En entrevista con Caras y Caretas, Andrade indicó que la fuerza política se está equivocando en hablar de candidaturas antes de tener un programa, ya que la “izquierda milita por causas y no nombres”. “No se pueden sustituir las ideas por marketing o personas. Las candidaturas son lo menos importante del FA”, agregó.
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“El FA necesita construir detrás de causas, organización, esperanza, militancia, alegría. Lo que me preocupa es que en general se nos antepone la discusión de nombres o fórmulas antes que de ideas, cuando el FA tiene que elegir las causas. Lo que pasa cuando eliges a las personas antes del programa es que después la organización toda tiene que adaptarse a lo que la persona elegida dice. El FA recién va a tener su plenario donde va a abordar sus bases programáticas a mitad del año que viene. Ahí me parece que tendríamos que estar concentrando las miradas”, afirmó a esta revista.
Sostuvo que es necesario que la fuerza política laude cuál será su propuesta sobre las políticas para atender la producción familiar, salud mental, desarrollo científico, seguridad, vivienda.
“Tenemos que discutir si nosotros perdimos las elecciones porque fuimos muy radicales en algunos temas o es que no pudimos atender los asuntos estructurales. Yo estoy mucho más cercano a esta segunda hipótesis de que en los gobiernos del FA hubo temas estructurales que no logramos resolver [...] Si no hacemos esa reflexión, de alguna forma otros piensan por nosotros, porque si no, las encuestas de opinión van a determinar qué se tiene que decir [...] Dentro de nuestra acción tienen que estar las ideas y no las personas, no se pueden sustituir las ideas por marketing o personas. Las candidaturas son lo menos importante del FA, creo que nos hace mal que tengamos una anticipada campaña electoral”, reflexionó.
Consultado sobre si podría ser candidato, aseguró que “no puede hablar en abstracto”, ya que las condiciones de 2018, que lo hicieron presentarse como una opción dentro de la fuerza política, no son las mismas que las de ahora.
Ya se manejan los nombres del intendente de Canelones, Yamandú Orsi, y de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, como los que se perfilan para las elecciones de 2024 dentro del Frente Amplio. ¿Qué piensa sobre esto?
Tengo una mirada diferente de cuál debería ser la prioridad de la fuerza de izquierda hoy. Heredamos una tradición muy potente desde la fundación del FA que es que, al ser una fuerza única en el mundo, tiene la obligación de la unidad en un programa. Yo creo que cuando el debate se concentra mucho en los nombres y no en un programa, o poco en el mismo, estamos alejándonos de esta tradición muy potente para el FA.
El FA necesita construir detrás de causas, organización, esperanza, militancia, alegría. Lo que me preocupa es que en general se nos antepone la discusión de nombres o fórmulas antes que de ideas, cuando el FA tiene que elegir las causas. Lo que pasa cuando eliges a las personas antes del programa es que después la organización toda tiene que adaptarse a lo que la persona elegida dice.
El FA recién va a tener su plenario, donde va a abordar sus bases programáticas, a mitad del año que viene. Ahí me parece que tendríamos que estar concentrando las miradas. Te digo más, nos tendríamos que preguntar en distintas áreas, por ejemplo, las políticas diferenciales para atender la producción familiar, salud mental, el sistema integrado, el desarrollo científico, seguridad, vivienda. Tenemos que discutir si nosotros perdimos las elecciones porque fuimos muy radicales en algunos temas o es que no pudimos atender los temas estructurales. Yo estoy mucho más cercano a esta segunda hipótesis de que en los gobiernos del FA hubo temas estructurales que no logramos resolver y mencionaba solamente algunos como ciencia y tecnología, apoyo a la producción pequeña, seguridad, profundización de las políticas para la primera infancia, las políticas tributarias. Cómo se va a tratar la riqueza, el patrimonio, eso me gustaría que se analizara. Habría que pensar medidas que graven los depósitos en el exterior, habría que pensar en un paquete de medidas si nos toca la posibilidad de ser gobierno.
