He ido viendo cómo el entusiasmo va creciendo y muchos lugares a que fui del interior, donde los propios compañeros de los comandos de los distintos departamentos tenían cierto temor sobre qué pasaría con el acto, si irá gente, si no irá gente, cómo estará la cosa, porque llueve o porque hace mucho calor, o porque hace frío, después terminaban quedando abarrotados. Y bueno, la verdad que me ensanchaba el alma el irme y ver que nuestros compañeros, la militancia más dura, quedaba muy contenta y que habíamos ayudado a que la llama de la esperanza fuera renaciente.
Me han comentado que en el interior había mejor clima de campaña electoral.
A mí me pasó eso. Ir viendo en las recorridas como un reguero de esperanza, anunciar que íbamos a estar en Cerro Chato y que se armara una cantidad de gente para recibirnos, con mucho esfuerzo, en el comité de Isla Patrulla. Pasamos por ahí y por una cantidad de lugares, y bueno, aprendí muchísimo, muchísimo aprendí. Y sobre todo, una vez más, el pueblo uruguayo me enseñó que no se conforma. Y eso es muy bueno para el alma por la política que estamos haciendo.
El candidato o candidata en general va con un paquete de propuestas, pero ¿qué pudo recoger de las demandas de la gente?
Nosotros fuimos al revés. Nosotros arrancamos la recorrida, por supuesto, siempre con el programa, pero con un afán de escuchar muy grande. Tuve muchas reuniones en cada uno de los lugares a los que iba, con distintos colectivos, docentes, empresarios, productores rurales, trabajadores, distintos colectivos, gente de adultos mayores, jóvenes. Y bueno, en realidad hablaban ellos, no yo. Y fuimos tomando nota literalmente de todas esas cosas. Y la realidad, con esa integración de casos particulares, nos fue corroborando los diagnósticos que teníamos. Entonces, en función de esa realidad es que armamos las propuestas. Dijimos “hay cuestiones que son urgentes y hay que darle, hay que poner, con los conceptos abstractos, que están muy bien (yo soy una gran defensora de que la gente pueda fortalecer su capacidad de pensamiento abstracto para la construcción política), a veces no alcanza”. Entonces dijimos: “Vamos a elaborar, en el marco del programa, propuestas que ataquen todos estos temas que nos están diciendo, porque tienen razón, son los temas urgentes”.
Coménteme alguno de esos temas.
El tema de la alimentación en la educación media, por ejemplo, que cuando los niños y las niñas están en la escuela tienen alimentación, pero cuando pasan a educación media se termina. Eso es un problema. Eso lo incluimos en el Plan País. Después, el tema de la salud mental. El tema de la salud mental es una constante terrible en todo el país. La preocupación por los suicidios, una preocupación cierta. O sea, estar con jóvenes un día y que a los cuatro días alguien se quite la vida, es muy duro. El problema de la droga es el problema de los narcos, el problema de ver cómo te van quitando a tus jóvenes y cómo van cayendo en un precipicio del cuál es muy difícil rescatar los temas de la salud, los dramas de la salud.
Que esté por llegar una tecnología a un hospital y está a punto de traspasar la puerta, por ejemplo, una torre para el quirófano, pero decidan llevarla a otro lugar y entonces queda una cáscara de hospital sin ese quirófano funcional. O sea, todos esos temas los recogimos y entendimos que tenían que formar parte de una estrategia de seguridad, que es lo que está en el Plan País.
Se ha reunido con empresarios que le habrán planteado sus dificultades. ¿Cómo se trabaja en la transformación de la matriz productiva y que énfasis le parece ahí que habría que trabajar?
Bueno, nos reunimos con empresarios y con productores, y en esas reuniones aparecían también colonos que verdaderamente expresaban su desamparo. Colonos que se criaron al amparo de un Instituto de Colonización que, además de dar tierras, acompañaba, y se quedaron sin acompañamiento técnico y demás.
Muchos empresarios planteaban temas de eficiencia del Estado y cuando rascabas un poco el problema es que no había gente para atender en los distintos lugares. Y entonces yo contrasto eso con la propuesta de la derecha de reducir 15 mil funcionarios públicos, o no sé cuánto, cuando los propios empresarios del interior van a un local del BPS y hay una sola persona que tiene que hacer todo.
Están varios preocupados por el atraso cambiario. Obviamente, nosotros hemos sido muy cuidadosos porque esas son cosas que no se deben arreglar de un día para el otro porque tiene un gran impacto sobre la población. Pero lo que sí entendemos es que cinco años de inactividad en la intervención del Estado en el tipo de cambio nos trae a estos puntos extremos.
Preocupación por el cambio climático, preocupación por los temas de riego y bueno, ¿qué más querés que te diga? En la frontera hay mucha preocupación por la inequidad y eso, en realidad, el devenir de nuestros vecinos nosotros nunca lo vamos a poder dominar. Lo que tenemos que tener es un camino propio en nuestra propia casa.
