“En Uruguay hay dos coaliciones políticas pero tres proyectos de país, uno es el de Cabildo Abierto” , expresa Maniní Ríos que posiciona a su fuerza política Cabildo Abierto en un espacio lejano del Frente Amplio e “independiente de la coalición multicolor”; el ex Comandante en Jefe del Ejército Nacional no es un outsider de la política nacional aunque se lo asocie a su carrera militar. Su pensamiento político está matrizado por un conjunto de ideas que forman parte de una histórica corriente nacionalista con presencia en Uruguay y en América Latina.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Sin perder la caballerosidad y cierto aire marcial, Maniní Ríos nos planteó antes de empezar la entrevista su enojo con Caras y Caretas por varios artículos que le dedicamos y que lo llevaron a decidir dejarnos en el “freezzer” de las entrevistas durante tres años. Esgrimimos en nuestra defensa que si no nos concedía entrevistas, no teníamos más remedio que interpretarlo porque no es un político que pase desapercibido en el escenario nacional, y las interpretaciones siempre terminan siendo subjetivas.
Por eso la entrevista se trasformó en una suerte de salpicón de temas; tenía tres años para ponernos al día y lograr un producto que por encima de la gestualidad política cotidiana del entrevistado permita conocer en profundidad su pensamiento político.
Faltaron abordar muchos temas y con más profundidad algunos de los expuestos, pero seguramente no falte oportunidad.
¿Cómo definen lo que llaman Artiguismo del Siglo XXI como la doctrina política de Cabildo Abierto?
Si así nos autodefinimos nosotros como artiguistas, podríamos hablar de una suerte de nacionalismo que pretende levantar banderas por las cuales se entregaron vidas y se dio mucha sangre en el pasado para formar un país libre; el Uruguay resultante a la vida independiente no era el objetivo del Artiguismo, pero si la libertad y el respeto a las decisiones de los orientales que en definitiva el Uruguay que empieza su camino independiente en 1830 es en la teoría el respeto a la determinación de los propios orientales, que es lo que hoy reivindicamos más que nunca cuando desde afuera del país se nos quieren imponer agendas que no salieron de los uruguayos y son agendas universales que nos quieren hacer cumplir en la letra chica de cuanto contrato, de cuanto préstamo y de cuanto apoyo de los financistas internacionales, de los organismos internacionales, reivindicar el derecho de los uruguayos a decidir por sí mismos, a decir que por encima de todo debe estar la constitución del Uruguay porque es lo que votaron los uruguayos, eso es Artiguismo del siglo XXI por que la lucha de Artigas fue la lucha por la soberanía particular de los pueblos contra el directorio porteño que pretendía digitar el destino de los orientales desde Buenos Aires. Los uruguayos deben gobernarse ellos y no lo gobiernen desde afuera, es una de las patas esenciales del Artiguismo.
Pero artiguistas se reivindican todos en este país, ¿se definen también nacionalistas?
Lo que pasa que el término nacionalista esta tan tergiversado por haber un partido que se arroga ese título de nacionalista que puede llevar a confusiones; lo nuestro es nacionalismo en serio que antepone la voluntad de los uruguayos a la voluntad de los círculos de poder que cada vez más en forma avasallante nos imponen agendas a nosotros que somos débiles a nivel internacional, pero también se lo imponen a Brasil, a Argentina que son más poderosos que nosotros y contra eso nos revelamos.
Un nacionalismo que abreva en el pensamiento de Rodó y Methol Ferré.
Por supuesto, nosotros los reivindicamos, los homenajeamos en el sentido que sus ideas están totalmente en consonancia con lo que defendemos hoy; la obra de Rodó es un canto a la potencialización de la unidad iberoamericana, a la fuerza que tiene una juventud que se debe basar en ideales superiores y no en un simple mercantilismo o consumismo, y eso tiene mucha vigencia un siglo después, compartimos esa visión Rodoniana y Methol Ferré es en cierta forma un continuador de esas ideas en el entendido de que siempre fue un propulsor de una integración continental americana que puede ser la respuesta en estos tiempos de tanta incertidumbre a esos grandes bloques mundiales que quieren imponer sus ideas.