Si generamos una cultura política de que el programa es el andarivel donde todos circulamos, que sea la hoja de ruta a la que tengamos que rendir cuentas, recién ahí podemos hablar de candidatos. Si no hacemos esa reflexión, de alguna forma otros piensan por nosotros, porque si no, las encuestas de opinión van a determinar qué se tiene que decir. Para mí hay que hacer una reflexión profunda. Si fuera por las encuestas de opinión, no salíamos a juntar firmas (contra la LUC) porque dijeron que era un fracaso profundo. Creo que estamos en un momento de recuperar, valorizar, una tradición política. La izquierda milita por causas. Dentro de nuestra acción tienen que estar las ideas y no las personas, no se pueden sustituir las ideas por marketing o personas. Las candidaturas son lo menos importante del FA, creo que nos hace mal que tengamos una anticipada campaña electoral. Ahora no estamos en campaña, tenemos que resistir el embate neoliberal de un Uruguay cada vez más desigual, donde se toman medidas que ponen en riesgo el patrimonio público y la soberanía. Ese es el centro de la acción política de la izquierda. No creo que sea bueno abonar a que nos olvidemos del eje.
Usted dice que no hay que hablar de candidaturas, ¿pero usted piensa ser candidato?
No puedo hablar en abstracto de una candidatura. En su momento hubo condiciones concretas que me llevaron a asumir una candidatura. Había un conjunto de militantes que denunciaba que el FA se estaba alejando de las bases, que el programa cada vez se respetaba menos en la discusión política, que eso deterioraba los niveles de participación, y que en el escenario de 2018 era importante una candidatura que viniera de la militancia social. Ese fue el contexto que me hizo asumir una candidatura, pero ahora no está. Primero tiene que haber una circunstancia para que la candidatura sirva a la lucha del pueblo, no puede ser la candidatura como un objetivo en sí mismo, en este escenario estamos lejos de hablar de candidaturas. Es un error que se pronuncien anticipadamente antes de que se anuncien rumbos. Primero tenemos que saber qué vamos a hacer con las empresas públicas, con la educación, con las medidas fiscales y tributarias.
Yo sé que esto está arriba de la mesa muy potente. Vas a un encuentro de militancia, está el debate. Pero para mí es un error dejarnos seducir por la discusión de nombres. Le estamos diciendo que son más importante los nombres que las ideas. Para mí no estamos respetando la mejor tradición del FA.
Cambiando de tema, en las últimas semanas, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se enfrentó a las ollas populares y las acusó de dar datos falsos. ¿Cuál es su opinión sobre esto?
En realidad estamos enfocando de manera profundamente equivocada la situación. Todas las investigaciones que tenemos, la FAO, CAIF, Unicef, nos demuestran que sobre la inseguridad alimentaria podemos hacer todo menos subestimar el tema. Desconocer que sobre este tema tenemos un problema es un absurdo, dedicarse a atacar a colectivos solidarios es un error. Hay que tratar de construir herramientas que protejan a la infancia, que además es bastante más que la alimentación, es una infancia sin violencia, con acceso a la salud, pero no hay duda de que la alimentación es fundamental porque niños mal alimentados hipotecan su desarrollo.
La bancada del FA presentó una iniciativa para atender la alimentación escolar en los CAIF y crearla en secundaria todos los días del año.
¿Cree que el Mides está subestimando el tema?
Creo que tenemos que medir la problemática con las ollas, querer tapar el sol con un dedo, cuando hay una cantidad de uruguayos que están atravesando un conjunto de dificultades, es no atender esas problemáticas con un cambio profundo, es comprarnos para mañana un problema grande.
«Lacalle hace una declaración insólita» porque «sabía» sobre custodio
Esta semana, el jefe de la custodia del presidente Luis Lacalle Pou fue detenido por falsificar documentación para la expedición de pasaportes rusos. El mandatario dijo que está “sorprendido” por el hecho.
Andrade consideró que la declaración del mandatario es “insólita”.
