con material reciclable.
ATMA ha recuperado 3.750 toneladas de materia prima en los últimos cinco años, con un crecimiento de 31% de los materiales recuperados en dicho período. Además, alrededor del 33% de las materias primas que consume anualmente son de material reciclado.
Mediante acciones de ecodiseño realizadas en algunos de sus productos, ATMA logró disminuir en más de 120 toneladas por año la cantidad de plástico que pone en el mercado.