Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Entrevistas

Con Natalia Pereyra

En este periodo se debilitó en ASSE el primer nivel de atención en salud

Natalia Pereyra es directora de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) en representación de los usuarios de salud pública desde el 2016.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Natalia Pereyra es directora de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) en representación de los usuarios de salud pública desde el 2016 y, junto con el representante de los trabajadores, Pablo Cabrera, votaron en contra de la presupuestación al barrer de 481 funcionarios votado por los tres directores del Ejecutivo pertenecientes al oficialismo. Al tiempo que se condiciona el presupuesto, no se resuelven los problemas más acuciantes.

Usuarios

Para la representante de los usuarios en esta gestión de gobierno, se debilitó el primer nivel de atención en todo el país (policlínicas, emergencias, consultas), y entiende que la nueva Administración debe priorizar en los temas de salud mental con más recursos humanos y profesionales, el Servicio Nacional de Sangre, el Laboratorio Dorrego, mejorar la gestión de los medicamentos y lograr la participación de los usuarios reglamentando las elecciones tanto en ASSE como en la JUNASA, para reactivar el compromiso de la gente y el rol de ASSE como un actor de principal importancia como uno de los prestadores.

Los usuarios tienen una importante presencia organizada en los territorios que les da un potencial especial, pero en una etapa de pérdida de participación. ¿Cómo se refleja esto desde la Dirección?

El integrante del Directorio tiene que tener un vínculo territorial con las organizaciones y con los usuarios en general, porque además no se limita el vínculo únicamente a las organizaciones, sino también a las personas que están en el territorio y que, ya sea a modo de propuesta o a modo de reclamo, muchas veces solicitan a un integrante del Directorio para que tome conocimiento de la situación. En estos años lo que ha ido variando es esa participación. Arrancamos en el 2016 con la sociedad civil bastante más organizada de lo que está en este momento, y ha sido como un desafío el sostener la participación de las personas, porque el resultado que ven las personas en lo que refiere a la participación es muy poco.

¿Y cuáles son esos espacios de participación?

Vamos a empezar por lo territorial, que a mi entender es lo más importante y es lo que le da cuerpo a la participación a nivel nacional. Están las comisiones de usuarios que antes eran comisiones de apoyo, lo que tiene que ver con la participación a nivel institucional en los hospitales y en las RAP, y existe la norma que es la integración de esos espacios de participación, que son los consejos consultivos y asesores de cada uno de los centros asistenciales, en el caso de ASSE, que tengan dirección, que tengan equipos de gestión, y posteriormente está la Junta Departamental de Salud, que son los órganos departamentales donde también los usuarios de ASSE se organizan y piden o solicitan que se los integren.

¿Cuál es el rol de los directores sociales?

Es una participación que puede llegar a definir el rumbo de la institución, siempre y cuando se tenga la mayoría, pero somos dos (usuarios y trabajadores) y los otros tres directores son del Poder Ejecutivo.

Uno de los constantes reclamos y denuncias que se han realizado en todo este periodo ha sido la falta de medicamentos. ¿Cómo ha trabajado ese tema desde los usuarios?

Yo creo que hay un fenómeno social, y que se ve un poco en este ámbito, que son las redes sociales. Nosotros anteriormente generábamos asambleas, las personas se juntaban, se hacían reclamos que eran colectivos y que iban a golpear esas puertas para encontrar solución. Hoy nos enteramos muchas veces de que hay falta de medicamentos por las redes sociales; el control social se ve mucho más en las redes sociales que lo que se traduce en los grupos de usuarios.

Por ejemplo, un usuario del Cerro que va al hospital del Cerro y se encuentra con esa falta de medicamentos, ¿cómo es el caminito que debería recorrer para hacer el reclamo?

Hay espacios que las instituciones tienen obligación de tener, públicas y privadas, que son las oficinas de atención al usuario, que eso es un servicio más de todos los sistemas, de todos los prestadores del sistema que tienen que tenerlo, donde el usuario pueda recurrir inmediatamente luego de ver algo que le afecta en la institución de salud y hacer el reclamo. Eso lleva a un control por parte del Ministerio de Salud Pública, donde hay que remitir esa información para que el Ministerio tenga los números, o tenga las alertas de que está ocurriendo algo en los prestadores de salud. Ese es el primer lugar donde el usuario debe concurrir. Esto es muy importante porque muchas veces las personas se saltean todo eso y llegan acá, que está bien que lleguen acá a reclamar, pero lo principal es ir controlando la atención de salud que están teniendo en su territorio.

¿No se burocratiza ese proceso?