Usted es del abolengo en la política uruguaya, ¿no hubo condiciones para sostener en el Partido Colorado la corriente del Riverismo?
Pedro Maniní Ríos funda la corriente de lo que se denominó “Partido Colorado General Fructuoso Rivera”, que se conoció como el Riverismo que siempre fue minoría dentro del Partido Colorado con respecto al Batllismo que siempre fue preponderante. Los tiempos han ido variando y el Riverismo pasado un tiempo no contaba con sus principales figuras y el Batllismo siempre marcó la impronta, pero es bueno acotar que Pedro Maniní siempre fue batllista, era hombre de confianza de José Batlle, las principales reformas contaron con su firma como ministro del Interior, fue su hombre de más confianza junto a Domingo Arena y no se puede que el Riverismo fue un antibatllismo, pero a partir del año 13 no se alineó detrás de Batlle en su idea de Colegiado y esa fue la única causa de la división.
¿Cómo militar cómo ve la situación geopolítica en América Latina en la tensión entre Estados Unidos y China que la convierten en un territorio en disputa?
Es una pregunta como para un trabajo de dos o tres horas, pero más allá de lo militar se lo digo como uruguayo pensante de la realidad que nos toca vivir; acá hay dos grandes opciones: resignarnos al papel de ser objetos de la historia y que otros hagan con nosotros lo que quieren como lo han venido haciendo desde que este continente se independizó de sus metrópolis, o pasar a ser sujetos de la historia y decidir nosotros nuestro destino. Yo creo que el continente americano puede tener la fuerza de hablarle de igual a igual a los grandes poderes del mundo a condición de que sea capaz de sumar todas sus potencialidades alineándose detrás de un gran proyecto continental, ahí está la posibilidad, no la certeza, de que el continente sea dueño de su destino y específicamente América del Sur tiene un potencial tremendo como productora de alimentos y de materias primas esenciales en el desarrollo tecnológico mundial, como puede ser el litio en Bolivia, y norte de Argentina y Perú, petróleo, aguas y podría llegar a imponer y hacer valer esas riquezas de otra forma si jugara como un bloque continental. Lo sostienen varios pensadores que es el tiempo de los “Estados Continentales” como lo es Estados Unidos, Rusia, China, India, Europa.
Si Sudamérica no es capaz de formar un bloque para hablar de igual a igual a esos bloques va a seguir siendo un instrumento de las políticas que se nos imponen con decisiones ajenas a los intereses de los pueblos, de lo que le sirve a los pueblos.
El destino del continente es un destino de unidad pero para eso se necesita estadistas que estén a la altura de ese proyecto, y no se puede pensar que Uruguay puede tener un mejor destino por cuenta propia entregándose de pie y mano a éstas fuerzas continentales exógenas al bloque que solo nos van a usar para patear el tablero de la unidad sudamericana, Uruguay no tiene otra opción que la integración con un desarrollo que sirva a los intereses del pueblo uruguayo.
¿Faltaría volver a Haya de la Torre?
Tal vez..
¿Ahora como explica ésta concepción de soberanía nacional y la autodeterminación de los pueblos con la participación militar en las misiones de paz, donde los objetivos los definen otros?
La participación de Uruguay en las Misiones de paz que se arrastran desde hace mucho tiempo, desde la paz del Chaco en la década del 30 y en el 50 en el marco de Naciones Unidas y se identifica en los 90 con el envío de batallones enteros a Camboya primero, Mozambique (donde yo estuve), Angola, el Congo, Haití, es la posibilidad que tienen las Fuerzas Armadas de aplicar su concepción profesional, de utilización de material y poder adquirir material porque el tema presupuestal está presente, y poder cumplir sus misiones internamente profesionalmente por haber participado en esas misiones. Allí se da la preparación profesional y equipamiento para poder cumplir con lo que nos dicta la Constitución y la Ley marco de Defensa. El Estado uruguayo no está teniendo condiciones por sí mismo y esas misiones de paz son las que tienen en estado de preparación permanente a las fuerzas armadas.