Usted tiene una fuerte experiencia en lo que ha sido la gestión de Montevideo. ¿Cómo se le expande ahora el escenario nacional?
Se expande con mucha naturalidad porque el escenario nacional no me es desconocido porque fui presidenta de Antel, que es una posición nacional, recorrí todo el país, y porque formé parte de un gobierno nacional, fui ministra en un Consejo de Ministros de un gobierno nacional. Así que la mirada nacional no me es extraña. Lo que hicimos en Montevideo fue, con el plan ABC, llevar adelante una estrategia de acompañamiento y de participación y de acción sistémica, de coordinación de varias áreas en territorio, de presencia territorial. Y creo que eso es absolutamente aplicable en todo el Uruguay. Uruguay lo necesita, necesita la presencia del Estado en los más diversos rincones y además necesita participar. Por eso planteamos una metodología de mesas barriales, de mesas locales, que creo que van a ser muy bienvenidas en distintas partes del Uruguay.
¿Cómo se conjugan las distintas realidades en los distintos territorios? Porque una cosa es la realidad el sur del Río Negro, del Río Negro para arriba. ¿Cómo se imagina las políticas atendiendo esa diversidad?
Yo creo que, con todo respeto lo digo, al decir eso estamos repitiendo la foto de una realidad del siglo 20. Todo el Uruguay, todos los uruguayos tenemos los mismos problemas. Yo iba a un lugar porque me decían: “Tenés que venir a este barrio porque tenés que ver lo que está pasando, porque esto antes no pasaba”. Iba a otro lugar y me decían “esto que está pasando acá en esta esquina nunca pasó, ahora está pasando”. Y así todo el tiempo. Y cuando terminaba la gira decía: “Compañeros, lo que está pasando acá quiero decirles que está pasando en todas partes”, porque como sentían que nunca pasaba en su lugar, creen que les está pasando algo único, que es absolutamente comprensible. El tema es que todos los uruguayos tenemos los mismos problemas. Lo que hay que encontrar es la forma de aproximarse a la solución en cada lugar. Por eso las mesas barriales, por eso las mesas locales, por eso la presencia articulada del Estado con participación.
Cuando estábamos en la campaña hacia las municipales, un día le pregunté cómo era el rostro de Montevideo. Hoy le pregunto, ¿cómo es el rostro de Uruguay?
Cómo es y cómo quiero que sea. Uruguay tiene tantos rostros… Es el rostro de una mujer joven que sin embargo tiene arrugas y que mira para abajo a sus niños chicos, y mira al horizonte en busca de una esperanza. Es eso. ¿Y cómo quiero que sea el rostro del Uruguay? Y, quiero que sea el de un adolescente sonriendo.
Sensibilidad femenina.
Sensibilidad humana. Humana.
¿Cómo ha visto, más allá de la campaña que hicieron las fuerzas que la acompañan en su candidatura, la campaña en general del Frente Amplio?
Bueno, nuestra precandidatura tiene una diversidad de sensibilidades que recoge todas las sensibilidades del Frente Amplio, que yo creo que es una riqueza eso. Desde el Partido Demócrata Cristiano de Salto, distintas agrupaciones del interior, el Espacio Socialdemócrata Amplio que lideran Rafael Michelini, Florencia Astori y Pablo Ferreri, el Partido Comunista del Uruguay, el Partido Socialista, el Partido por la Victoria del Pueblo, el POR, voy a cometer muchas injusticias, la 2040, Yamandú Costa, la 1303; o sea, espacios “tabarecistas”, capaz me estoy olvidando de alguno porque son muchos grupos, pero tienen un amplio panorama de sensibilidades y yo siento que lo que ha habido es un trabajo muy en equipo con la tónica de Frente Amplio. Creo que hemos tenido una campaña unitaria y vamos a seguir así hasta el último minuto y después también. Así que yo estoy contenta con eso.
¿La fórmula se define el 30?
Sí, yo creo que es así. También creo que la fórmula ganadora es la gente, el Frente Amplio es su militancia y es la militancia la que va a asegurar la victoria.
Mencione algunos de los énfasis que pondría en el plan de gobierno.
Bueno, en el plan de gobierno el énfasis que vamos a poner es en la aplicación inmediata del Plan País, de acciones inmediatas para la seguridad, que seguramente será muy enriquecido por todo el Frente Amplio en muchos aspectos, no solo agregando medidas, sino también evaluando y mejorando su implementación. Creo que hay que actuar rápidamente sobre el presente para pensar el futuro, y al mismo tiempo hay que actuar sobre el futuro, el desarrollo, una potente agenda de crecimiento. Creo que el rol de la ciencia es fundamental, ordenar la dispersión que hay en temas de gente que está haciendo ciencia. Profundizar mucho la extensión de la ciencia para que llegue a la mayor cantidad de comercios, de productores, de fabricantes posibles. Creo que tenemos algo de muy buena calidad que no está llegando a destino y ese camino es la extensión, y creo que es el gran legado que Uruguay pueda hacerle al futuro.