Bueno, yo creo que también se pretende mucho de las organizaciones o de los referentes locales, más de lo que pueden hacer, porque está la responsabilidad individual. Entonces, si yo no digo que a mí no me dan el medicamento, es muy difícil que una o dos personas de un pequeño grupo vayan a discutirle a una autoridad si está o no está en medicamento. Me pasa a mí a este nivel, cuando solicitamos información sobre ciertos medicamentos que están faltando, la Dirección de Medicamentos nos responde que ese medicamento está; yo no tengo cómo contrarrestar eso si no aparecen las personas que no accedieron a ese medicamento. Entonces muchas veces eso es lo que debilita a las organizaciones de usuarios, es pasar a la queja directa y verbal sin ningún fundamento.

¿Cuáles fueron las dificultades con el tema medicamentos, más allá de lo amplificado por las redes sociales?

Bueno, yo creo que eso tiene dos momentos. Uno en los meses de verano, o los momentos donde los laboratorios históricamente han tenido problemas en las entregas. Pero hay un problema en la gestión. Un problema es el magro funcionamiento de la producción del Dorrego, que es un punto que nosotros tenemos para dejar pendiente para quienes vengan. Han tenido equipos rotos y ha sido muy magro lo que ha generado, lamentablemente, a pesar de que los trabajadores quieren trabajar más, esto hay que reconocerlo. Y después lo que tiene que ver con esa discusión de si se invierte más o no en medicamentos; los medicamentos se ajustan, y creo que en muchos casos se compra mal. Entonces eso se conjuga con un problema de gestión, en que de pronto un equipo de gestión no le puede pedir a otro hospital el medicamento prestado para resolver el problema que tiene. Y esto va generando una cadena de situaciones que hacen que al usuario no llegue. Que hay barreras para acceder al medicamento, no hay duda, nosotros lo venimos sosteniendo desde hace mucho tiempo, hay muchas barreras. “Venga la semana que viene”, “venga la otra semana”, son como barreras que se van poniendo para que el usuario llegue a algo que debería estar desde el primer momento. Eso se ha detectado, lo hemos conversado con los usuarios. De pronto el medicamento un mes no está y los otros meses sí.

Es una forma también de desestimulo cuando se le dice que venga la semana que viene; provoca que el usuario vaya, haga un esfuerzo y lo compre en la farmacia. Entonces, sumado a que el convenio de farmacia no está funcionando, son cosas que se van sumando y que hacen que las personas no accedan al medicamento de la forma en que tendrían que acceder. Ha habido acciones que tienen muy buena voluntad, como es el convenio con farmacias, pero, por ejemplo, no funciona en el interior o funciona poco en Montevideo por falta de recursos en el cupo que se le da a la farmacia. Entonces todas estas barreras de acceso hacen que las personas dejen de insistir en ir a buscar el medicamento.

¿Qué pasa con el tema ambulancias?

Bueno, nosotros durante muchos años discutimos con la sociedad civil, con la comunidad, qué es una ambulancia. Una ambulancia por sí sola no salva vidas. Quienes salvan vidas son los equipos y son los sistemas que estén bien articulados, que fluyan, que respondan a tiempo. Las ambulancias han sido entregadas en muchos lugares y muchas están con choferes que son de las intendencias, lo cual también es bastante preocupante, porque son personas que pasan de manejar un móvil común a manejar una ambulancia, pero hay una diferencia. Y después los equipos que llevan, el tipo de traslado que hacen.

Yo particularmente no estoy de acuerdo con repartir ambulancias si no se tiene garantizado las 24 horas un equipo que esté a disposición, pero además que se valore el riesgo de ese usuario para ver dónde se traslada. Más allá del traslado seguro, se tiene que saber si el destino al que se va a trasladar a ese usuario es el adecuado o se está perdiendo tiempo. Entonces, estas discusiones no se han dado.

Otro de los temas en los que es evidente la falta de atención en los territorios es todo lo relativo a la atención en salud mental.

Es muy difícil vincularse con la salud mental en una institución tan grande, porque además las realidades de salud mental de las comunidades también varían dependiendo del lugar donde están y también respecto a las adicciones que hay en esos territorios. Hay lugares donde, más allá de la salud mental, hay un montón de situaciones que son patologías duales por el contexto y por el lugar en donde están, en primer lugar. Creo que no hemos hecho de pronto esa sensibilización o ese cambio que nosotros podríamos haber aportado en estos años a que la gente cambie cuando llegan las personas con enfermedades mentales a sus territorios. Ha sido muy difícil el no cierre de las colonias y el no cierre del Vilardebó. Las condiciones de las personas que están institucionalizadas en el Vilardebó no son las deseables.

Dígame los temas principales que debería abordar el próximo Gobierno.

La gente había empezado a cambiar esa relación con el prestador público, aquel prestador para pobres. Eso se había intentado revertir y en el primer Directorio que tuve se le puso mucho énfasis con la doctora Susana Muñiz. Y por eso era muy importante la opinión de los usuarios para mejorar esa calidad. Creo que hoy se volvió un poco a esto de decir “bueno, ASSE es lo último y por eso tengo que ir al hospital; voy porque no tengo más remedio”.

