Sin embargo, para ingresar al negocio de la importación es necesario cumplir con un marco normativo preciso y ajustarse a una serie de requisitos aduaneros y fiscales. Estas condiciones, definidas por el Código Aduanero de la República Oriental del Uruguay (CAROU), son fundamentales para operar de manera regular y eficiente en el comercio exterior del país.
Integración regional, documentos y aranceles
Si analizamos un ejemplo, el proceso de importación de muebles como mesas de madera, sillas transparentes de acrílico, sillones, entre otros, comienza con la inscripción y habilitación de la empresa en organismos clave como la Dirección General Impositiva (DGI), el Banco de Previsión Social (BPS) y el Banco de Seguros del Estado (BSE). Sin este registro formal, resulta imposible llevar adelante las operaciones de comercio exterior.
Además, el importador debe contratar los servicios de un Despachante de Aduanas, un intermediario habilitado que facilita los trámites necesarios y garantiza el cumplimiento de las formalidades requeridas por la Dirección Nacional de Aduanas (DNA).
La importación implica también una clasificación precisa de los productos dentro de la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM), una codificación utilizada para identificar los bienes que ingresan al territorio nacional.
Este acuerdo regional se comparte con países como Brasil, Argentina y Paraguay, principalmente, con el ingreso de Bolivia posteriormente. En tanto, busca un proceso de integración regional para generar oportunidades comerciales y de inversiones
Esta clasificación es clave porque determina los impuestos y aranceles que deben abonarse para concretar la operación. El arancel externo común, aplicado a productos provenientes de fuera del Mercosur, mientras que los bienes provenientes de países intrazonales pueden beneficiarse de tasas arancelarias preferenciales.
Otro aspecto relevante en el proceso de importación es la presentación del Documento Único Aduanero (DUA), el cual reúne toda la información sobre los bienes, su origen y el valor declarado. El despachante, con base en los documentos aportados por el importador, confecciona y presenta este formulario ante la DNA. En paralelo, se liquidan los tributos aduaneros y se asigna un canal de control, que puede variar entre verde (sin verificación), naranja (análisis documental) o rojo (inspección física de la mercadería).
Una vez aprobada la liquidación tributaria y realizadas las verificaciones correspondientes, se autoriza la entrega de los bienes. Los costos portuarios y otros gastos inherentes al desaduanamiento, como el pago de seguros y transporte, también forman parte de las obligaciones del importador.
Regulación logística y aduanera para comercializar bienes
En términos logísticos, el traslado y almacenamiento de los bienes importados es un factor clave en la cadena de suministro. Para garantizar la conservación y entrega en condiciones óptimas, los importadores deben asegurar que los productos cuenten con embalajes adecuados, como cajas reforzadas, elementos protectores y etiquetas con información detallada sobre el contenido y origen.
Para cumplir con las exigencias aduaneras, los importadores deben presentar documentación completa y detallada, como la factura comercial, el certificado de origen y el packing list, que especifica las características del producto y su distribución en el embalaje. Estos documentos, además de garantizar el cumplimiento de las normativas locales, son indispensables para resolver eventuales controversias en caso de inspecciones o retrasos en el desaduanamiento.
Así, el cumplimiento de las regulaciones aduaneras, la correcta clasificación de los productos y la planificación logística se consideran los pilares sobre los que se sustenta el negocio de la importación en el país. Al mismo tiempo, la mejora en los tiempos de entrega y la calidad de los productos serán factores determinantes para satisfacer las expectativas de los consumidores uruguayos, que cada vez exigen mayor transparencia y responsabilidad en cada etapa del proceso comercial.
De esta manera, los importadores que logren conjugar eficiencia, innovación y cumplimiento normativo tendrán mayores posibilidades de consolidarse en un mercado en constante evolución.