“Tendría que haber ensayado una respuesta distinta. El custodio tenía varias indagatorias, creo que no debería hacerse el ignorante en este tema. Tonto no es, claramente sabía de esto, no puede subestimar a la gente. Tendría que haber dicho que a pesar de que supiera esto, apostó por confiar en esta persona. Esto no tomó por sorpresa a los uruguayos informados. Es una explicación con muy poco sustento”, agregó.
Se conoció que está detenido por orden de la Fiscalía el jefe de la custodia del presidente Lacalle Pou. Está acusado de falsificar documentación para la expedición de pasaportes rusos. Lacalle Pou dijo que está “sorprendido” por el hecho. Sin embargo, según una nota de la diaria, el jefe de la custodia viene siendo indagado por varias causas en los últimos años. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Se inscribe en una serie de situaciones graves. Si bien esto ha concentrado la opinión pública, en realidad lo grave no es tener un jefe de custodia cometiendo delito, sino que es tener uno que viene siendo indagado por muchísimos delitos. Además, esto fue alertado en 2020, no se da de manera sorpresiva, sino que es la crónica de una muerte anunciada, no es cualquier tipo de responsabilidad tener la custodia de presidencia.
¿Cree que es verdad que el presidente pueda estar sorprendido?
Es una declaración insólita, tendría que haber ensayado una respuesta distinta. El custodio tenía varias indagatorias, creo que no debería hacerse el ignorante en este tema. Tonto no es, claramente sabía de esto, no puede subestimar a la gente. Tendría que haber dicho que a pesar de que supiera esto, apostó por confiar en esta persona. Esto no tomó por sorpresa a los uruguayos informados. Es una explicación con muy poco sustento.
Pero yo le daría mayor gravedad a la denuncia que hace el periodista Gabriel Pereyra y el sindicato policial de pesquisas en democracia y a usar los servicios de inteligencia para perseguir personas, cosa que está prohibida y que violenta los más elementales derechos humanos. Es un día de noticias complicadas para el gobierno, que deberían salir del foco de la preocupación porque involucran a figuras del Ministerio del Interior.
¿Cree que la denuncia de Pereyra y la del sindicato policial están relacionadas? ¿Considera que puede estar mostrando una forma de accionar del Ministerio del Interior?
Se sabe que hubo espionaje en democracia a organizaciones sociales y políticas por lo menos hasta 2004. Los archivos Castiglioni y el dictamen del fiscal demostraron con mucha contundencia que, cuando estuvo la derecha en el gobierno, se utilizó la inteligencia para acosar, perseguir a organizaciones sociales y políticas. Son dos denuncias que nos deben poner en alerta. Hay que investigarlas. Vamos a esperar el resultado de la investigación.
«Hay una enorme crisis» en materia de seguridad
Con estos hechos ocurridos al interior de la Policía y con el caso de la expedición del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, ¿cómo definiría la situación del país en materia de seguridad?
Nosotros pedimos la renuncia de Heber durante la interpelación. Es un hecho muy grave. El narcotraficante, que estaba preso, necesitaba del pasaporte para fugarse y no era cualquier narcotraficante, sino la cabeza de un cártel muy peligroso, acusado de delitos gravísimos, como por ejemplo haber participado en el asesinato de un fiscal, lo que significó un escándalo internacional.
Estamos a un año de los dos peores años en la historia de Uruguay en materia de homicidios y se da en un proceso de discusión política en el que el argumento principal en defensa de la LUC fue que era muy útil para mejorar la seguridad. A todas luces la situación está en una enorme crisis y no hace falta ser un genio para darse cuenta de que si tenés una enorme cantidad de personas que van a la cárcel con pocas posibilidades de rehabilitarse, el resultado es cada vez más difícil.
En el debate de la LUC dijimos que no era una solución, eso ahora se está reflejando en lo que dijimos, lo que nos obliga a construir salidas al problema. Tenemos que pensar políticas para la pobreza, juventud, infancia. Es claro que hay una parte que se juega en el Ministerio del Interior, pero hay un conjunto de componentes sobre los que es necesario madurar un conjunto de políticas. Hay que tener más garantías para la alimentación, para la educación. Tenemos un desafío que es el cambio de paradigmas.