Es la función de los gobernantes resolver los problemas de salud de la gente y poner a un prestador que está dentro del sistema, acercarlo lo más posible a lo que tiene que ver con el sector privado, que tampoco está bien ni es una maravilla y hay quejas del sector privado.

Hay muy mal humor de los usuarios, que no lo tenían, con la atención oftalmológica. Se generó gran expectativa con cuatro sedes del Hospital de Ojos en el interior, y con haberle dado algo, con lo que nosotros estamos absolutamente de acuerdo, que es el carácter de Unidad Ejecutora del Hospital de Ojos, que además tenemos que recordar que se llama José Martí y por qué se llama así, recuperar un poquito esa historia. Y está bueno poner esto sobre la mesa, porque se genera una expectativa enorme con la creación de la Unidad Ejecutora y con la descentralización en las cuatro sedes. Se hizo mucho anuncio y hay poca resolutividad.

Los usuarios están bastante molestos, primero porque los del interior en muchos casos siguen viajando a Montevideo para operarse. Segundo, porque los centros, los hospitales descentralizados o los hospitales donde existen las regionales no están pudiendo cumplir con la demanda. Y tercero, porque los tiempos de espera tampoco se acortaron en lo que tiene que ver con la oftalmología.

Otro tema es la falta de acceso oportuno al Primer Nivel de Atención. Y ahora se agudizó que las personas denuncian que están teniendo más problemas para tener una consulta con un médico de medicina general o médico familiar. Así que sigue siendo un pendiente el mejorar el primer nivel y rediscutirlo.

Otro de los puntos importantes, y de alta demanda de la comunidad del interior, es de una vez por todas lograr un alojamiento para las personas que vienen del interior a hacerse estudios, que tienen que quedarse dos o tres días.

Para el Dorrego tenemos una comisión armada y queremos que también se discuta y se defina si va a permanecer en ASSE, va a pasar al Ministerio de Industria o se va a aliar con alguien, pero hay que potenciar el Dorrego tal como se había soñado en el 2009, que fabricara los medicamentos, por lo menos de las patentes que tiene, y que pueda abastecer al prestador público. Y la aspiración es que pueda abastecer a todos los prestadores públicos del país con algunos medicamentos que además están reconocidos como excelentes, la gente los pide, la calidad del Dorrego ha sido reconocida por los propios usuarios de ASSE. Es más, usuarios de la salud privada muchas veces piden si pueden tener acceso a algunos medicamentos del Dorrego.

Otra preocupación es el Servicio Nacional de Sangre. Nos ocurrió en pandemia, cuando le prohibían a las personas, o por lo menos no recomendaban viajar, y la recomendación era no acercarse a los centros asistenciales a no ser que fuera necesario, pero la realidad nos pasó por encima, porque los siniestros de tránsito en pandemia siguieron existiendo, las cirugías de urgencia en los centros de referencia de Montevideo siguieron existiendo. Y ahí nosotros tuvimos desde esta Dirección que tomar una decisión, que es empezar a trabajar un poco más de cerca con el centro de hemoterapia de Maldonado, por la desesperación de requerir de sangre y no saber a dónde recurrir. Le empezamos a dar real importancia a lo que tiene que ver con un buen sistema de sangre público. Y yo quiero hacer énfasis en esto: ASSE tiene la suerte y el Estado tiene la suerte de que el Servicio Nacional de Sangre sea público, que no ocurre en todos lados, y que de alguna forma esté, que por lo menos la mitad del país sepa a quién recurrir y quién es el responsable. Recordar que ocurrio un incendio en el Servicio Nacional de Sangre y el único banco de reserva que está funcionando y que está abasteciendo prácticamente a todos los centros cuando lo requieren es el Hemocentro Maldonado, pero el Servicio Nacional de Sangre sigue sin restablecerse en su funcionamiento.

Hábleme del escándalo de las presupuestaciones.

Los temas de presupuestaciones en general ingresan por orden del día del Directorio, con unos días de anticipación y con una lista para chequear quiénes son las personas que se van a presupuestar. Esto ocurre con los 256 que son los trabajadores, que, en infinidad de casos, no voy a decir todos, son personas que concursan, que tienen una actividad de 18 meses y son evaluadas tres veces por su superior para poder ser presupuestables. Eso ocurre cuando se hace por reglamento y como corresponde.

¿Esa aprobación del Directorio es por unanimidad o hay mayorías?