Pero eso no explica la contradicción..
El tema que cuando va una misión de paz a un país es porque ese país está totalmente desintegrado, destrozado y la misión va a reestablecer las instituciones. En Mozambique yo estuve y era un país inviable con una guerrilla alentada desde Sudáfrica que hacía inoperante al gobierno central que había dependido de la Unión Soviética, una suerte de Guerra Fría en Mozambique, un país devastado, economía destrozada, infraestructura destruida, y la misión lo que hizo fue establecer acuerdos que finalmente no se enfrascó más en una guerra desde el año 1993. De no haber existido la misión seguirían en una guerra funcional a intereses ajenos al desarrollo de Mozambique.
¿Usted es de los que considera la Agenda de Derechos como una imposición internacional?
La agenda de derechos que tiene un título muy atractivo que hace difícil que uno esté en contra de la promoción de la minorías y de todos los sectores, yo no estoy en contra de los derechos de nadie y creo que hay que garantizarles los derechos a todos, pero bajo esa etiqueta se promueven políticas que terminan desdibujando lo que es la verdadera defensa de los derechos. Cuando se habla de los derechos de la mujer yo estoy totalmente de acuerdo, que tenga los mismos derechos que el hombre, la misma retribución por igual trabajo, las mismas posibilidades de oportunidades y accesos del quehacer nacional, pero cuando bajo las banderas del feminismo se llega a un feminismo radicalizado que acusa al hombre por ser hombre y acusa de todos los males de la humanidad al patriarcado y la dominación de la mujer y terminan en acciones violentas y en leyes discriminatorias contra el hombre, ahí deja de ser agenda de derechos y se convierte en una agenda de confrontación que debilita a los pueblos.
No sé a qué intereses de grupo de poder pertenece, sé que no es una agenda espontánea del Uruguay; los discursos del 8 de marzo en Montevideo, Madrid o Nueva York son casi los mismos lo cual indica que es un libreto armado extra país, llevando a la radicalización que no le hace nada bien a la propia causa feminista y no forma parte de los intereses de los uruguayos.
¿Por qué Cabildo Abierto se integró a la coalición multicolor?
En este país hay dos grandes coaliciones, la multicolor o republicana y el Frente Amplio pero no hay dos proyectos, acá hay tres proyectos. El proyecto de Cabildo Abierto no es el proyecto de blancos y colorados y ha quedado demostrado en varios proyectos de ley que presenta Cabildo Abierto y tuvo el rechazo frontal de blancos y colorados, el proyecto forestal que terminó siendo vetado, el de endeudamiento de las familias, sobre internación compulsiva, sobre las venias y concesiones a zonas francas y muchos otros.
Lo que nos une con la coalición es una visión de la libertad individual, libertad de expresión y respeto del esfuerzo del individuo como forma de salir adelante en la vida que difiere de muchas de las actitudes tomadas y definidas por el Frente Amplio.
Acá está faltando una apuesta verdadera por el trabajo nacional que no es lo que aplica el actual gobierno nacional; nosotros planteamos 22 puntos que favorezcan el trabajo nacional como se le da a las grandes multinacionales que piden el oro y el moro y se le concede todo.
Convivimos dentro de la coalición con diferencias conceptuales profundas pero también coincidencias importantes.
¿La asignación de los ministerios de salud, vivienda, el Inisa los contemplo en esa visión de Social?
En noviembre luego del resultado del balotaje le plantee a Lacalle la aspiración de Cabildo de tener la titularidad de dos ministerios, que no es lo mismo que darle dos ministerios. Pedimos el MIDES y Vivienda o Salud que es lo que más iban con nuestra impronta y con trabajo que queríamos hacer, pero se nos dijo que el MIDES era para Bartol y quedó vivienda y salud, pero el MIDES era importante por el trabajo social que nos importaba hacer.
La entrevista completa la encuentran en la edición papel de la Revista Nº 1103 de Caras & Caretas. En esta oportunidad hacemos una primera entrega de las dos que publicaremos, donde Manini expone las visiones mas generales de su pensamiento.