Bueno, en este caso en general es por unanimidad, a no ser que se observe que hay algún funcionario que nosotros sepamos que tiene algún tipo de antecedentes recientes, por ejemplo. Eso puede ocurrir. Ahora, lo que ocurrió con las presupuestaciones de Comisión de Apoyo es algo que en lo personal siento que es subestimar a los representantes sociales y también a los colectivos, porque esto venía siendo discutido o intentando discutirse desde hace un tiempo y nosotros habíamos tenido algunas reuniones con los colectivos médicos y no médicos, e intercambios sobre cuáles eran las mayores preocupaciones, y las compartíamos. La mayor preocupación era no conocer cuáles eran los criterios. Ya conocemos cómo va a ser, cómo es el artículo de la rendición de cuentas, todos lo conocíamos. Ahora, cómo se ejecuta, eso es algo que en general en esta institución se hacía por acuerdos en el Ministerio de Trabajo, un tema abordado por la unidad de negociación, donde todos se ponían de acuerdo sobre si iba a ser por servicio la presupuestación, si va a ser por área, por primero médicos y luego no médicos y después administrativos…

Nuestra preocupación, compartida con los colectivos, era que desconocían cómo iban a ingresar a esa lista de presupuestación, si era por prioridad, por alguna razón que se puede plantear y se puede acordar o iba a ser indiscriminado. Y depende de quién hacía la lista, que desconocemos quién hace la lista todavía. Tal es así que fuimos bastante tranquilos a la sesión del Directorio, porque las presupuestaciones que habían llegado eran las 256. Cumpliendo con todo lo que dije antes, ingreso al orden del día, envío de lista, chequeo, se toma como el punto del orden del día. Nosotros tenemos despacho con Directorio, donde están los gerentes previo a la sesión. El tema de las presupuestaciones no ingresó tampoco como un tema en despacho, pero además tampoco ameritaría, porque no es algo urgente. Eso amerita para los temas urgentes o que no den discusión. Terminada la sesión, ingresan los puntos por fuera del orden del día, que algunos eran de despacho. En el último punto ingresa la presupuestación con 480 personas, por lo cual el representante de los usuarios y yo preguntamos dónde estaba el expediente y cuáles habían sido los criterios. El representante de los trabajadores pregunta cuántos trabajadores eran, bueno, pueden ser 10 y podríamos estar de acuerdo, y se le dice que 480 y pico. Obviamente, no conforme con eso, yo planteé la necesidad de mantener esa reunión, que me constaba que habían pedido los colectivos con todo el Directorio, para seguir discutiendo o, por lo menos, para que nos informe, porque ya a esta altura lo que queríamos era la información, cuál iba a ser el criterio, nada más. Ahora, eso no ocurrió.

Bueno, nosotros pedimos un cuarto intermedio para acceder al expediente, a ver si efectivamente los colectivos o algunos de los colectivos ya habían firmado o habían dado su anuencia del criterio que se les planteara. No pudimos acceder al expediente, lo solicitamos en el cuarto intermedio, se nos dijo que solamente podíamos acceder dentro de la sesión y, luego de insistir en que nos remitieran la lista, nos trajeron la lista escrita. Obviamente, al observar quiénes eran las personas, que no son las personas, yo quiero aclarar, sino la función que cumplen y si son o no importantes para este prestador y para las necesidades de este prestador, encontramos personas que entendíamos que no tenían que estar en esta etapa. Así que renunciamos a seguir luego del cuarto intermedio de la sesión, porque no estaban dadas las garantías siquiera para nosotros votar en contra, porque era muy injusto para los trabajadores que sí tenían derecho a presupuestarse.

Hemos detectado algunos cuya función es administrativa y de confianza.

¿Esos 480 están en todo el país?

Sí, todo el país, pero 80 son de este edificio, vinculados a este edificio, que fue lo primero que vimos y que realmente nos alertó bastante, porque eran muchas personas vinculadas a esta unidad ejecutora, donde nosotros entendemos que es lo último para discutir, porque además estamos muy cerca para resolver muchas cosas y todos podemos hacer más de una función en caso de necesitar. Lo hemos hecho y mucha gente entenderá que en este edificio es donde están los problemas graves.

Pero en realidad el problema que vive la gente está en el territorio. En este caso, sobre los administrativos, por ejemplo, yo tengo mi opinión formada; muchas de las policlínicas tienen carencias de horas de administrativos, que eso implica que no puedan coordinar una consulta de los usuarios. ¿Eso afecta al usuario en el territorio? Sí.

No accedimos al expediente, entonces tampoco podemos dimensionar cuánta plata implica, seguramente Comisión de Apoyo tiene el dato. Y lo más injusto es para quien se presenta a un llamado a concurso, quien es evaluado tres veces, quien ingresa para ser presupuestable. Ahora, ¿qué tipo de evaluación tienen las personas que vinieron con otras? Se supone que cuando vienen con otras listas ya están evaluados, porque yo me traigo a alguien que yo entiendo que me sirve, pero para mi función, no para la institución, de pronto.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO